Los Alcázares revive la tensión por la crecida de la rambla de La Maraña

Los municipios de Los Alcázares y San Javier revivieron ayer la tensión de hace un mes, cuando las riadas por las lluvias torrenciales causaron importantes daños materiales y pérdidas económicas, y provocaron la muerte de un hombre arrastrado por la corriente en las calles de Los Alcázares.

Con este precedente, y debido al aumento del caudal de las ramblas que desembocan en el Mar Menor y en El Albujón -cuyo colapso causó las inundaciones de los días 17 y 18 de diciembre-, se activó el Plan de Emergencias Municipal. El servicio del 112 informó a primera hora de la tarde del peligro de desbordamiento de la rambla de La Maraña y recomendó a los vecinos de las zonas adyacentes que sacaran los vehículos de los garajes y que taponaran las entradas.

Caída de un talud

Ese cauce arranca junto a la autovía del Mar Menor, a la altura de Balsicas, y por la mañana obligó a cortar un carril en esa vía por un pequeño desbordamiento. La situación, sin embargo, quedó estabilizada conforme avanzó la jornada y la crecida no fue a más.

Los ayuntamientos, no obstante, tomaron esa medida por precaución «debido a la acumulación de agua que se estaba produciendo en las ramblas» de la zona. El alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, adelantó su regreso de la Feria de Turismo de Madrid para ponerse al frente de la comisión municipal de seguimiento. Se cortaron al tráfico varias calles por acumulación de agua: la avenida Aviación Española desde el cruce de Cuatro Picos hasta el cuartel de Policía Local y el acceso al polideportivo por las dos calles que cruzan la rambla. También se cerró el tramo de la carretera hacia Sucina que discurre junto al cementerio. Además, se impidió la circulación en la calle Cabo Huertas, junto al IES Mar Menor, que suspendió las clases a media mañana.

En el resto de la comarca, el viento y la lluvia causaron varias incidencias. De madrugada, un talud se desprendió en la carretera de La Unión a Portmán e impidió el tráfico en uno de los carriles durante buena parte de la jornada.

En Torre Pacheco, como sucede siempre que las lluvias son intensas, tuvo que cerrarse el vial entre Balsicas y Avileses. Además, en este municipio se cortaron varias avenidas en el polígono GMI de Balsicas y numerosas calles del núcleo urbano y las pedanías.

En San Pedro del Pinatar, como es habitual también cuando las precipitaciones son copiosas, no se pudo circular por la carretera de El Mojón. Los servicios municipales también trabajaron en la recogida de tres árboles caídos en distintos puntos de la ciudad y Lo Pagán. En Fuente Álamo, aparte de la nevada que cubrió la zona agrícola, hubo dos carreteras cortadas en la diputación de La Palas, que se abrieron antes de mediodía.

Expectación en el campo

Hasta ahora, los agricultores han recibido con satisfacción este episodio de lluvias y nieve, a excepción de los daños localizados en varias zonas. Su principal preocupación es que no desciendan las temperaturas y lleguen las heladas. En general, las precipitaciones acumuladas hasta el mediodía de ayer oscilaron entre los 25 y 36 litros por metro cuadrado, indicaron diversas fuentes. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) hará un balance los próximos días, cuando empiece a entrar agua en los embalses.

El Campo de Cartagena fue una de las zonas críticas debido a la acumulación de precipitaciones y al hecho de que el terreno apenas puede absorber más agua tras el temporal de mediados de diciembre.

El canal del Postrasvase que cruza la comarca actuó otra vez de aliviadero al recoger las escorrentías de la zona. El cauce, que se encuentra en reparación, estuvo a punto de desbordarse cerca de Cabezo Gordo. Los ramales del Postrasvase finalizan en balsas de cola con una limitada capacidad, por lo que es fácil que rebosen aguas abajo del embalse de La Pedrera durante los episodios de lluvias intensas.