Los últimos 1.347 caballitos del Mar Menor
El censo de 2020 sitúa al hipocampo al borde de la desaparición en la laguna después de perder el 99% de su población en ocho años
La situación del caballito en el Mar Menor es una tragedia: solo quedan 1.347 ejemplares, según el último censo de la especie emblemática de la laguna, que acaba de cerrar la Asociación Hippocampus. Estas bajísimas cifras sitúan al antaño abundante 'Hippocampus guttulatus' al borde de la desaparición, a merced de otro episodio de falta de oxígeno en el agua o cualquier otro evento que amenace aún más a la mermada biodiversidad del humedal.
El colectivo de voluntarios que estudia a esta especie en el Mar Menor desde hace quince años ha realizado 209 inmersiones durante 2020 a cargo de 23 buceadores que cubrieron una superficie de 53.434 m2. Los datos obtenidos son «alarmantes», en opinión del investigador del Centro Oceanográfico de Murcia Miguel Vivas, también miembro de la Asociación Hippocampus. Nunca antes hubo tan pocos caballitos en los 180 km2 de la laguna.
La delicada situación del hipocampo no admite dudas si se enfrenta el resultado de los muestreos de este año con su población en 2012, estimada en 196.120 ejemplares. Según esta comparación, el caballito ha perdido el 99% de sus individuos en los últimos ocho años. El conteo más reciente hasta ahora, realizado entre 2018 y 2019, reveló una cifra de 48.140. Es decir, en 24 meses se han perdido 46.793.
Los caballitos se vendían en los años ochenta en la lonja de San Pedro del Pinatar a 4.800 pesetas el kilo
La degradación ambiental del humedal debido a la eutrofización de sus aguas por vertidos cargados de nitratos agrícolas ha acelerado el declive de una especie que llegó a contarse por millones: era prácticamente imposible bucear en la laguna sin ver alguno, pese a que la pesca para su comercio como objeto de decoración, una vez desecado, ya había reducido su abundancia en los años 80 del siglo pasado, cuando se vendían en la lonja de San Pedro del Pinatar a 4.800 pesetas el kilo. Por las básculas de la Cofradía de Pescadores pasó más de una tonelada en el año 1983, como puede comprobarse en la Hemeroteca de LA VERDAD.
«Gestión ambiental nefasta»
La 'sopa verde' de la primavera de 2016, la posterior desaparición del 85% de las praderas marinas –donde los caballitos se refugian, crían y se alimentan–, la anoxia de octubre de 2019 y la depredación por parte del invasor cangrejo azul han dado la puntilla en el Mar Menor a una especie que está pidiendo a gritos un plan de recuperación.
Para la Asociación Hippocampus, el dramático estado de conservación del caballito es el resultado de «una gestión nefasta de nuestro patrimonio ambiental». «No es nuestro papel como asociación depurar responsabilidades ni pedir cuentas a nuestros gestores. Ese es un papel que creemos corresponde realizar a la sociedad en su conjunto. Pero sí nos corresponde dar luz al estado en el que se encuentra uno de nuestros mayores patrimonios», denuncian estos investigadores, «y advertir de la necesidad de tomar medidas valientes y eficaces para revertir la lamentable situación, lejos de postales y postureos que persiguen más salvar la cara que arreglar lo que ya se ha roto. Tomemos a esta simpática especie como paraguas y protejamos su población; al hacerlo, estaremos protegiendo la laguna que nos pertenece a todos nosotros».