La mitad del territorio regional estará protegida contra la electrocución de aves
El CES da el visto bueno a un nuevo decreto de la Comunidad que obliga a mejorar los tendidos eléctricos en 233.705 hectáreas adicionales
El nuevo decreto del Gobierno regional que aumentará las zonas de protección para las aves frente a la electrocución o colisión con tendidos de alta ... tensión ha dado un paso importante: el Consejo Económico y Social (CES) ha dado el visto bueno a una nueva normativa que obligará a corregir las líneas peligrosas para la avifauna en 233.705 hectáreas situadas en los alrededores de las zonas ZEPA, de manera que el 55,3% de la superficie de la Comunidad Autónoma incorporará medidas correctoras en las torretas para frenar la muerte de especies tan valiosas como el águila perdicera, en peligro de extinción.
La necesidad de ampliar las medidas correctoras de los tendidos eléctricos más allá de los que están situados en el interior de las Zonas de Especial Protección para Aves (ZEPA) procede de una evidencia: rapaces y especies esteparias y acuáticas campean, se alimentan y se reproducen en amplios espacios alrededor de los que ya cuentan con blindaje legal.
Y además, según los informes de la propia administración, tres de cada cuatro electrocuciones de aves se producen fuera de los espacios protegidos.
El CES 'bendice' la mejora de la normativa pero aprovecha para recriminar al Ejecutivo autonómico su tardanza en poner en marcha medidas de conservación y recuperación de especies amenazadas y en aprobar planes de gestión de espacios protegidos. A este respecto, el órgano consultivo aprecia diligencia y calidad en los informes técnicos y al mismo tiempo unos retrasos difícilmente justificables en su aplicación.
Humedales y sierras
La Región cuenta con 24 zonas ZEPA terrestres, declaradas por la Administración autonómica, que suman 192.912 hectáreas –a estos espacios se suman otros dos marinos, de gestión estatal, que abarcan otras 13.745–. Junto con otros espacios prioritarios, las áreas de protección suponen actualmente 391.972 hectáreas. Con el nuevo decreto, que añade otras 233.705, las aves estarán más protegidas en 625.677 hectáreas, el 55,3% de la superficie regional.
El objetivo del nuevo decreto (publicado en el Boletín Oficial de la Región en mayo de 2022, como avanzó LA VERDAD), es garantizar la supervivencia de especies en peligro de extinción como el águila perdicera, cuya población en la Región de Murcia no consigue pasar de las 25 parejas.
El Consejo Económico y Social reprocha el retraso en los planes de gestión ambiental y de conservación de especies amenazadas
Con este proyecto normativo impulsado por la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor –que corrige los límites recogidos en una orden regional de 2011 y aumenta las medidas previstas en un decreto estatal de 2008– quedará protegida una franja de 1,5 kilómetros alrededor de las zonas ZEPA y aumentarán las áreas prioritarias para aves en espacios naturales protegidos; enclaves con Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN); Lugares de Importancia Comunitaria (LIC); Zonas de Especial Conservación (ZEC); humedales que formen parte del inventario regional; y áreas de dispersión de águila perdicera en las llanuras que se encuentran en las estribaciones de las sierras de Moreras, Almenara, Carrascoy, Columbares, Altaona y Escalona. Quedan excluidas las zonas urbanas e industriales.
Los propietarios de los tendidos de alta tensión –compañías eléctricas, particulares, empresas y comunidades de regantes– tendrán la obligación de adecuar estas estructuras para evitar la electrocución de las aves. Los apoyos situados en las torretas son los elementos en los que es necesario actuar principalmente, aislando los conductores desnudos, ya que son utilizados con frecuencia por la avifauna para posarse.
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