Mutua defensa, un misil de largo alcance, modernos blindados... Las claves del primer acuerdo entre Londres y Berlín desde la II Guerra Mundial
Las dos potencias fortalecen un eje europeo con Francia ante la «sacudida» de Rusia y el alejamiento de Estados Unidos
El Reino Unido y Alemania dieron este jueves un gran paso para el fortalecimiento del E3, el eje que forman los dos países y Francia ... en el conjunto de Europa, y que lleva camino de convertirse en la voz influyente y de referencia en una UE mucho menos ágil en la adopción de estrategias comunes. Británicos y alemanes firmaron un tratado clave en dos apartados ahora mismo fundamentales en el continente: mejorar la cooperación en defensa, que incluye colaborar en la construcción de armamento, y atajar la migración ilegal, para lo cual han pergeñado una táctica novedosa.
¿En qué consiste? Es lo que se dice golpear en origen. La estrategia pasa porque los gobiernos no solo fomenten medidas de devolución o traten de atajar el salto del Canal de la Mancha en la costa, cuando los migrantes embarcan en una temible travesía entre Francia y el Reino Unido, sino en atacar desde lo profundo del territorio germano, donde las mafias almacenan los motores y las piezas de las lanchas neumáticas. Con ese fin, el jefe del Gobierno germano se comprometió a realizar las modificaciones legislativas para facilitar a la Policía las confiscaciones en la logística de las bandas antes de que salgan del país.
El canciller, Friedrich Merz, se sorprendió cuando su homólogo británico, Keir Starmer, le comentó que éste es el primer acuerdo entre sus naciones desde la Segunda Guerra Mundial. «Los teníamos en la Unión Europea y pensamos que eso era suficiente. Pero ahora estamos aprendiendo que no lo es y por eso tenemos que hacer más», aclaró el mandatario alemán en una clara apuesta por la política de alianzas. Así lo dejó sentado cuando añadió que los tres países (el tercero es Francia) están «convergiendo en sus posiciones en política exterior, de seguridad, migratoria, pero también en cuestiones de política económica», donde harán mejoras en intercambio laboral, comercio y se darán un empujón mutuo en sectores como la industria militar..
«No es casualidad», precisó Merz, que el presidente galo, Emmanuel Macron, y Keir Starmer firmasen la semana pasada el Tratado de Lancaster House durante la visita de Estado a Londres en la que Carlos III actuó de anfitrión. Por cierto, un paréntesis: que nadie piense que Londres dispensa un trato peor a Merz. La recepción real no se activó este jueves por una cuestión de protocolo: Macron es jefe de Estado y el canciller lo es de Gobierno.
Tras su viaje a la capital británica, tampoco es casual que Merz reciba a Macron la próxima semana en Berlín para refrendar el Tratado del Elíseo sobre seguridad. ¿Significa eso que los tres gobiernos están conformando un eje autónomo en Europa? No, según el canciller, para quien la dinámica del E3 «nunca es excluyente». «Siempre tenemos en cuenta a Polonia, Italia y a los demás socios europeos más pequeños en cualquier decisión». De hecho, prometió que los planes sobre migración no afectarán a Schengen ni la movilidad transfronteriza.
«Es una declaración de intenciones, de nuestra ambición de trabajar cada vez más estrechamente juntos»
Keir Starmer
Primer ministro británico
«Juntos respondemos a los grandes desafíos de nuestro tiempo. Deploro que el Reino Unido abandonara la UE»
Friedrich Merz
Canciller alemán
Sin embargo, en esta práctica de intersectar tratados bilaterales para forjar uno trilateral mucho más amplio y poderoso se trasluce la sensación de que Londres, París y Berlín se mueven acompasadamente a su propio ritmo, Incluso dentro de la OTAN. Este último tratado se llama de Kensington, la defensa representa su «hilo conductor» y reafirma el papel trascendental de la Alianza, el envío de armas a Ucrania y la conservación del principio de que todos los aliados deben responder cuando uno de ellos es agredido. Pero alemanes y británicos acordaron además reforzar este postulado y se «asistirán mutuamente, incluso por medios militares, en caso de un ataque armado contra el otro».
Alemania, Francia y el Reino Unido se dibujan como el tridente con perfiles propios que los diferencia del resto del marco europeo. El E3 representa la unión de dos potencias históricas, grandes y nucleares -firmantes de un pacto que incluye proveer a la UE de un escudo atómico- con otra tercera comprometida con el 5% de inversión en la OTAN y en proceso de crear el ejército más poderoso de la Europa central y occidental. Una fuerza conjunta capaz de suplir el vacío que dejaría Estados Unidos si su presidente, Donald Trump, suelta amarras.
Merz resaltó que una alianza así es necesaria ahora que «Rusia está sacudiendo la arquitectura de seguridad europea» y «los lazos transatlánticos están experimentando una transformación de largo alcance como no hemos visto en mucho tiempo». Por eso, este jueves se conjuraron para «asegurar la libertad y prosperidad».
Un misil de gran alcance
La economía militar es otra pata principal del tratado. Berlín y Londres impulsarán juntos sus industrias, y las primeras previsiones apuntan a planes como el desarrollo de un misil capaz de llegar a 2.000 kilómetros de distancia y fabricar blindados Boxer -un vehículo versátil cuya última generación incorpora un cañón antidrones- y el caza Eurofighter Typhoon. Ambos son netamente europeos. Y aunque los dos firmantes muestran aquí una discrepancia sobre la cartera de clientes, Londres no solo persigue el aprovisionamiento de los ejércitos europeos sino la venta del avión a Arabia Saudí y Turquía. Una operación de este estilo beneficiaría a Italia y España, donde el consorcio aeronáutico posee sendas factorías de ensamblaje.
Si algo pudo percibirse este jueves, es que ninguno de los dos jefes de Gobierno tiene pelos en la lengua. Es bueno que al principio las parejas se digan las cosas. Merz aseguró que «deplora» el Brexit. Starmer confesó que «desde hace mucho tiempo estoy muy preocupado por el hecho de que los motores y los componentes de los barcos (de las mafias migratorias) viajan y se almacenan en Alemania».
Pero todo tuvo arreglo. Starmer, en ese acercamiento constante a una conexión europea post-Brexit, admitió que las piezas nunca han sido confiscadas porque «la ley no contempla a un país que ha abandonado la UE» y, en ese sentido, agradeció al canciller que active el mecanismo legal «antes de fin de año». Al firmar su «contrato de amistad», los dos pactaron reforzar la «seguridad euroatlántica», convencidos de que así también reducirán el empuje de la ultra Alternativa para Alemania y la extrema derecha de Farage.
-
El tratado
Seguridad
-
Cooperación absoluta: El Tratado de Kensington toma como base la incertidumbre que provoca Rusia, pero la amplía a todos los niveles. Aparte de la defensa mutua, promete una capacidad de disuasión «eficaz contra los posibles agresores». Intercambiarán información sobre armamento, amenazas «químicas, biológicas, radiológicas y nucleares, así como en la lucha contra el terrorismo y la seguridad espacial».
Delincuencia transfronteriza
-
Tráfico de personas: Los dos países acuerdan «cooperar en la lucha conjunta contra la delincuencia transfronteriza organizada». Berlín hará una norma para que sus fuerzas de seguridad y las británicas desmantelen la logística que las mafias concentran en territorio germano antes de realizar la travesía en el Canal de la Mancha. La semana pasada, Londres y París firmaron otro acuerdo que devolverá de forma casi automática a los inmigrantes ilegales que lleguen al Reino Unido. Trata de disuadirles de pagar a las mafias para hacer un viaje infructuoso.
Transportes
-
Trenes directos: Británicos y alemanes formarán un grupo de trabajo para poner trenes directos entre los dos países en la próxima década. De hecho, la compañía Eurostar prevé lanzar un trayecto Londres-Fráncfort en los primeros meses de 2030 a través del túnel bajo el Canal. Ahora oferta conexiones con Bélgica o lo Países Bajos, pero mediante transbordos.
Mejor acceso
-
Pasaportes: Berlín permitirá que los viajeros habituales con pasaporte británico utilicen puertas electrónicas a partir de finales de agosto.
Intercambios
-
Escolares: Londres y París «valoran los intercambios bilaterales de escuelas y jóvenes». El canciller Friedrich Merz aseguró que sería un «placer» recibir en Alemania a grupos escolares sin pasaportes ni visados y consideró «fundamental» fomentar las medidas que fomenten la movilidad juvenil.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión