25/03/2018 Antonio Clares, Cibrán Sierra y Pablo Prieto (violín), Guillermo Turina (violonchelo), Quim Guerra (fagot), Rocío Márquez y Alfonso Sebastián (clave), y Guillermo Peñalver (flauta) forman La Tempestad.

TIEMPO DE HISTORIA

20 años de La Tempestad

Hemeroteca de laverdad.es (1903-2020)

Manuel Madrid
MANUEL MADRID

Händel, Scarlatti y Bach son algunas de las grandes figuras de la música a las que está homenajendo el grupo de música antigua La Tempestad, con motivo de su XX aniversario, en una serie de encuentros virtuales. A lo largo de estas dos décadas, LA VERDAD ha acompañado a los músicos, informado puntualmente de sus actuaciones en la Región y de su consolidación como uno de los grupos de referencia en el ámbito de la interpretación historicista en España.

El crítico Octavio de Juan, el más veterano de la prensa regional, ha dedicado elogiosas críticas a la formación dirigida por la clavecinista Silvia Márquez. «Lección de buen hacer», tituló De Juan la actuación de La Tempestad, reducida a dúo del flautista Guillermo Peñalver y Márquez, con obras de Corelli, Häasler, J. S. Bach y C. Philip Bach en el Auditorio Regional el 13 de febrero de 2013: «La clavecinista dio toda una lección de buen hacer y de conocimientos estilísticos que, si en el caso de la Fantasía de Wilhelm Hássler en la que actuó sola derivaba a un obligado virtuosismo, en las tres Sonatas de Carl Philipp Emanuel y Juan Sebastián Bách, y particularmente en la última de ellas, BMW 1030, realizó una completa exhibión del rigor que impone esta música».

El 22 de marzo de 2016, en la Catedral de Murcia, La Tempestad dio a conocer en Murcia las 'Lecciones de tinieblas' del más ilustre de la saga familiar de los Couperin, François: «Comedidas y pulcras las instrumentistas [Sara Ruiz, en la viola da gamba, y Márquez desde el clave] y refinadas y magníficas en sus vocalizaciones y ornamentaciones las dos sopranos [Olalla Alemán y María Eugenia Boix]». El 6 de marzo de 2017, en el Auditorio Víctor Villegas, Cammerata de Murcia y La Tempestad interpretaron músicas barrocas sacadas del olvido en «un matrimonio artístico» que despertó «inacabables aplausos».