Kate va... a la cárcel

La duquesa de Cambridge dejó ayer boquiabiertos a los británicos al dejarse fotografiar... en la cárcel. Kate Middleton visitó por sorpresa HM Prison Send, un centro de Surrey, al sureste de Londres, donde cumplen condena casi 300 mujeres. Ni los medios de comunicación sabían a ciencia cierta que iba a estar allí y, por supuesto, tampoco pudieron acompañarla. Lo que buscaba la mujer de Guillermo de Inglaterra era acercarse a un colectivo muy vulnerable y hacer hincapié en la relación directa entre los problemas de adicción y la delincuencia.

Durante el tiempo que pasó en la prisión, se entrevistó con varias reclusas que habían conseguido superar sus problemas con las drogas. «Mi primer contacto con ellas fue a los seis años, cuando encontré bajo la cama de mis padres una caja con jeringuillas», le confesó una. Otra, de nombre Isha Walker, le dio las gracias por apoyar los programas de desintoxicación dentro de las cárceles ya que le han ayudado a abrirse un nuevo camino.

Todo ello caló muy dentro de la joven, que envió un comunicado a los medios donde daba detalles de este inesperado acto de su agenda oficial. «Hoy (por ayer) me acordé de cómo las adicciones están en el corazón de tantos problemas sociales y cómo el abuso de sustancias estupefacientes puede desempeñar un papel tan destructivo en la vida de las personas vulnerables. Volví a ver que una falta de intervención temprana para hacer frente a estos problemas de salud mental y otros similares pueden tener profundas consecuencias para las personas durante toda su vida», escribió.

Un vestido de 439 euros

Durante la visita, que se produjo entre excepcionales medidas de seguridad (se prohibió el uso de móviles), Catalina de Cambridge lució nuevo corte de pelo. La joven se ha vuelto a dejar flequillo, como ya hiciera hace tres años. Entonces no recibió buenas críticas porque le hacía parecer más mayor. Sin embargo, en esta ocasión se la ha visto más favorecida. El look se completaba con un sencillo vestido de 'tweed' gris de la marca The Fold, cuyo precio es de 439 euros. El toque chic se lo daba el volante péplum de la cintura.