La cerveza es una de las bebidas más famosas del mundo. Muchos pueblos han perfeccionado la receta hasta convertirla casi en una bebida sagrada. Se ... cuenta que la cerveza fue creada en Mesopotamia –región que hoy ocupa Irak– hace más de 7.000 años por la primera civilización, la sumeria. Cultivaban cebada y otros cereales y descubrieron que, al fermentarlos con agua, obtenían una bebida alcohólica.
La cerveza, en su variante sin alcohol, se remonta a la Europa medieval. Posteriormente, con la 'Ley Seca', se prohibió en Estados Unidos la venta y el consumo de bebidas con más de 0,5% de alcohol desde 1920 hasta 1933. Entonces los cerveceros descubrieron que, para desalcoholizar, solo era necesario añadir un paso más en la fabricación. De este modo, esta versión sin alcohol se popularizó y la gran mayoría de productores se adaptaron a los nuevos tiempos.
Los fabricantes de cerveza velan por el cumplimiento de las normas comunitarias en materia de consumo y producción responsable que, con sus buenas prácticas y técnicas, permiten garantizar la sostenibilidad medioambiental. Consiguen una estrecha relación entre cerveza, agricultura y medio ambiente como base para el mantenimiento de los tres ingredientes esenciales de la cerveza: agua, cebada y lúpulo. Al hecho de disfrutar de la vida con una cerveza y todo lo que gira en su entorno se le llama 'cervecear' que, acompañado de una tapa de calamares, ensaladilla, tortilla o aceitunas, supone deleitarse del sabor, el olor y los conocimientos asociados a una cerveza bien tirada, clave para el disfrute.
El consumo de cerveza per cápita en España se sitúa en 52,8 litros por persona al año
Con excepción del agua, el conjunto de ingredientes orgánicos que componen el mosto se expresa en gramos ESP (Extracto Seco Primitivo), es la cantidad de sólidos disueltos en el mosto, o sea, la base líquida de la cerveza antes de que se convierta en dicha bebida. Este extracto, medido en gramos por cada 100 gramos de mosto, indica la concentración de azúcares y otros compuestos orgánicos de la malta y otros granos. De este modo se agrupan las cervezas en las siguientes tipologías: cerveza sin alcohol, cervezas tradicionales, cervezas especiales y cervezas extras.
El consumo de cerveza per cápita en España se sitúa en 52,8 litros por persona al año. Existe una caída del 4,9% respecto al anterior. La cerveza forma parte de la experiencia gastronómica. Se consume en el 90% de las ocasiones que comemos y estamos en compañía. Dos tercios de los españoles afirman consumir una media de tres cañas semanales.
Sin embargo, en el pasado año España se posicionó como líder en consumo de cerveza 'sin' en Europa concentrando el 25% de toda la consumida en el continente. De hecho, sus ventas crecieron un 4% confirmando una tendencia sostenida que refleja una transformación en los hábitos de consumo. España continúa siendo el segundo mayor productor de cerveza de la Unión Europea, solo por detrás de Alemania y por delante de países con gran tradición como Polonia y Reino Unido. Termino con esta reflexión: «24 horas tiene un día, 24 cervezas contiene una caja». ¿Coincidencia?
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