Secciones
Servicios
Destacamos
Murcia
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Sábado, 7 de abril 2018, 00:55
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
A la sardina le quedan horas para su quema, pero antes de su último suspiro Alicia Hernández, que este año encarna al personaje de Doña Sardina, pidió anoche permiso en el balcón de la Casa Consistorial para leer su testamento. La directora creativa y fundadora de la marca Dolores Promesas está encantada de la vida en este «paraíso» murciano, y en un acto de amor proclamó a los presentes sus herederos. «Os dejo bendita tierra, la huerta, a los murcianos. La de Europa, siempre escucho. Regadla con vuestras manos pues aquí no llueve mucho».
Hernández, que vive en Madrid, reconoció que «se sufre mucho estando fuera» de Murcia, donde deja al murciano que sabe cuidar esta tierra y que la lleva siempre por bandera. Ella se manifestó enamorada de su lugar de nacimiento, y da fe de que los ojos de una murciana hacen que te enamores de ella. Y relató los más recurrentes tópicos que se asocian al aperitivo murciano: «Marineras, caballitos, un buen vino de la tierra, un quinto de Estrella frío, camareros que se alegran porque el pulpo ya ha 'salío'». Por eso, proclamó que estas fiestas no las entiende cualquiera: «El que nunca ha estado en Murcia en Fiestas de Primavera no le pido que lo entienda. Le diría que viniera y que él mismo se sorprenda». Y, como era de imaginar, para ella no hay ninguna fiesta igual que la sardinera «por mil vidas que viviera». Ella misma definió el festejo como «un desfile de países, de color, de luz, de fuego, la sardina con su corte, del Infante sale luego y se acaba en Ronda Norte».
Parte del testamento de Doña Sardina suele hacer mención a cuestiones de actualidad del año transcurrido, y en este caso citó que «ya tenemos carril bici, aunque siempre está vacío, de tres carriles, ahora hay dos. Las bicis van por el río, y por el carril, ni Dios». Estas alusiones se refieren al polémico carril bici de las rondas de circunvalación, que lleva de cabeza a los automovilistas por los atascos en la confluencia con las glorietas por la reducción de carriles para los coches mientras que por el carril bici apenas circulan bicis.
«Como aún al aeropuerto los aviones no han 'venío', nuestro alcalde es un salvaje, le ha puesto luces al río como pista de aterrizaje», dijo Hernández, coreada por cientos de personas que se dieron cita en la plaza de La Glorieta. «Muchas flores en los jardines ha puesto el Ayuntamiento, son jardines del olor. Otros dicen que un invento para ir de flor en flor». A Ballesta le cayó alguna pregunta incómoda, en relación con proyectos anunciados por el PP que no hay manera de que consigan salir adelante: «Los suspiros son aire y van al aire; las lágrimas son agua y van al mar. Dígame, señor Ballesta: ¿Cuándo tendrán la piscina de Beniaján?». Y también hubo alusión al turista italiano que prendió fuego a la obra estrella de las Fiestas de Primavera, la escultura floral 'Jardín de primavera', un homenaje a la mujer murciana de Campillo. «Al que quemó la escultura del maestro Campillo, que se siente en el banquillo o que mañana arda él».
Sobre el soterramiento y la polémica llegada del AVE en superficie de forma provisional pasó de puntillas: «No sé si es juego de trenes o de tronos, lo confieso, pero hay algo que es seguro: ni en el Barrio del Progreso ni en mi pueblo habrá muro». También habló de Cataluña («no se aclara Cataluña, no hay mujer ni un hombre que se invista president, aquí en Murcia siempre un hombre se inviste por los pies»). Puigdemont tampoco salió de rositas: «Ha declarado que prefiere Sangonera como cárcel aspirante, que en Alemania ni siquiera hay Estrella de Levante». Y del 0,25% de incremento de las pensiones se mofó («qué subida más tacaña») y se preguntó por lo que habrán tenido los políticos de España.
La sardina está «nerviosilla» y al decirle al Gran Pez, Alfonso López, presidente de Postres Reina, que está «hecha un flan» ante su quema, éste le respondió si «de huevo o de vainilla». Y haciéndole la gracia le espetó que con lo gracioso que es tendría que decirnos con qué se peina.
A la familia sardinera le deseó lo mejor para estas fiestas, y al nuevo presidente, José Antonio Sánchez, le dio la bienvenida y dijo que no había mejor candidato. «Al alcalde yo le pido que antes de arder en el fuego que da igual a quien votamos, que mi tierra no es un juego y que escuche a los murcianos». Y dejó un mensaje grabado con fuego: «Si en Murcia sale el Entierro es gracias al sardinero». Y tuvo palabras para hachoneros, para padres e hijos, para el catafalco, para los dioses del Olimpo y los balcones llenos mientras pasa el cortejo del Entierro, y para la Gran Vía «llenetica de paisanos». «Permitidme mis paisanos antes de mi último aliento, despedirme en el balcón. Que encogido, no les miento, tengo yo mi corazón. Como soy una sardina dedicarle yo quería mi final a un pececito, a Gabriel, mi testamento hasta siempre 'pescaíto'».
Por mucho tiempo, dijo, guardará muy dentro todo lo que ha vivido esta semana. Y ahí fue donde animó a levantar pañuelos y hacer sonar pitos, lanzando poderosos vivas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.