El Cartagena reduce su deuda con LaLiga, pero necesita una inversión «urgente»
El débito con la patronal de clubes baja a los 1,8 millones, aunque la última auditoría revela «dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para seguir funcionando»
La última auditoría de cuentas realizada en el FC Cartagena, con fecha de 30 de marzo de 2024, revela «dudas significativas sobre la capacidad de ... la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento». Según este documento, que no se ha hecho público pero al que ha tenido acceso LA VERDAD, la entidad albinegra necesita una inyección económica «urgente», para «cubrir esta incertidumbre» actual a la mayor brevedad.
Esta realidad reflejada en la auditoría contrasta por la dibujada por el presidente del club, Paco Belmonte, en sus dos últimas comparecencias en público, cuando primero dijo que las cuentas de este ejercicio iban a ser «las mejores en la historia del club» y semanas más tarde aseguró que el Efesé se encontraba ahora «en el mejor momento económico desde que está en Segunda».
EN DATOS
-
Deuda a corto plazo Ha bajado de 2,4 a 1,8 millones debido a las restricciones de LaLiga.
-
Patrocinios El Cartagena necesita acercarse a los 1,6 millones de euros en ingresos entre patrocinios públicos y privados durante esta temporada.
-
Otras deudas El club albinegro debe pagar cerca de 400.000 euros en los próximos meses a exentrenadores y representantes de jugadores a los que debe diferentes cantidades.
La buena noticia es que la deuda más urgente se ha reducido en los últimos meses. Este débito está relacionado con el crédito que Duino Inversiones, sociedad que posee el 85% de las acciones del FC Cartagena, solicitó a LaLiga para tapar diferentes agujeros contables. Belmonte y Sánchez Breis, en su intento de reforzar la plantilla para pelear por el 'playoff' de ascenso en la segunda vuelta de la última temporada de Luis Carrión, la 2022-23, generaron un importante déficit que ahora hay que afrontar.
Los fichajes de enero
En verano de 2022 ya se había hecho un esfuerzo importante para firmar a jugadores que entonces eran caros para lo que el Efesé podía asumir, como Kiko Olivas, Escandell, Iván Calero, Borja Valle y Sadiku, más la renovación de Pablo De Blasis y la continuidad de Ferreiro, el segundo que más cobraba entonces en el equipo. En enero se redobló la apuesta con las incorporaciones de Pêpê, Darío Poveda, Martos, Ureña y Eteki.
Dos años antes, en enero de 2021, también se había gastado por encima de las posibilidades reales del club, para firmar a Chichizola, Raúl Navas, Datkovic, Antoñito, Azeez, Aburjania, Cristian López y el propio De Blasis, con el fin de mantener la categoría en el primer año en Segunda.
En Duino temen que falte dinero para cubrir todos los gastos de aquí a junio, aunque Belmonte resta importancia al asunto
En 2023 las cosas fueron distintas. El equipo ni subió ni jugó la promoción de ascenso, Carrión no renovó y llegaron los recortes, con reajustes salariales aceptados por Marc Martínez, Alcalá, Mikel Rico, Musto, Jairo y Ortuño, entre otros. No fue el caso de Datkovic y el croata acabó saliendo de mala manera. Ahí comenzaron los problemas en la tesorería de un club que hasta enero de 2022 tenía la situación controlada. Desde entonces, la cuesta abajo ha sido evidente.
La patronal de clubes, en cualquier caso, cuenta con unos mecanismos muy potentes para evitar que la situación patrimonial de los equipos se descontrole completamente y en los dos últimos años ha activado todos sus resortes para que el Cartagena vaya pagando sus deudas y, a la vez, pueda seguir haciendo frente a sus gastos corrientes.
Esto último preocupa (y mucho) a Duino Inversiones, ya que Felipe Moreno y Andrés López Atenza temen que el club no pueda hacer frente a todos sus pagos de aquí al 30 de junio. Belmonte, por su parte, resta importancia al asunto y, tal y como dijo hasta dos veces en público, sostiene que la situación financiera del Cartagena no es tan alarmante.
Noticias relacionadas
El caso es que LaLiga va cobrándose cada mes el préstamo que hizo al club, algo que también tiene relación con el hecho de que el límite salarial del Cartagena se haya desplomado hasta los 4,1 millones y sea el más bajo de Segunda este curso. Y esto hace que esa deuda a corto plazo se haya reducido desde marzo, cuando se hizo la última auditoría, hasta ahora. De 2,4 ha bajado a 1,8.
En el club insisten en que se están haciendo grandes esfuerzos para aminorar pérdidas, frenar la sangría y equilibrar las cuentas. Pero los auditores son muy claros: la supervivencia del Cartagena pasa por la llegada urgente de dinero, una ampliación de capital y una inversión generosa que dé al proyecto un futuro que ahora mismo no tiene.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión