El Cartagena, un equipo muerto y una grada cansada

Menos de 5.000 espectadores acudieron anoche al Cartagonova, en la que acabó siendo la peor entrada desde que el equipo ascendió en Málaga en julio de 2020. El Cartagena-Albacete, que siempre es una fiesta, pareció un partido de inferior categoría, con 4.976 personas en el estadio. Y eso que vinieron 500 aficionados manchegos. Los peñistas del fondo norte desplegaron un enorme tifo al comienzo e intentaron animar un poco un ambiente muy frío. No lo consiguieron. Detrás de la otra portería protestas contra Paco Belmonte, con los miembros de la peña liderada por Pencho Angosto mostrando carteles de 'Se Vende'. Al final, en el tiempo añadido, casi todo el estadio coreó el «¡Belmonte vete ya!». En la despedida, pitos, algunos pañulelos y mucha resignación.

La primera mitad, en la que apenas hubo ocasiones, fue pareja. El Cartagena resistió bien las embestidas de un Albacete poco entonado y Pablo Cuñat solo tuvo que hacer una buena intervención, salvando un gol de Nabil. El ariete visitante se plantó solo delante del meta albinegro en un contragolpe mal cerrado por los de casa. No cortó Jorge Moreno el avance del punta del Albacete y casi llega el 0-1. Tras el descanso, los manchegos apretaron el acelerador y se quedaron muy cerca de marcar. Ros remató al palo, Quiles no empujó a la red un servicio de Jon Morcillo por muy poco y Cuñat hizo una parada antológica en el 93.

La incapacidad ofensiva del Cartagena tuvo nombre propio en la figura del joven Hugo González. El extremo cedido por el Valencia firmó otra noche horrible y lo normal es que esta Navidad vuelva a su club de origen, ya que ha completado una primera vuelta desastrosa. No obstante, sería injusto quedarse solo en esto. Luis Muñoz hizo la guerra por su cuenta, Gastón Valles no tuvo opciones de aparecer dentro del área y el Pocho Román, con sus regates y sus buenas intenciones, se quedó muy lejos también de lo que se necesita para competir en el fútbol profesional. Así las cosas, a nadie le debe sorprender que el Efesé no chutara ni una sola vez entre los tres palos. El milagro que buscaban los de Jandro tenía que venir a balón parado y tampoco estuvieron acertados en esa faceta. El equipo ha sido vulnerable atrás e inofensivo arriba durante toda la primera vuelta. Este viernes, al menos dejó su portería a cero, es cierto que contra un Albacete que lleva bastantes semanas con muchos problemas para ver portería. Pero en ataque mostró todas sus carencias. Ortuño, que no tocó el balón en los 12 minutos que estuvo en el campo, llega al parón navideño sin marcar ni un solo tanto en la liga. Es un dato que habla por sí solo.

El Cartagena cerró este viernes la peor primera vuelta de su historia, con solo 14 puntos. Los números reflejan el pésimo rendimiento del equipo durante estas 21 jornadas, en las que ha sido el conjunto más flojo de Segunda, junto al Tenerife. El destino parece escrito, puesto que repetir el milagro de la temporada pasada se antoja prácticamente imposible. Al incierto futuro en el campo se le suma la inestabilidad institucional y los problemas económicos. Hay que hacer una revolución en el mercado de enero y no hay dinero para ello. Y ni siquiera sabemos si habrá cambios inminentes en los despachos, ya que el club sigue en venta y la continuidad del proyecto de Belmonte es completamente insostenible. Pero es que no hay ninguna alternativa seria a corto plazo.