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Rincón de Pepe, 100 años de historia viva de la gastronomía murciana
En su centenario, chefs y personalidades locales recuerdan a su fundador, Raimundo González Frutos, y su legado y aportación a la cocina tradicional de la Región
Lydia Martín
Murcia
Martes, 7 de octubre 2025, 00:57
Hablar de Raimundo González Frutos es hablar de un legado que permanece vivo en la restauración murciana. Han pasado 100 años desde que Rincón de Pepe inició su andadura, un lugar en el que surgiría el talento culinario de un joven que empezó vendiendo vino en el local de sus tíos y acabó trayendo la primera Estrella Michelin a la Región de Murcia. Tanto tiempo después, sus pasos y voces aún resuenan, con su marcada sonrisa, en la memoria de quienes le conocieron y supieron admirar su aportación incalculable a la gastronomía.
LA VERDAD y Grupo Orenes han querido rendir homenaje al complejo hostelero en su centenario reuniendo ayer en un evento a chefs, personalidades locales y público de todas las edades para poner en valor su aportación a la cocina tradicional murciana. Porque Rincón de Pepe es más que un hotel y un restaurante: es «una parte viva de la historia murciana». Así lo definió su director, Enrique Carballido, reflejando la evolución de este templo gastronómico de la mano de sus gentes, tradiciones, fiestas y cocina. «Raimundo fue una persona anticipada a su tiempo, un innovador que supo interpretar la riqueza del producto local murciano y transformarlo en un lenguaje gastronómico universal», recordó, aludiendo a un «legado vivo que sigue en el corazón de quienes ven la gastronomía como cultura, identidad y futuro».
Y es que en las paredes del restaurante se ha respirado «murcianía». Tal vez porque en ellas resonaban los morteros que escuchaba Raimundo cuando se iba a media mañana a la huerta a oír «la picada que hacían las huertanas para sus guisos», recordaba Domingo Simón Guirao, quien durante años fue su segundo de cocina. Pero de ellas también nacían nuevas recetas, como sus afamadas berenjenas a la crema, que sigue atrayendo a comensales de toda España. «Esta receta ha dejado raíces y funciona muy bien, porque la gente quiere la receta clásica y tradicional y se da cuenta si la quieres alterar o fusionar», indicó el actual chef de Rincón de Pepe, Ginés José Nicolás. Tanto ha sido el calado de este plato que hasta el escritor Manuel Vázquez Montalbán lo mencionó en uno de sus artículos definiéndolo como un «culto a la berenjena». Pero el éxito de sus elaboraciones abarcaba también los nidos de ternera o el guiso de cocido de pava con pelotas, de las que podían servir más de 150 raciones en barra. «Era entrar a trabajar y no parar, con cuatro ollas puestas en el fogón y no llegábamos», contaba Domingo Simón.
Aunque ahora pueda parecer un plato tradicional y normalizado, «lo que hacía Raimundo en su día era alta cocina de la época». Según el chef Pablo González-Conejero, «la grandeza de Rincón de Pepe es que fue la base de nuestra cocina tradicional». «Ha perdurado en el tiempo porque sentó las bases, pero los propios murcianos no sabemos ni somos capaces de entender la dimensión que tuvo este hombre en la gastronomía nacional», aseguró. Comparó su capacidad, gracias a su personalidad, para hacer las recetas inmortales con la de los chefs actuales, más guiados por el momento y el cambio constante de propuestas, aunque compartan la misma perspectiva innovadora.
«Nadie va a poder igualar ese legado y figura, porque ahora todo es diferente, y fue una persona que hizo viajar a la gente en una época sin comunicaciones», matizó el chef de Cabaña Buenavista, recordando que «va a representar la gastronomía de la Región por siglos».
Saborear felicidad
Para Raimundo González, la felicidad era el ingrediente principal. Ahora, Ginés José Nicolás intenta verla reflejada en las caras de los comensales y en sus gestos. «Cuando ves que la gente ama y acepta lo que haces desde la cocina, es una recompensa y satisfacción muy grande», confiesa, aclarando el detalle que todo el equipo pone en cada elaboración. Es por eso que sus clientes repiten, siendo parte de una gran familia.
Según González-Conejero, la dignificación del oficio en los últimos años que ha hecho que los cocineros dejen de ser una «figura invisible» –en parte potenciada por los medios de comunicación–, ha ayudado en la percepción del cliente. «Los murcianos nos sentimos orgullosos de nuestros restaurantes y del trabajo que hacemos. Las familias tienen su restaurante favorito donde van a celebrar sus eventos. Nos convertimos en la casa de la gente», añadió. Pero no todo sucede en la cocina, sino que la sala cada vez gana más importancia, porque ahora comer es una experiencia. «No puedes tener una buena comida y que no te acompañe la sala. En eso no te puedes quedar atrás», indicó Mari Cruz García, propietaria del Restaurante Virgen del Mar.
«Queremos posicionarnos como un destino en el que gastronomía, cultura y hospitalidad van a ir siempre de la mano», indicó Enrique Carballido
«Ahora importa hasta la vajilla, porque todo es un conjunto y suma. Por eso es un «error distinguir entre cocina y sala, porque lo interesante es no saber dónde acaba uno y empieza el otro y que todo el mundo esté involucrado de la misma manera», defendió el chef de Cabaña Buenavista.
Seguir siendo referente
Rincón de Pepe sigue siendo epicentro de la gastronomía murciana y un espacio de encuentro. En su siglo de historia ha recibido a artistas, escritores, pintores, cantantes, músicos, viajeros o políticos, haciendo que se respire patrimonio, cultura, tradición y modernidad. Con este evento, y con otras actividades que están celebrando durante todo el año, su equipo actual mira «atrás con gratitud y hacia delante con ilusión», tal y como compartió Enrique Carballido.
En pleno proceso de renovación para dar nuevos usos y servicios a sus clientes, pero sin perder la esencia que les ha hecho especiales en estos 100 años, el objetivo del complejo hostelero es seguir siendo referente en Murcia y el Levante Español. «Queremos posicionarnos como un destino en el que gastronomía, cultura y hospitalidad van a ir siempre de la mano», señaló.
Domingo Simón Guirao Ex segundo jefe de cocina
«Raimundo ha sido el mejor jefe que he tenido»
Domingo Simón Guirao entró en el año 1972 a la cocina de Rincón de Pepe, con 18 años, y encontró en Raimundo González más que un jefe; fue como un padre. Trabajó 16 años para él, y en las diferentes ocasiones que quería irse a otros lugares a trabajar para probarse, él le llamaba y lo «rescataba». «Me trató muy bien y para mí es el mejor jefe que he tenido», contaba del que se acabó convirtiendo en amigo. De esta «persona generosa», definía, recuerda muchas vivencias, como cuando sus compañeros no querían salir a los banquetes fuera de la ciudad y él le acompañaba, o las jornadas en las que no daba abasto con más de 300 comensales pidiendo a carta. En su recuerdo, a día de hoy aún sigue haciendo berenjenas a la crema.
Mari Cruz García Propietaria del Restaurante Virgen del Mar
«Yo soñaba con ser como él»
Mari Cruz García soñaba con ser como Raimundo González. Así lo compartió ayer en el evento con motivo del centenario de Rincón de Pepe, un lugar que ha sido para ella un referente. Como propietaria del Restaurante Virgen del Mar, en vez de usar materias primas de cercanía de la huerta, lo hace del mar, ya que su ubicación en Mazarrón le brinda el ingrediente principal de calidad que necesita. Apuesta por pescado salvaje, «del que no come pienso», para protagonizar su carta. En ella, destacan sus guisos marineros, «todos con sabor a mar y elaborados todos los días», compartía, para dar valor gastronómico a su restaurante. La Faraona, como la conocen, conoció a Raimundo en los últimos años y compartieron una amistad cargada de anécdotas.
Ginés José Nicolás Chef del Restaurante Rincón de Pepe
«La gente está pendiente de todo lo que hacemos»
Ser jefe de cocina heredero de un templo gastronómico como Rincón de Pepe, pesa. «Cuando empiezas y te dan la responsabilidad, te tiemblan las piernas, porque te exige mucho y quieres estar a la altura; y es una altura que necesita muchas horas y trabajo y dedicación», compartía en el evento. Sin embargo, sabe que con un buen equipo se hace todo más fácil. Lo importante es «no descuidarse ni un segundo, porque la gente está pendiente de todo lo que creamos», confesó. A pesar de la presión inicial, ahora ya se siente como en casa: prepara nuevos guisos, recupera los de antes que marcaron las especialidades de su antecesor y conserva la tradición y la identidad en los platos que va rotando por temporadas.
Pablo González-Conejero Chef de Cabaña Buenavista
«Nadie podrá igualar el legado de Raimundo»
Cuando Pablo González-Conejero llegó al restaurante Arzak y nombró su procedencia murciana, la figura de Raimundo y Rincón de Pepe surgió de inmediato. Lo mismo le sucedió en cada cocina fuera de la Región que pisó, dándose cuenta de la importancia de su figura para la gastronomía. «Es la mayor figura que hubo, hay y habrá a nivel gastronómico en la Región, porque nadie podrá igualar el legado», señaló durante el evento. Para él, esto solo lo podía conseguir «alguien con una personalidad como la suya a la hora de tener claro lo que quiere hacer y de generar un equipo», indicó, subrayando este último aspecto como parte fundamental de la trayectoria de Rincón de Pepe.
«La historia de Rincón de Pepe no termina hoy aquí, sino que continúa en cada chef que apuesta por la autenticidad, en cada producto con denominación de origen y cada turista que descubre nuestra región con cada uno de sus sabores», añadió durante la clausura la directora general de Competitividad y Calidad Turística, Eva Reverte, animando a «seguir disfrutando de nuestra herencia, que huele a historia, talento y verdad» gracias a personas como Raimundo González.
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«Raimundo fue un defensor de la huerta y los productos de cercanía»
En este 'Viaje por la gastronomía' con motivo del centenario de Rincón de Pepe, el concejal delegado de Turismo, Comercio y Consumo del Ayuntamiento de Murcia, Jesús Pacheco, recordó a Raimundo González en una charla con el periodista gastronómico Pachi Larrosa, quien guió el evento. Lo definió como «el padre de la gastronomía murciana moderna», debido al desarrollo de su cocina y forma de entender este arte. «Un embajador de Murcia», señalaba, pero no solo a nivel local o regional, sino en todo el país.
Pacheco defendió la memoria de Raimundo González como el «pionero de la alta cocina», pero también un defensor a ultranza de la huerta y los productos de cercanía. «Ya lo tenía claro cuando salía a ver y apuntar las recetas de la gente mayor de las pedanías, porque sabía que si estas personas se morían, se perdían», alabó. Eso ha permitido tener «un legado y un patrimonio inmaterial tremendo, porque la gastronomía es la muestra de la identidad del pueblo, pero también es proyección y pertenencia», subrayó el concejal.
Por todo esto, no es de extrañar que en la lista de méritos reconocidos del fundador de Rincón de Pepe esté el nombramiento como Hijo Predilecto de Murcia y doctor 'honoris causa' por la Universidad de Murcia, el Premio Nacional de la Gastronomía y la Medalla de Oro al Mérito Turístico, entre otros títulos, incluyendo una plaza con su nombre en la ciudad. En definitiva, «un icono en la murcianía».
«Raimundo ha sido maestro de muchos de los grandes cocineros que hemos tenido y actualmente tenemos, y que pasaron por su cocina y sus manos», indicó. Recordó una de las frases que le regaló hace unos años: «La cocina y los restaurantes son emoción y producto», porque así lo veía y plasmaba él.