El campo regional abraza el avance multidisciplinar de la biotecnología

El uso de microorganismos como inoculantes para movilizar fuentes de fósforo pobremente disponibles en el suelo o para que el agua de pozo, por su mayor salinidad, no sea un factor limitante a la hora de producir funciona en el sector agrario de la Región de Murcia, que apuesta por las soluciones de la industria biotecnológica para seguir siendo uno de los principales motores de la economía. Ambas actividades, que llevan bastante tiempo avanzando en tándem, se complementan mutuamente, lo que les permite crecer de manera vertiginosa.

Son muchos los casos de éxito registrados en la Comunidad Autónoma y en otros puntos del mapa nacional e internacional, ya que uno de los puntos fuertes de la biotecnología es su capacidad de adaptación y personalización a cada cultivo. La plataforma empresarial e investigadora que representa AgritechMurcia reúne, entre otras, a un grupo de compañías dedicadas a la biotecnología agraria, que producen biofertilizantes y bioestimulantes que protegen la tierra y potencian la producción agrícola sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Uno de sus muchos logros fue la doble cosecha encadenada de brócoli: «Salieron perfectas», definió Carlos Mirabet, CEO de Agrozymes, agregando con prudencia que, 'grosso modo', el agricultor puede ahorrarse hasta un 30% en fertilizantes si utilizara microorganismos.

Esta fue una de las ventajas de la actividad biotecnológica que se puso sobre la mesa en el desayuno informativo que ayer se celebró en las instalaciones de LA VERDAD. El encuentro, moderado por el periodista Manuel Buitrago, jefe del Área de Local de este diario, reunió a un panel de expertos vinculados estrechamente con la biotecnología, como Irene Guillén, jefa del Servicio de Formación y Transferencia Tecnológica (SFTT) de la Región de Murcia; Pedro Nicolás, director técnico de campo de Mariano Sáez; Manuel Tornel, investigador del Imida y director de proyecto de Itum, y Carlos Mirabet. El evento estuvo organizado por LA VERDAD, con la colaboración del Gobierno regional, a través de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, el SFTT y AgritechMurcia.

«El balance es positivo», subrayó Nicolás, en alusión a la experiencia de su empresa a raíz del uso de microorganismos. «Llevamos tiempo trabajándolos; aunque requieren de un seguimiento técnico asiduo para comprobar cómo están respondiendo, se traduce en rentabilidad», aseguró. Esta práctica, en su caso, se suma a otras acciones puestas en marcha en el campo, como las sondas de humedad del suelo o los programadores remotos de cabezales de riego. Incluso formación.

Al respecto, Guillén puso el acento en la necesidad de formar a los agricultores, con el objetivo de que adquieren los conocimientos necesarios para tomar las mejores decisiones y que sus negocios salgan a flote. En este sentido, el SFTT ofrece un amplio catálogo formativo (FP, certificados de profesionalidad y formación continua), con más de 190 acciones formativas. «Nos hemos dado cuenta que para los cursos de 'Usuario Profesional de Productos Fitosanitarios' no hemos tenido problema a la hora de llenar aulas, pero sí para los relacionados con las tecnologías», apostilló, al tiempo que reclamó mano de obra joven y especializada en el agro para garantizar el relevo generacional. Aun así, presumió de que la Región de Murcia disponga de un sector primario puntero, pero avisó: «Nos falta perder el miedo a seguir formándose».

Todo lo contrario sucede en el Imida, el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental, donde la mejora en el catálogo de variedades de uva de mesa es continua. Para muestra, este organismo público lleva desde los años 90 aplicando herramientas biotecnológicas en este ámbito, como el cultivo in vitro, los marcadores moleculares y la embriogénesis somática. «Hemos desarrollado 20 variedades de uva de mesa, que habría sido imposible obtener sin el uso de estas herramientas biotecnológicas», sostuvo Tornel. De hecho, la variedad 'Itumfifteen' obtuvo el Premio Agro que concede LA VERDAD, en 2017, en la categoría 'Producto-Variedad del Año': «Era la primera que habíamos conseguido con cruzamiento de resistencia», reconoció. En la actualidad, renombrada como 'Rose Caramel', es de las variedades que más se cultivan.

El camino hacia una agricultura más sostenible ya ha comenzado.

Las empresas biotecnológicas integradas en AgritechMurcia tienen alto perfil innovador y de desarrollo y cuentan con equipos de profesionales de amplia experiencia en I+D+i, que facilitan que la ciencia se convierta en la base de la producción de plantas más resistentes al estrés hídrico, a las plagas y a las enfermedades, permitiendo la reducción de tratamientos fitosanitarios más convencionales, gracias a la introducción de microorganismos o el aumento de las poblaciones de los mismos, el uso de purines y materias orgánicas... «Conseguimos una cultura sostenible, ya que aprovechamos los recursos naturales y eliminamos los residuos de las mismas fincas», remarcó Carlos Mirabet.

Una visión que compartió Pedro Nicolás, quien expuso que para combatir la plaga de la araña roja en los campos cítricos, ante el desuso de los acaricidas, los agricultores están apostando por métodos respetuosos con la biodiversidad, como la introducción de depredadores naturales que detecten y eliminen esa especie. «El campo y los procesos de producción estamos abiertos a nuevas soluciones», indicó. Por su parte, el Imida pone a disposición de los productores de uva de mesa en general y ecológicos en particular algunas variedades que presentan genes de resistencia frente a hongos, como la ya mencionada 'Rose Caramel' e 'Itumseventeen', que les reporta un ahorro económico y respeto medioambiental, al evitarles el uso de fungicidas en sus plantaciones.

Con todo, el SFTT hace hincapié a los agricultores en que se doten de conocimientos y recursos antes de dar un salto al vacío. En sus doce Centros de Demostración Agraria (CDA) realiza multitud de actividades de investigación, experimentación, innovación, transferencia tecnológica y de demostración, «porque una misma variedad puede no funcionar igual en dos comarcas diferentes», dijo Irene Guillén con ahínco. «Queremos acompañar a los agricultores a nuestras doce fincas para que le sirvan de escaparate –comparó– y decidan qué plantar». Ejemplo de ello son los cultivos de moras en el CDA Llano de Molina, en Molina de Segura, y de trufa del desierto en el CDA Las Nogueras de Arriba, en Caravaca de la Cruz, entre otros.

• Temas
• Agricultura
• Región de Murcia
• Economía en la Región