Puerta de Murcia triunfa con su cocina huertana, carnes a la brasa y arroces

Con un concepto de restaurante-asador, especializado en carnes, arroces y platos típicos de la cocina murciana, Puerta de Murcia se alza como uno de los puntos gastronómicos más destacados del mapa regional. El establecimiento, fundado por el matrimonio formado por Jerónima Pérez y Antonio Caravaca, se ha ganado a pulso este posicionamiento gracias a su cocina tradicional con aires vanguardista, además de su entorno con terrazas y rodeado de jardines en Churra y su proximidad al centro de la capital y los centros comerciales, en apenas unos minutos a ambas direcciones. A esto se suma la garantía de aparcar con facilidad en el lugar, lo que mejora la experiencia desde el primer momento.

Su marcada búsqueda de la excelencia se refleja en su carta, basada en la cocina tradicional murciana y clasificada por aperitivos (con el pulpo roquero como joya de la corona), entrantes, ensaladas, platos combinados, carnes, arroces, postres y helados. Eso sí, todas las recetas son caseras. Mención especial merecen las carnes elaboradas al horno y a la brasa, un estilo que se ha convertido en santo y seña de Puerta de Murcia, así como los arroces. De estos últimos, que son por encargo, destacan las variedades de conejo con caracoles, de pollo, de verduras, de marisco, a banda y de pulpo.

Además, los comensales pueden degustar entre semana y fuera de carta una serie de guisos con solera, como la olla de cerdo, la olla gitana, el arroz con habichuelas, el mondongo y las lentejas, entre otros, sobre todo en los meses de menos calor. Porque una de las máximas del restaurante es que los clientes disfruten con todos los sentidos, tanto de la rica y variada gastronomía como del entorno.

Otro buque insignia del restaurante es su selección de postres caseros, con propuestas para todos los paladares que incluyen la tarta de queso al horno, el pan de Calatrava, la tarta de la abuela, la tarta de tres chocolates y, de un tiempo a esta parte, la torrija con helado de turrón o vainilla.

Puerta de Murcia, con 14 años de trayectoria, destaca igualmente por el producto fresco, que le suministra diariamente su red de proveedores locales de verduras, hortalizas y frutas, así como de carnes (cordero segureño) y salazones. Los mariscos proceden de la lonja de Santa Pola y las carnes de vacuno, en concreto, de los principales mercados del norte de España y otras regiones de Europa, como Alemania, Polonia y Portugal.

La innovación también forma parte del ADN de Puerta de Murcia. Porque su firme y decidida apuesta por la cocina tradicional no le frena para introducir mejoras y novedades en su actividad; de hecho, estos cambios de forma periódica permiten dar respuestas a las demandas del público, ofreciéndole siempre la mejor experiencia.

La buena prensa y acogida de la sociedad animan al restaurante a seguir con la misma ilusión del primer día para superarse a sí mismo y prestar en todo momento la mejor atención. Aquí juega un papel muy importante Jerónima Pérez, quien ha mantenido y transmitido el legado de sus abuelas acerca de las buenas prácticas de la huerta de Churra y alrededores y el noble arte culinario, «dejándonos a día de hoy su toque inigualable en la cocina casera y en los guisos típicos de nuestra zona», subraya su hijo y actual gerente del negocio familiar, Juan Francisco Caravaca.

Su esplendor se extiende a todo tipo de eventos. Los clientes pueden celebrar en estas instalaciones desde bautizos, comunidades y bodas íntimas hasta reuniones con amigos y compañeros de trabajo, garantizándoles siempre el mejor servicio y calidad. Sin duda, Puerta de Murcia sigue representando los valores gastronómicos de la cocina más tradicional y vinculada a este territorio.

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