Gran Rhin pone sobre la mesa el sabor del mar

Gran Rhin aporta a la gastronomía de Murcia un local en pleno centro, en el barrio de San Pedro y junto a la plaza de Las Flores, donde poder disfrutar del mejor sabor del mar. Tomarse una marinera, un matrimonio, una hueva de mújol y de atún rojo de Ricardo Fuentes es posible en este restaurante que se caracteriza por ofrecer los mejores manjares en una ubicación excepcional.

Fue en 2019 cuando Miguel Ángel Morcillo García se aventuró a plasmar su concepto de gastronomía en un local que desde entonces no ha dejado de crecer. «Empecé este bonito proyecto en un local que estaba a falta de ese cariño y cuidado tanto en producto como servicio y ahora, Gran Rhin es un referente gastronómico en el que disfrutar de los productos del mar más exclusivos y diferentes al resto de locales de la zona», indica su fundador.

Uno de sus puntos fuertes es el jamón de mar de Ángel León de Restaurante Aponiente, único en la Región de Murcia, cortado a cuchillo en un jamonero, y que complementa con todo tipo de mariscos procedentes de Galicia, traídos a diario garantizando su frescura, o los pescados y mariscos de Santa Pola, que reciben frescos incluso en lunes, siendo uno de los pocos sitios de la zona que abastecen este día de estos productos.

Entre sus platos estrella también está la gamba roja de Santa Pola, tanto a la plancha sobre un piedra de sal Rosa del Himalaya o hervida al momento para los paladares más exigentes, o la hueva de atún rojo de almadraba en salazón con almendras marconas fritas en casa. También dispone de ostras Gillardeau, ostras gallegas, quisquilla hervida, navajas o percebes, además de caviar iraní Belluga, chanquete de temporada, camarón gallego y cangrejo de mar de Bering. Estos productos exclusivos son los que diferencian a Gran Rhin del resto de restaurantes, además de su ubicación.

Las instalaciones de Gran Rhin cuentan con un espacio en el que se puede tomar un aperitivo, comer o cenar, tanto en barra como en mesas altas como en mesas bajas en salón, si lo que prefiere el cliente es estar más tranquilo y apartado del murmullo de la barra. Sus grandes ventanales, que dan a la calle, son muy demandados por su visibilidad y la belleza del entorno junto a la iglesia de San Pedro.

«Nuestros clientes valoran nuestro cuidado con el producto de primera calidad y nuestro trato tan cercano que brindamos de lunes a domingo en nuestra barra y en nuestro salón», matiza Miguel Ángel.

Con ganas de seguir creciendo y abanderar la excelencia gastronómica, el objetivo del restaurante es seguir con esa línea de producto de máxima calidad y seguir mejorando cada día en tener el mejor servicio. «Seguiremos cuidando y respetando nuestros productos para que Gran Rhin siga abierto muchos años más en nuestro bonito local, para que la gente que nos conoce nos siga visitando como hasta ahora y que la gente que no nos conozca vean que es un proyecto en el que podrán disfrutar de los mejores manjares del Mediterráneo y otros mares», concluye el gerente.

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