Los taxistas de la Región ya no temen a Cabify
El sector regional del taxi reconoce que la llegada de Cabify hace un año no ha provocado el terremoto temido, mientras la firma valora su implantación en cientos de viajes diarios
La amenaza no era para tanto. Por lo menos en la Región de Murcia. El desembarco del sector de vehículos de transporte con conductor ( ... VTC), sobre todo, a raíz de la implantación de la firma Cabify con las aplicaciones de reserva, el 6 de marzo de 2019 –hace justo casi un año–, ha sido una sombra menos alargada de la que se temían los taxistas. Por ello, la disputa por la clientela está muy lejos de los conflictos que se viven en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. Y es que aunque hay 110 licencias de VTC, en realidad son una docena los que se mueven diariamente por las calles de Murcia, y algunos menos por Cartagena y La Manga, algo que evoluciona en verano a la inversa.
«Nuestro menor peso turístico y también de desarrollo económico influye en que tengan una presencia reducida», reconoce a LA VERDAD el presidente de la asociación Radio Taxi en la Región, Sergio Navarro. «Empezaron fuerte los primeros meses, pero han ido disminuyendo su grado de actividad, también porque los propios ciudadanos se han dado cuenta de que son más caros, mientras que en nuestro caso se trata de tarifas fijas». También hace hincapié en «la alta calidad del servicio que prestamos, con flotas renovadas», al igual que la implantación de herramientas tecnológicas, «como es una aplicación móvil propia de reservas».
En la Región operan unos 740 taxis, de los que la capital murciana cuenta con unos 300, que cubren también la terminal del aeropuerto de Corvera. Por su parte, Cartagena dispone de otros 200.
De todas formas, aunque no se ha producido el terremoto temido con la llegada de las aplicaciones de VTC –Uber tampoco ha dado un paso al frente en este territorio–, los taxistas insisten en su exigencia a la Administración para establecer una regulación ordenada. Según Navarro, «el problema estriba en que estas empresas han ido cambiando su rol de servicios exclusivos, con coches de alta gama y recorridos largos, para competir con el taxi».
Sin embargo, en Cabify no entran en valoraciones y consideran «muy positiva» su implantación en Murcia. «Desde el inicio pudimos comprobar que los murcianos tenían un fuerte interés en el uso de alternativas de movilidad digitales, y el 30% de las personas que han viajado con nuestra aplicación eran ya usuarios en otras ciudades, y han recurrido nuevamente a nosotros para moverse aquí». Por eso están «satisfechos» con su crecimiento, «en línea con nuestras previsiones» y «estamos seguros de que podemos seguir creciendo».
Las licencias ascienden a 110 en todo el territorio regional, aunque su presencia real en la calle se queda en el 20%
Fuentes de la compañía mantienen que «se solicitan en la aplicación cientos de trayectos diarios» y los fines de semana «es el momento con más demanda del servicio». También ponen como ejemplo a Cartagena, donde han ampliado su cobertura, ofreciendo trayectos bajo reserva previa (6 horas de antelación) para una nueva opción de conexión con Murcia, o traslados al aeropuerto y la estación del tren.
Por otra parte, además del servicio particular, también ofrece otro especializado en traslados corporativos, Cabify Empresas, que utilizan tanto firmas locales como compañías de otras partes de España que visitan Murcia por motivos de negocio; de hecho, acaparan alrededor del 50% del total de los viajes que gestiona.
Regulación estatal
La Comunidad Autónoma considera, igualmente, que para que el sector del taxi y el de los VTC tenga una convivencia armónica es necesaria «una regulación estatal con el objetivo de asegurar una competencia leal entre ambos medios de transporte y que operen en igualdad de condiciones en todo el territorio nacional».
«Queremos garantizar los derechos y la seguridad de los usuarios», advierte el consejero de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Diez de Revenga, a partir de un planteamiento «a favor de la libertad de elección de cada usuario del sistema de transporte que mejor se adapte a sus necesidades», aunque siempre que estos medios «trabajen en condiciones de igualdad y certifiquen los estándares de calidad que requiere el transporte público». Por ello, entiende que el decreto de VTC que promulgó el Gobierno de Pedro Sánchez es «fruto de una decisión unilateral, y crea un vacío de regulación».
Mientras tanto, a los taxistas y a sus empresas competidoras no les queda otra que seguir batiéndose el cobre en la Región en una convivencia marcada por el momento por la tranquilidad.
La Comunidad registró 71 inspecciones el año pasado y 33 sanciones
Para evitar la competencia desleal y el intrusismo, así como asegurar los derechos de los usuarios del transporte, la Comunidad Autónoma estableció una regulación para hacer efectivo el control sobre los VTC, que contempla el refuerzo de las inspecciones para que se cumpla la normativa, empezado por el distintivo de identificación. Así, el balance de inspecciones durante el pasado año alcanzó a un total de 71 vehículos VTC en la Región, y se emitieron 33 sanciones (alguno puede tener varias). Eso sí, no hubo licencias suspendidas, según informa la Consejería de Fomento.
La última norma regulatoria al respecto sobre el sector fue de aplicación a partir del pasado 1 de agosto, consistente en que tienen que llevar una matrícula de color azul con los números y las letras en blanco en la parte trasera del vehículo. También se controla el Registro de Comunicaciones de los Servicios de VTC, del Ministerio de Fomento, para conocer los vehículos que están realizando un servicio autorizado. Con esta herramienta se controla la limitación de que no se pueda operar más de un 20% cada tres meses fuera del territorio donde se tiene domiciliada la licencia.
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