Almendras Murcianas apuesta por el potencial de la algarroba apoyada en la innovación
Desarrollo ·
La cooperativa impulsa este cultivo con un futuro que va más allá de los usos tradicionalesRubén Aragón
Murcia
Miércoles, 2 de julio 2025, 00:03
En un contexto de cambio climático y escasez de recursos hídricos, la cooperativa Almendras Murcianas se ha consolidado como una entidad de referencia en la producción de almendra y algarroba en la Región de Murcia.
La firma, asociada a la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam), fue fundada en 1.989 en Fuente Álamo, reuniendo actualmente a 396 socios «que apuestan por la agricultura sostenible y por la calidad», contribuyendo activamente al desarrollo del sector agrícola murciano, como indican desde la cooperativa.
Algarroba, un cultivo en crecimiento
En los últimos años, la región ha visto como el cultivo de la algarroba (Ceratonia siliqua) ha resurgido con fuerza en las explotaciones agrarias regionales. Desde Almendras Murcianas explican que «este fruto, perfectamente adaptado a la climatología de la Región de Murcia, ha demostrado ser una solución rentable y resiliente frente a la creciente escasez de agua».
En este sentido, desde Fecoam apuntan que «a la incertidumbre hídrica que padecen los productores y agricultores de la región», hay que sumar además el impacto de un cambio climático con eventos cada vez más extremos y cambiantes, con efectos muy perjudiciales para las explotaciones agrícolas.
Así, la algarroba, con su resistencia a la sequía y sus bajos requerimientos agronómicos, la convierten en una opción cada vez más atractiva para los agricultores. Para la entidad, «la algarroba no solo ofrece ventajas económicas, sino también ambientales. Sus raíces profundas contribuyen a fijar el suelo, prevenir la erosión y regenerar áreas degradadas».
En la actualidad, Almendras Murcianas gestiona unas 300 hectáreas de algarrobo, de las cerca de 1.000 hectáreas con las que cuenta la Región de Murcia, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). La cooperativa cuenta con una producción anual de un millón de kilos de algarroba, de los cuales 300.000 corresponden a cultivo ecológico.
La entidad cuenta con la certificación del Consejo de Agricultura Ecológica de la Región de Murcia (Caerm), «algo que asegura que la producción de Almendras Murcianas es de la más alta calidad». Esta certificación ecológica «refuerza nuestro posicionamiento en un mercado cada vez más exigente, donde los consumidores valoran el origen, la sostenibilidad y la trazabilidad del producto».
El cultivo de la algarroba, al igual que otros muchos, ha experimentado diferentes cambios, gracias a la innovación impulsada por productores y agricultores, y centros de investigación, lo cual ha resultado en, por ejemplo, nuevos productos más allá de sus usos tradicionales.
Desde la firma se pone de ejemplo el fomento de estudios que desde el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida), se realizan sobre su uso en alimentación humana, a la hora de incrementar su valor añadido.
Para Almendras Murcianas, «el potencial de la algarroba va mucho más allá de lo que tradicionalmente estamos acostumbrados». Empresas innovadoras desarrollan en la actualidad chocolates saludables sin cacao, harinas especiales y espesantes ecológicos a partir de la algarroba.
En este contexto, Almendras Murcianas «tiene ante sí la oportunidad de explorar alianzas con estas empresas para diversificar su oferta y generar mayor valor añadido».
Buenas prácticas
La almendra sigue siendo el pilar principal de la cooperativa, que produce anualmente 1.800.000 kg en cultivo convencional y 140.000 kg en ecológico. Esta entidad «apuesta por una amplia diversidad varietal», incluyendo Ramillete, Garrigues, Avellanera, Colorada y Antoñeta.
Desde la dirección de la cooperativa afirman que «apostamos firmemente por la sostenibilidad, aplicando prácticas agrícolas responsables como el uso de cubiertas vegetales y la promoción de la biodiversidad». Estas técnicas «permiten conservar la humedad del suelo, mejorar su fertilidad y favorecer el equilibrio ecológico en las fincas».
Retos del sector
A pesar de las ayudas actuales de la Política Agraria Común (PAC), desde Almendras Murcianas destacan la necesidad de seguir fomentando apoyos específicos para el cultivo de la algarroba. La cooperativa reclama mayores incentivos para la reconversión varietal y la modernización de las plantaciones, así como la necesidad de atraer a jóvenes agricultores al sector para asegurar el relevo generacional. Además, el sector de la almendra y la algarroba se enfrenta a la competencia internacional, especialmente de Estados Unidos y Marruecos, por lo que la diferenciación a través de la calidad y la sostenibilidad es clave para mantener la competitividad.
«Almendras Murcianas demuestra día a día que es posible modernizar la agricultura tradicional con prácticas sostenibles y visión de futuro», reivindican desde la firma. «Nuestro trabajo no solo garantiza productos de alta calidad, sino que también contribuye a proteger el medio ambiente y a mantener viva la cultura agrícola murciana». La recuperación de la algarroba y el impulso de la producción ecológica «son pasos firmes hacia un modelo más resiliente, rentable y sostenible para las generaciones venideras», concluyen.
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