El UCAM se queda a un suspiro de la heroica en Tenerife

Una defensa más agresiva que eran los últimos coletazos antes de morir de un equipo visiblemente cansado, correspondida por un ataque sin especulaciones, dio incluso opciones finales de triunfo en un final de mucho acierto. Sin embargo, el terreno perdido había sido demasiado como para que ni con una pequeña dosis de fortuna, como un triple después de fallar a caso hecho un tiro libre, o los dos libres fallados por Abromaitis en una antideportiva, permitieran celebrar una, ya para entonces, utópica victoria.

Firmado el armisticio en La Laguna, el Tenerife ha dado oficialmente caza al UCAM en las once victorias, y los de Sito Alonso mirarán ahora con atención qué pase en la jornada del domingo, en la que podrán verse también alcanzados por equipos fuera de puestos de 'playoff'. El consuelo que queda a los murcianos es el de haber sido ganadores del 'basket-average' particular con los tinerfeños, pues el duelo de ida fue resuelto favorablemente por doce puntos (80-68).

De reconocimiento fue para el UCAM verse vivo en el último cuarto a tenor de las sensibles bajas, pues esto se dio, principalmente, a un gran estudio de su rival. Con un quinteto titular de lo más sorprendente, que incluía a Falk (con una carrera total en Liga Endesa de cinco minutos hasta entonces), el UCAM buscó meter al Tenerife, el equipo que menos posesiones por partido juega de la competición y que tiene una media de edad superior a los 32 años, en un ritmo alto de juego que le incomodara, aun a pesar de que eso significó regalar tres prematuros contraataques a los locales.

No con un gran acierto ofensivo, pero sí con mucha actividad en defensa, el UCAM fue consiguiendo en el primer cuarto este objetivo (11-16, minuto 8), en tal que carburaba un Marcelinho Huertas que la temporada pasada batió su récord histórico de anotación (43 puntos) ante los murcianos.

Pero que el brasileño habitúe a hacer buenos partidos ante el UCAM es también en cierta medida porque es por donde Sito escoge que se le quede corta la manta. La gran fuente de creación de los de Vidorreta es el bloqueo directo central sobre el siempre joven Huertas, al que tanto costó encontrar a Shermadini, que solo encontró la comodidad en los cinco minutos del horror murcianos que llegarían más adelante.

El caso es que la genialidad de Marcelinho es mucho lo que abarca, y su lectura no solo del bloqueo para finalizar él, sino también del partido para jugar posesiones largas, en donde también es muy efectivo el Tenerife, cambió la tendencia a una más lenta y favorable para los aurinegros. Cerrado el campo abierto para el UCAM, los de Vidorreta se dispararon con el rifle de Kyle Guy, autor de tres triples seguidos que dieron la máxima diferencia hasta entonces (34-25, minuto 17). Un momento de erupción apenas contenido por la brega de Diagne y Radovic antes del descanso (36-29).

Con mucho partido por delante y consciente de sus limitaciones, el UCAM no perdía el temple por verse por debajo. Simplemente debía evitar mirar muy de lejos a los tinerfeños, que después de una jugada de cinco puntos (antideportiva y triple en la posesión extra) recuperarían su máxima ventaja (43-34, minuto 23).

El plan defensivo del UCAM no perdía el rigor pese a las puntuales desventuras, y la respuesta llegaba con un parcial de 0-8 al que solo le faltaba un tiro libre adicional fallado por un incisivo Ennis para empatar. Pero que el UCAM reaccionara venía por una defensa del bloqueo central, gran déficit de la temporada, en el que mucho tuvieron que ver las anticipaciones de los defensores de las alas, así como la pegajosa marca y los espontáneos dos contra uno sin ansia por usar las manos sobre Guy, anulado en la segunda parte. Y el premio terminaba por llegar, empatando y luego adelantando al Tenerife con dos triples seguidos (47-48, minuto 29), ventaja de un punto que se mantendría para los diez minutos finales (52-53).

Pero hasta ahí llegó el UCAM, que bajó una pizca las revoluciones, en parte condicionado por un Todorovic que sigue fuera de forma y al que, después de hacer trabajar mucho defensivamente a Shermadini, ahora los minutos se le hacían demasiado largos. Dos veces seguidas le ganó el rebote en ataque el georgiano, pero lo que motivaba el tiempo muerto de Sito cuando solo iban 50 segundos de último cuarto era un triple de Salin que su equipo había venido negando muy bien todo el partido (57-53, minuto 31).

Volvía el UCAM del tiempo muerto con pérdida de un Jelínek que disfruta de mucha más confianza por parte de su entrenador que el menor de los Kurucs o Falk, ambos con una única entrada en el partido, pese a lo poco que da a cambio. Los minutos pasaban y el UCAM seguía sin anotar. Huertas y Shermadini estaban mejor asociados que en todo el partido, y con técnica a Sito incluida, el Tenerife volaba hacia el triunfo (71-56, minuto 35). Tanto, que el tiempo muerto universitario a falta de cinco minutos del final el entrenador ya hablaba de controlar el 'basket-average'.

Olvidada la presión por ganar, un UCAM que había tardado cuatro minutos en sumar canasta desenroscó la tapa del aro tinerfeño y atacaba con la verticalidad que había olvidado, con el mejor y más decidido Caupain de la temporada (73-64, minuto 39). Entre él y Ennis bajaron la desventaja a solo seis con un parcial de 2-11 en el que digno de aplauso era el paso adelante de Diagne, el mejor en defensa en la tarde de hoy.

Precisamente el senegalés fue objeto de falta a 14 segundos del final y el marcador en 75-69. Metió el primer tiro libre y tiró el segundo a fallar, haciéndose Sleva con el rebote y abriendo el pase a Caupain para el triple. 75-73 a falta de 10 segundos y opciones de ganar. Pero al querer para el reloj, Sant-Roos cometió una antideportiva casi calcada como la de Hezonja a él mismo en la victoria ante el Madrid… que dio dos tiros libres a Abromaitis, que también los falló. En la posesión extra Marcelinho Huertas fue tan escurridizo como listo y el tiempo corrió sin ser parado.