Máximo Quiles: «Sabía que me iba a ir bien en el Mundial; el trabajo es casi más importante que el talento»
«Aún no se me ha borrado la sonrisa desde Mugello, pero quiero ganar más carreras; sueño con ir escalando y lograr varios campeonatos en MotoGP»
Pasó de la cuna a la moto, sin tiempo de espera ni necesidad de adaptación. Aprendió a pilotar casi al mismo tiempo que a dar ... sus primeros pasos. Y, desde entonces, su futuro parecía escrito. Máximo Quiles (Murcia, 17 años) se transforma cuando pisa el asfalto. Al rebufo del talento de otras joyas del motociclismo como Acosta o Aldeguer, el piloto del Aspar Team está construyendo un camino brillante en el Mundial. Ojito derecho de una leyenda como Marc Márquez, su imberbe apariencia pasó desapercibida para muchos. Hoy ha adelantado a casi todos. Por el interior y el exterior. Y quiere más.
–¿Se le ha borrado la sonrisa desde que se bajó del podio de Mugello o ha sido imposible?.
–La verdad es que no. Sigo muy ilusionado y ahora tengo aún más ganas de seguir luchando por conseguir victorias después de la primera. Quiero más.
–¿A qué sabe el primer triunfo? ¿Qué se siente desde lo alto del podio?
–Un alivio muy grande. Había rozado la victoria en alguna carrera antes y me había quedado sin ella por poco. Es la satisfacción al trabajo bien hecho, un sueño cumplido.
–¿Qué cambió con respecto a otros grandes premios?
–La experiencia, que la voy ganando carrera a carrera. En Silverstone fallé a la hora de frenar y me puse muy nervioso. Me faltó tener más tranquilidad en la última vuelta, pero era la primera vez que me encontraba en esa situación. Y en Aragón me cogieron el rebufo y se complicó el final, por eso en Mugello opté por ir yo detrás y ser el que adelantase en los últimos metros.
«No me frustró, pero quién sabe dónde estaría ahora en la clasificación si hubiera corrido»
–Es una lucha constante en Moto3 con numerosos cambios de líder y continuos adelantamientos. ¿Cómo vive esa batalla?
–Es más complicado aún de lo que se puede ver por televisión porque todos quieren ganar y son competitivos. Yo al principio lo veía como una locura y muy difícil poder lograr un triunfo, pero intentaba mantenerme positivo. En la primera curva aprieto los dientes y rezo porque no me dé nadie, ya he visto cómo se llevan por delante a varios.
–¿Se esperaba un arranque tan brillante? ¿Dónde está el secreto?
–Estaba convencido de que tenía velocidad, que podía hacerlo bien, pero también tenía claro que entraba en un Mundial y era algo a lo que no me había enfrentado antes, diferente a todo. Sabía que con trabajo y luchando podía estar delante y afortunadamente todo ha llegado muy pronto. Con saber solo no vale, el trabajo es el que se come al talento. También es clave tener un entorno con experiencia porque el Mundial es algo nuevo para mi y en el Aspar Team lo he encontrado, me dan mucha calma para subirme a la moto y saber que todo va a ir bien.
–¿Le frustró no poder competir las dos primeras carreras por no haber cumplido los 17?
–No mucho. Ya sabía que no iba a poder estar, pero no podíamos decir que no a subir a Moto3. Quién sabe dónde estaría en la clasificación si las hubiera corrido.
–Tampoco pudo subirse a la moto en Catar y Jerez por una lesión en el dedo. ¿Cómo lo gestionó a nivel emocional?
–Fue un momento muy difícil porque venía de debutar en Austin con ritmo, con ganas de volver a competir, y cuando me dieron la noticia ya en Catar me llevé un palo muy grande. Mis padres se enteraron en el mismo aeropuerto. No me lo esperaba porque todos los médicos que habíamos visitado en España nos dijeron que era solo un golpe, que estaba todo bien, y luego me confirmaron una rotura en el hueso. Pensé: 'Madre mía, menuda liada' y terminé destrozado moralmente. No sabía cuantas pruebas me iba a perder, fueron dos pero parecía que podía ser más. Perderme Jerez, mi circuito favorito, fue un bajón. Lo seguí con rabia desde casa.
«Me aportan la calma necesaria dentro y fuera de la pista. Son un plus de motivación»
–Los primeros en felicitarle por los buenos resultados, incluso antes que sus padres, siempre son Marc y Álex Márquez. ¿Qué le une tanto a ellos? ¿Qué significan?
–Me hace sentir genial tener a dos pilotos como ellos al lado. Me ayudan y me aportan tranquilidad dentro y fuera de la pista. Son un plus de motivación. Me dicen que pilote como yo sé y me comentan si ven algún fallo para que mejore, Con ellos y con mi equipo no puedo estar en mejores manos.
–Dice su padre, José David, que se subió a una moto con cuatro años y, desde ahí, a ganar campeonatos. ¿Qué recuerdos tiene de esa etapa?
–Comencé con cuatro amigos debajo de mi casa porque los alrededores era todo huerta y había calles cortadas. Nos metíamos por ahí a hacer 'ochos' y a veces pasaba la Policía y nos teníamos que ir. Tengo recuerdos muy bonitos. Al final he ido escalando junto a mi familia, subiendo de categorías y ganando campeonatos. Está siendo muy bonita la escalera hacia arriba y ojalá seguir subiendo más.
–¿Mamó de él la pasión por las motos?
–Sí, él fue piloto y me metió en este mundo. Me siguió de cerca cuando iba haciendo el cabra por ahí con la moto de juguete. Se notaba que tenía ganas de subirme a una y él me acercó la posibilidad.
–Dicen de Máximo que es un chico familiar, cariñoso, entregado a los suyos. ¿Qué hace cuando regresa a Murcia después de tanto viaje y de ponerse a más de 200 kilóemtros por hora?
–Lo que más me gusta es pasar tiempo con mi familia y con mi gato. Y practicar otros deportes. También admito que soy un viciado a la videoconsola. Soy una persona que cambia mucho a cuando está encima de la moto. No se creen que sea la misma persona. Paso de estar enfocado debajo del casco en ganar a hacer trastadas en casa. Parece que tengo dos personalidades.
–Va coleccionando trofeos en su primer año en el Mundial de Moto3 y camino de convertirse una estrella con solo 17 años. ¿Qué le pide Máximo Quiles al futuro?
–Seguir luchando por ganar carreras en esta categoría. La primera este fin de semana en Assen. Después me gustaría subir a Moto2 y luego a MotoGP. Sueño con ganar varios títulos de campeón del mundo, no uno solo. De momento tengo que pensar en Moto3 e ir paso a paso, carrera a carrera. El tiempo dirá cómo va todo. Esto acaba de empezar.
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