Paula Vergara, una infancia bañada en oro
Cierra una década de triunfos ganando el Europeo júnior y ya piensa en su salto a la categoría sénior. «Las rivales ahora serán más duras», confiesa
La niña de oro del taekwondo regional se ha hecho mayor. A partir de enero competirá en categoría absoluta, con las mejores del país. Y Paula Vergara, de 17 años y residente en el barrio de Los Barreros, se ha despedido de su etapa como júnior como mejor sabe hacerlo: ganando. En su último campeonato, el Europeo de clubes, se colgó una nueva medalla de oro tras superar a Estela Andrade, del Gym Koryo de Reus; a la francesa Julie Rouzier; y a María Montoro, del CD Tonbal de Mataró.
La cartagenera, que estudia en el colegio Franciscanos, trabaja desde sus inicios con los maestros Kang Cheng Kil y Kang Seong Dong, ambos coreanos. El segundo es su actual entrenador. Practica taekwondo desde los 3 años y le dedica tres horas diarias a sus entrenamientos, siempre en el gimnasio Kang, en la calle Pintor Balaca. El año que viene empezará la carrera de Enfermería. Quiere ser matrona y cada vez tiene menos tiempo para el deporte. «Hay que hincar mucho los codos», reconoce Paula.
PEQUEÑA BIOGRAFÍA
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Nombre y edad Paula Vergara. Tiene 17 años. Es de Los Barreros.
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Su modalidad Técnica y freestyle.
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Club Gimnasio Kang de Cartagena.
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Entrenador Seong Dong Kang.
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Su currículum Ocho veces campeona de España y más de 300 medallas en campeonatos nacionales e internacionales. Siete medallas de oro y tres de plata en Campeonatos de España de freestyle. Oro en Nacional de Hapkido de 2016 y bronce en el de 2017. En la temporada 2017-18 ha sido campeona de los torneos de Valencia, Navarra, Madrid y Andalucía. Y ha ganado el oro en el Open de Francia y en el Europeo júnior por clubes. 5ª en el Mundial de Taiwán.
No obstante, «mi intención es seguir muchos años entrenando y compitiendo», avanza una joven deportista con un palmarés al alcande de muy pocos. Ha ganado ocho campeonatos de España y acumula más de 300 medallas en torneos nacionales e internacionales. Ahora que tiene el Europeo, le falta el Mundial. En el último, celebrado el mes pasado en Taiwán, obtuvo una meritoria quinta plaza.
A Paula no le da miedo el salto a categoría sénior, donde tendrá que jugarse las medallas con mujeres de entre 18 y 30 años. «Ahora viene una nueva etapa. Las rivales serán más duras y cuentan con más experiencia. En marzo tenemos el Campeonato de España y será un buen test para saber a qué nivel me encuentro. Yo tengo que seguir entrenando, como siempre, y concentrarme en hacer mi trabajo lo mejor posible», cuenta la taekwondista cartagenera, una de las grandes especialistas del país en la modalidad de técnica.
Ritmo y compenetración
Ella no lucha con nadie. Habitualmente, sale al tatami en solitario y realiza «una serie de movimientos en un tiempo específico que tienen que salir perfectos. Es una especie de exhibición en la que deben mostrarse todos los movimientos y aquí se premia el ritmo y, cuando compites en dúo o trío, la compenetración con tu pareja o tus otros dos compañeros. También he competido a veces en freestyle, que es similar aunque con el matiz de que el ejercicio se hace con música y hay que interpretar una especie de coreografía», resume Paula.
De momento, no se ve dando el salto al combate olímpico. Esa sería su única oportunidad de ir a unos Juegos, ya que la modalidad de técnica (la que lleva practicando desde los 3 años) no es olímpica. «No me veo luchando en el tatami. No voy a cambiar de modalidad, ya que nunca he practicado el combate. Nunca me ha gustado eso de que me peguen [se ríe]. Estoy especializada en técnica y freestyle y por ahí voy a seguir. No son modalidades olímpicas, aunque ojalá eso cambie, algún día lo sean y pueda participar en unas Olimpiadas. Sería lo máximo», confiesa la joven taekwondista.
Paula indica que estos últimos días «han sido ajetreados» y que la repercusión de su triunfo en el Europeo «ha sido alta», especialmente en su entorno de amigos, tanto en el colegio como en el gimnasio. «Aquí [al gimnasio Kang] vienen muchos niños cada tarde y todos me dan la enhorabuena, me dicen que quieren parecerse a mí y que soy un ejemplo para ellos, que están empezado a practicar taekwondo. Lógicamente, eso es un orgullo. Y son cosas que te dan fuerza para seguir, sobre todo en los momentos malos», dice.
«Tantas medallas te hacen olvidar los dolores»
Aunque ella no pelea en el tatami ni recibe golpes, tanta exigencia y tantas horas de entrenamiento acaban haciendo mella. «Al final cargas mucho determinadas zonas, como la cadera, la espalda y las piernas, y tienes dolores. Suelo ir al fisio, aunque no todos los días. Y se puede llevar. Al final, tantas medallas te hacen olvidar los dolores», admite Paula Vergara, quien se apuntó a taekwondo con solo 3 años porque su hermano ya lo practicaba. Y a los 6 ganó su primera medalla de oro en un Campeonato de España.