Disciplina, jerarquía y amistad en el tatami

No es fútbol. Ni fútbol sala. Ni siquiera baloncesto o tenis. Y por eso, machacados por la actualidad y el foco mediático, rara vez aparecen en los medios de comunicación. Ahora, metidos de lleno en la Navidad y con el parón de todas las competiciones, merecen que su labor salga a la luz. Grande y vistosamente. Por eso, José Antonio Solano se muestra totalmente agradecido y predispuesto cuando recibe la llamada de 'la Verdad', comunicándole las intenciones de sacar adelante esta información. Él es el presidente de la Federación Murciana de Taekwondo y, a su vez, gestiona y está metido de lleno en el día a día del Club Artes Marciales Cartagena, uno de los más antiguos de la Región y con un importante peso a nivel nacional. «Estamos acostumbrados a no salir en los medios, a que no nos hagan caso. Pero es que para nada somos un deporte minoritario», recuerda.

No le falta razón. No son minoritarios. Ni tampoco novatos. El Club Artes Marciales empezó a funcionar «en 1976», a la par de la puesta en largo del Pabellón Central. Fue constituido como entidad a principios de la década de los 80 y, desde entonces, su crecimiento es imparable, más de lo que un cartagenero de a pie podría imaginar. Imparten clases de taekwondo, judo y hapkido, además de competir en estas modalidades a nivel regional, nacional y europeo, con los chavales que despuntan desde pequeños. «En taekwondo, somos uno de los clubes más grandes de España. Tenemos 500 fichas federadas», cien más si se cuentan el resto de artes marciales. Están desplegados en todas los pabellones municipales, e incluso en los locales sociales, donde dan clases a niños a partir de los 4 años. «Llenamos siempre y gozamos de bastante buena salud, desde el principio», asegura Solano.

Él precisamente es uno de los precursores de las artes marciales en la ciudad. El taekwondo le corre por las venas. Empezó con 10 años y, ahora, con 55, lleva casi dos décadas al frente de la Federación Murciana. Solano ha visto crecer el Club Artes Marciales cuando aún estaba muy verde. «No se sabía ni pronunciar la palabra taekwondo. Le decían karate coreano. En su momento, el Ayuntamiento invirtió y disponíamos de un tatami de 35 metros cuadrados en el Pabellón Central. Uno muy grande y moderno para los tiempos que corrían. Las administraciones vieron futuro y así ha sido», reconoce.

El club posee un medallero de más de doscientas distinciones, colocadas en las vitrinas del Pabellón Centrales, entre copas, medallas y premios durante todo este tiempo. «¿La fórmula secreta? Tenemos un grupo de 14 monitores, que conocen la filosofía y nuestro modo de trabajo: en su momento fueron alumnos y no hace falta explicarles nada. Ademas, desde siempre hemos mantenido unos precios muy populares». La matrícula en el Pabellón Central, el sitio donde es más caro, va desde los 20 hasta los 30 euros, y hay descuentos si hay mas de un hermano y por ser familia numerosa.

En el Club Artes Marciales Cartagena, los diferentes entrenadores están convencidos de que la fórmula del éxito, para mantener la demanda de niños cada vez más pequeños, son los valores que transmiten los deportes como el taekwondo, que, a diferencia de otros equipos, aquí lo compiten en sus dos modalidades. la técnica y el combate olímpico. «Nuestra diferencia con cualquier otro deporte es que aquí no necesariamente tienes que competir. Puedes practicarlo sin más, hasta la gente mayor», dice Solano.

Bien lo sabe la entrenadora Elena Matrán, que a su vez en la encargada de coordinar el día a día en el club. Da clases de taekwondo a los más pequeños, de lunes a viernes, y también pertenece al cuerpo técnico de la selección española. Ella convive a diario, durante prácticamente las veinticuatro horas del día, con las artes marciales. «Es una locura. Lo que nos destacan muchos padres es que, además de estar encantados, aprenden a defenderse, ganan elasticidad y se lo pasan bien. Saben que el estiramiento es fundamental, para trabajar la técnica con los brazos y piernas».

Hace unas semanas, el club logró sumar un nuevo oro a su medallero. Lo hizo al conquistar la liga infantil regional de taekwondo, en modalidad de combate, y el regional junior, ambos disputados en Torre Pacheco. A principios de mes, la pareja formada por Candela Mora y Francisco Javier Sánchez conquistaron el bronce en el campeonato de España en técnica. «Aquí priman valores como la disciplina y el compañerismo», sentencia Solano.