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Carolina Marín, ayer en la UCAM, con su última medalla de oro conseguida en el Mundial de China. Guillermo Carrión / AGM
Bádminton

Carolina Marín, de «subidón» en la UCAM

La onubense, ambiciosa, dice que quiere ser la mejor de la historia tras lograr su tercer Mundial

FERNANDO PERALS

MURCIA.

Miércoles, 8 de agosto 2018, 02:19

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Si hay un nombre en el deporte femenino español que desde hace ya algunos años está acaparando portadas es el de Carolina Marín. Esta joven onubense de 25 años adscrita a la UCAM, donde ayer habló del Mundial conquistado el domingo, su tercera corona, empezó desde muy pequeña en el deporte que ahora le ha llevado a lo más alto: el bádminton. Ha sido la primera en ganar tres Mundiales y ya es considerada una de las mejores de la historia con la raqueta y el volante.

Tras conseguir cuatro Campeonatos de Europa (2014, 2016, 2017 y 2018, este último en su tierra, Huelva), un oro olímpico en los Juegos de Río de Janeiro de 2016 y dos Mundiales en 2014 y 2015, Carolina Marín lo ha vuelto a hacer. El pasado domingo logró, por tercera vez, proclamarse campeona del mundo. Lo hizo en la cuna de las mejores deportistas de bádminton de la historia, China, más concretamente en la ciudad de Nankín.

SUS DATOS

  • Títulos Oro en Río 2016. Campeona de Europa en 2014, 2015, 2016 y 2018. Campeona del Mundo en 2014, 2015 y 2018.

  • Estudios En 2016 se matriculó en el grado de Fisioterapia en la Universidad Católica de Mucia.

  • Sus inicios Comenzó a jugar en el Club IES La Orden de Huelva. Con 16 años fue la primera española en ganar una medalla (plata), en el Europeo júnior de 2009.

Marín se ha encargado de mostrar un deporte del que está enamorada y por el que entrena más de ocho horas al día. Su ilusión, motivación y duro trabajo le han hecho cosechar grandes triunfos durante su todavía corta carrera, acompañada del que es su entrenador y parte indispensable de todo lo conseguido: Fernando Rivas.

«Me gustaría ganar dos Mundiales más y otra vez en los Juegos Olímpicos»

Ayer, la cúpula de la UCAM, universidad que la patrocina y en la que estudia Fisioterapia desde 2016, con José Luis Mendoza al frente, recibió a la campeona del mundo para rendirle el homenaje que se merece. La propia deportista confesó que los estudios los lleva mal por la falta de tiempo debido a la preparación deportiva, pero agradeció el apoyo que ha recibido de la institución murciana y de sus seguidores.

La exigencia física a la que está sometida esta campeona europea, olímpica y mundial le pasa factura y en el último año y medio ha tenido que frenar su ascenso meteórico por problemas físicos. Además, tras las últimas Olimpiadas, la onubense vivió un momento débil en su carrera. Ayer contó cómo ha vuelto a llegar a lo más alto: «La parte psicológica es fundamental en mi vida deportiva. Me caracterizo por mi poderío físico y mi cabeza. Al final de los Juegos pasé una etapa muy difícil en mi vida porque, tras haberlo conseguido todo, me preguntaba: '¿Y ahora qué?'. Las dos últimas semanas de cara a la preparación del Mundial han sido claves para sentirme con fuerza, determinación y seguridad conmigo misma, y para volver a encontrarme con mi verdadera esencia. El Mundial ha sido un punto de inflexión».

La onubense quiso destacar un aspecto de su personalidad como principal ingrediente de su reciente triunfo y de todos los anteriores: «Lo que me ha llevado a lograr todos los títulos en mi carrera ha sido mi carácter luchador. Es un carácter innato por querer conseguir lo que una se propone».

«Me enorgullece que el bádminton esté captando a nuevos aficionados»

Carolina Marín ha permanecido en el escalón más alto del bádmintón durante muchos años seguidos. Ahora, ha vuelto a colgarse el oro pero no puede decir si vuelve a estar como antes deportivamente: «No sé si he recuperado mi mejor nivel pero sí he vuelto a encontrar mi esencia, la que me lleva a competir en lo más alto y a luchar por medallas. A veces hay que bajar un poco para volver a coger el subidón y reencontrarte, y ahora mismo me siento así».

El bádminton es su vida. Se lleva dedicando a él desde que era muy pequeña y ha conseguido alcanzar metas inmejorables para el deporte español. Gracias a sus éxitos y a la brillante imagen que muestra al mundo, la labor de Marín ha dado como resultado una evolución de este deporte a nivel nacional: «Desde hace un año hasta aquí me he enterado que ha habido un crecimiento importante. Se ha producido un gran aumento de licencias de jugadores de este deporte y en la calle se puede ver a padres e hijos jugar de vez en cuando. Esto me enorgullece mucho. Hemos puesto el bádminton en un lugar muy alto, que es el que se merece».

La española ya se ha hecho un hueco entre las mejores de la historia en este deporte. Tradicionalmente, las jugadoras chinas han sido consideradas las mejores y las que más triunfos han cosechado. Marín viene de ganar en este país asiático su tercer Campeonato del Mundo, y eso es algo que tiene un sabor especial: «Sabe muy bien ganar en un país como China, que tiene a las mejores jugadoras. Nosotros cuando vamos a China lo hacemos con miedo, porque a veces no nos favorecen mucho en el tema de los entrenamientos, no se expresan en inglés, y llegamos expectantes por ver lo que pasa. Pero la verdad es que la semana ha ido increíble. He notado un gran cambio en cuanto al trato allí y en los propios voluntarios que me tenían mucho cariño y que incluso me deseaban suerte en los partidos. Me he sentido muy acogida y eso me ha dado mucha energía».

Toca vacaciones

El futuro de la onubense pasa por reponer fuerzas, cargar pilas y tomarse unos días libres antes de volver a la dura batalla de entrenamientos y competiciones: «A partir de ahora toca vacaciones. Me apetece desconectar y llenarme de energía con mi familia para afrontar los nuevos retos. La semana que viene volveré a los entrenamientos. La próxima competición es un 'súper 300' en Barcelona y luego llegarán los 'grand slam'».

El sueño de Carolina Marín está muy claro y supone una demostración de la ambición que caracteriza a esta deportista: «Quiero ser la mejor jugadora de la historia. Me gustaría conseguir dos Mundiales más y otros Juegos Olímpicos».

Tras muchos meses de sufrimiento, de duro trabajo físico y mental, el oro del Mundial llega como mejor medicina a su época más difícil desde que llegó a la élite. La motivación y la ilusión por lograr sus metas personales vuelven a presentar a una Carolina Marín que continuará acaparando portadas y colgándose medallas en el futuro.

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