El Orihuela (1-0) pudo golear al Badalona de reforzar antes el ataque con De Las Cuevas y Goyo
Sergi Guilló no sacó al goleador Florián, además de que Hamza entró en fatiga por regatear en exceso y lejos de la portería rival
Pedro J. Bernabeu
Lunes, 13 de mayo 2024, 10:39
Ganó (1-0) el Orihuela. Pero dejó un regusto a gran ocasión desaprovechada. De reforzar antes el ataque el entrenador, Sergi Guilló, con De Las Cuevas, Goyo y Florián, goleador que ni salió del banquillo, por el dominio y llegadas al área rival en el tramo final -ante un Badalona que decepcionó a dos veteranos entrenadores con ascensos, presente ayer en Los Arcos, -Antonio Pedreño y el oriolano Machuca-, los escorpiones tal vez dispondrían hoy de mayor renta de goles. El partido de vuelta es el próximo domingo.
Los aficionados oriolanos merecen matrícula de honor. Porque a pesar de los precios de las entradas, el graderío del campo municipal de Los Arcos registró la entrada de unos 3.000 espectadores en el partido de ida de las semifinales por el ascenso a Primera Federación. El alcalde, Pepe Vegara, acompañó en el palco al presidente del Orihuela CF, Eloy Moreno.
«El Orihuela desplegó fútbol típico de promociones de ascenso, con muchas precauciones, porque si cometes un error pierdes toda posibilidad cara al partido de vuelta en el feudo del rival. Pero el Badalona me ha decepcionado. Esperaba mucho más de ellos.», comentó el exentrenador pilareño Antonio Pedreño, en clubes como el Cartagena, además de varios ascensos a Segunda División B, entre otros con el Horadada y Lorca, así como numerosas promociones de ascenso.
Pedreño, consejero del Real Murcia, explicaba a preguntas de este periódico el motivo de su presencia en Los Arcos: «Me gusta muchísimo el fútbol. Estoy aquí invitado por el presidente, Eloy Moreno, en compañía de Ángel Pic, el director general de Vega Fibra, empresa que ha firmado un convenio para patrocinar al Orihuela CF, la próxima temporada, con el deseo de todos de que pueda ser en Primera Federación».
«Alu, el mejor del partido»
Fue tajante el veterano exentrenador Pedreño, curtido en mil batallas, al afirmar con rotundidad que Alusine, mediocampista todavía escorpión: «Está por encima de todos los demás, aunque en la plantilla del Orihuela hay futbolistas con calidad técnica y otros que son veteranos de mucha experiencia. Pero me ha encantado Alu, el mejor del partido, de nivel superior, sin duda, de todos los que he visto hoy sobre el campo. Posee mucha velocidad y agresividad, es inteligente, y sabe siempre muy bien, en todas las situaciones, qué hacer con el balón. Toma las decisiones más adecuadas, no pierde balones, y roba balones a los contrarios».
De las estadísticas de ayer, el internacional con la selección absoluta de Sierra Leona, como casi siempre desde que llegó en enero del Vélez, destacan sobremanera sus capacidades, sobresalientes, fuera de lo común en Segunda RFEF, de arrebatar balones a los rivales.
Frente al Badalona, pese a continuar en período de recuperación de molestias musculares, pero ante la necesidad de colaborar con sus compañeros, jugó 84 minutos (Camacho entró en su lugar) pero fue capaz de recuperar hasta ocho balones, más la interceptación de otros cuatro, en pases de los rivales, para evitar acciones de contraataque.
Seis en bloque defensivo
Sergi Guilló, el técnico escorpión, apostó por comenzar el partido con un bloque defensivo de seis futbolistas más el portero Aitor Arias: Marc Sirera en el lateral derecho, pero con numerosas incursiones al ataque por su banda, con Espejo (Aschalew le sustituyó en el minuto75) y Mendi para aportar seguridad en el centro zaga, más Juanma intentando cerrar el carril izquierdo de la retaguardia; por delante, dos mediocampistas defensivos, Booker y Alu.
Minutos antes del partido, cuando por la megafonía se cantó la alineación del Orihuela, sorprendió a la inmensa mayoría de los 3.000 aficionados la ausencia en el once inicial del mediocampista ofensivo De Las Cuevas, por su indudable estado de forma sobresaliente en los últimos partidos, su calidad técnica con balón, y su veteranía con experiencia en ascensos.
Y fue también sorpresa la presencia en el banquillo de Goyo, por sus veloces incursiones al ataque por la banda izquierda, junto con De Las Cuevas los dos más peligrosos para las defensas rivales en los últimos partidos con el Linense, en Cartagena Goyo con dos tiros que de milagro no fueron goles, y en el último partido de la liga con el San Roque de Lepe en Los Arcos, tanto Goyo como De Las Cuevas, los más destacados en ataque junto con el veterano goleador Florián y Brian.
De hecho, cuando ambos saltaron ayer al césped -Goyo en el minuto 64 por la tarjeta de Juanma, ante el peligro de una segunda y de quedar su equipo con un jugador menos, más cuando De Las Cuevas salió del banquillo en el minuto 75- el ataque del Orihuela comenzó a mejorar considerablemente. A partir de estas dos incorporaciones, sin duda, se registraron más llegadas a las proximidades del área de Ortega, portero hasta ese instante prácticamente inédito.
Porque hasta el único gol, de Callejón para el Orihuela, llegó de un tiro lejano de Kamal, pero potente del centrocampista formado en La Fábrica -la cantera del Real Madrid- cuya trayectoria desvió la pierna de Recasents. Este rebote del balón despistó al portero. Pero con astucia y siguiendo la trayectoria del esférico, el veterano Callejón, muy atento y con un desmarque veloz, empujó el balón con maestría con la rodilla derecha, al fondo de la portería, justo ya sobre la línea blanca.
Esperar y observar
En su debut como máximo responsable de un equipo en promociones de ascenso, Sergi Guilló apostó con claridad por esperar para observar lo que podían hacer los jugadores de Kiku Parcerisas.
El Badalona tomó la iniciativa, como si jugase en campo propio, con cuatro zagueros, más dos mediocampistas y tres más adelantados, si bien uno de ellos bajaba de vez en cuando a la zona del medio campo. Alternado los posicionamientos en 1-4-3-3 y 1-4-4-2.
Por su parte, el técnico del Orihuela apostó como siempre por la seguridad del portero Aitor Arias, protegido por cuatro zagueros (Marc Sirera, Espejo, Mendi y Juanma), con dos pivotes defensivos (Booker y Alu), otros tres más adelantados (Hamza por la derecha, Kamal en el centro y Callejón por la izquierda), con el goleador Revilla por delante. Un sistema flexible en 1-4-2-3-1 más las continuas incorporaciones al ataque del lateral Marc Sirera pegado a la banda derecha.
Las estadísticas del Badalona cantaban y ninguna sorpresa hubo. El once del ultradefensivo Kiku Parcerisas, antítesis del fútbol catalán más creativo, había cosechado 10 partidos sin goles, 5 derrotas por (1-0) o (0-1), más 5 empates (0-0) y 6 victorias (1-0). Su arma preferida: el contraataque.
Pero ayer en Los Arcos casi a nadie inquietó, salvo casi al final del partido, en el minuto 88, cuando Valverde cazó un balón a la altura del punto de penalti. Y por suerte para los escorpiones su tiro salió medio metro por encima casi rozando el travesaño. Un solo tiro de gol en todo el partido. Pero qué susto para los aficionados. Pudo ser el empate (1-1).
«Solo un tiro, el Badalona»
«Me habían contado que el Badalona era muy peligroso al contragolpe. Poco hizo en ataque; sólo un tiro, el Badalona. Sólo el tiro de Valverde en el minuto 88. Marcamos un gol que parece poca renta. Y ahora toca aprovecharla para superar la eliminatoria», manifestó el técnico oriolano José Antonio Rodríguez Girona 'Machuca'.
«Qué pena tantos kilómetros de distancia entre Orihuela y Badalona. Porque es muy complicado el desplazamiento para los aficionados que seguro querrían tener más posibilidades de apoyar allí a nuestro equipo», concluyó Machuca, un oriolano que como entrenador ha disputado seis promociones de ascenso a Segunda División, cuatro con el Orihuela CF más una con el Mar Menor y el Crevillente.
Hamza, lejos del área
Hamza fue otra vez un torbellino regateador, imparable por los rivales, si bien arrancó ayer al ataque desde demasiado atrás. Casi todas sus acciones las ofreció en el centro del campo, a cincuenta metros de la portería del Badalona. Sus acciones con balón, en ocasiones regateando hasta dos rivales, fueron geniales. Muy espectaculares sus controles de balón. Pero nada efectivos. ¿Por qué? Muy simple: porque el habilidoso extremo arrancaba desde muy lejos de la portería del Badalona.
Además, Hamza, a diferencia de otros partidos, en contadas ocasiones, tal vez ayer ninguna vez, pisó con peligro el área rival. ¿Quién es el responsable de que el escurridizo y muy peligroso atacante, autor de goles espectaculares, progrese desde tanta distancia de la portería rival? ¿Él o el entrenador? Nadie ha aclarado hasta hoy las respuestas.
Regates estériles y fatiga
Lo único cierto, y es verdad que todos los aficionados contemplaron, es que Hamza realizó un trabajo estéril. Dicho de otro modo, para la galería y el espectáculo si se quiere, que además le conllevó un tremendo esfuerzo físico, hasta el punto de verse obligado a pedir el cambio al entrenador, Sergi Guilló, en el minuto 75. Quedó muy claro ayer que Hamza entró en fatiga por regatear demasiadas veces y además lejos del área, y de la portería contraria, donde sí hace mucho daño y goles a los rivales.
Con la sustitución de Hamza (entró por él Brian, centrocampista) porque el extremo pidió el cambio debido a la fatiga, ayer por excesivo derroche físico debido a los regates para la galería en medio campo, sus compañeros y el Orihuela, cuando más lo necesitaban para marcar más goles al Badalona, perdieron la presencia en el campo del atacante más peligroso.
En los 19 últimos minutos del partido incluido el tiempo adicional, con la entrada del mediopunta ofensivo De Las Cuevas y Goyo, el conjunto escorpión llegó más cerca del área rival. Y De las Cuevas, en una espectacular acción individual, se plantó sólo ante el portero (como puede observarse en la imagen de portada) y a punto estuvo de marcar el segundo gol (2-0), de no haber sido porque un defensor despejó el balón.
Arriesgar más o menos
¿Cómo identificar el estilo de juego y la personalidad de un entrenador? Es más fácil de lo que parece: ¿Arriesgas desde el primer minuto o sólo cuando pierdes? Es la pregunta crucial cuya respuesta define el estilo de juego de todos los entrenadores sin excepción. Nadie puede esconder si su estilo es más ofensivo o más defensivo, según el mayor o el menor riesgo que asume, si ataca más o menos, si se decide porque sus futbolistas estén más minutos rondando con el balón la portería rival para marcar goles.
Cabe recordar que con un empate final en la eliminatoria, tras la prórroga en el partido de vuelta allá en el campo del Badalona, los catalanes eliminan al Orihuela, sin lanzamiento de penaltis después de los 30 minutos de prolongación reglamentaria, por ser mejor clasificado (los catalanes, terceros en el grupo 3; frente a los escorpiones, cuartos clasificados del grupo 4).
¡Gracias, presidente!
Unánime es el agradecimiento que sienten los aficionados escorpiones siente hacia el presidente del Orihuela CF. Porque pase lo que pase sobre el césped, el presidente del Orihuela, Eloy Moreno, logró lo más difícil en el fútbol: emocionar. Y ahora ya, la afición dormida y decepcionada por la pérdida de la Segunda B, otra vez se ha emocionado y vibra en el campo de Los Arcos.
Ya en la promoción de ascenso, por lo visto ayer sobre el terreno de juego, cabe recordar aquí que Eloy no es el entrenador. Es sólo el presidente del Orihuela CF. Ni tampoco es el responsable de cómo juegue su entrenador, de su estilo de juego preferido, ni de con quiénes juegue cada partido.
Sin titubeos, el presidente reforzó la plantilla con siete futbolistas que llegaron en enero para luchar por el ascenso a Primera Federación: Espejo (cedido por el At. Madrid), Goyo (Villarreal y Selección Sub17), Alui (Selección de Sierra Leona), Kamal (Real Madrid), Hamza (cedido por el Nastic), Sebas (Selección U16 Venezuela) y Florián (ex profesional en Francia, Bélgica y Grecia)
El fútbol escorpión, con Eloy Moreno, y con la conversión en sociedad anónima ya a falta sólo del visto bueno del Consejo Superior de Deportes, quiere recuperar la tercera categoría del fútbol español donde jugó en las etapas más brillantes de su historia en los años ochenta y noventa. Y disputó numerosas promociones de ascenso a Segunda División.