Toril evita el naufragio del Murcia
Un gol del mallorquín en el descuento evita que los granas duerman en puestos de descenso y arrebata al UCAM la posibilidad de escaparse en la cabeza de la tabla
El Real Murcia estuvo herido de muerte hasta el minuto 93, pero un gol de Toril le permitió renacer cuando casi ni respiraba. De ... haber acabado el derbi capitalino con victoria universitaria, y más tras la campanada del Granada B en Yecla, los granas hubieran terminado la jornada en puesto de descenso a solo un partido para el final de la primera fase de la Liga. Hubiera sido un gran batacazo, un cataclismo total para un equipo que debía luchar por ascender. Pero el gol del mallorquín, aunque no fue ortodoxo en su ejecución, le da un punto al Murcia que es oxígeno puro para escapar del abismo y que lo salva sobre la campana. El UCAM, por contra, se encaramaba al primer puesto con los tres puntos, aunque el punto le clasifica de forma matemática para la Liga Pro y para soñar con el ascenso a Segunda.
UCAM Murcia
Biel Ribas, Johan (Admonio, 76), Josete Malagón, Charlie Dean, Viti, Tropi, Adri León (Rafa de Vicente, 55), Xemi Fernández (Aketxe, 59), Liberto (Javi Moreno, 76), Alberto Fernández y Jordi Sánchez (Jannick, 55).
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Real Murcia
Champagne, Adán Gurdiel, Edu Luna, Miguel Muñoz, Molinero (Adrián Melgar, 53), Verza, Abenza (Ismael Ferrer, 76), Carrillo, Segura (Yeray, 76), Adrián Fuentes (Mendes, 85) y Toril.
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Goles 1-0, minuto 6, Alberto Fernández. 1-1, minuto 93, Toril.
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Árbitro Sánchez Villalobos, perteneciente al comité andaluz. Auxiliado por Antolín Pérez y Cantón Martos. Mostró tarjetas amarillas a Jordi Sánchez, Edu Luna, Adri León y Miguel Muñoz.
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Incidencias BeSoccer La Condomina, 2.800 espectadores.
Es verdad que el equipo de Loreto volvió a La Condomina en busca del billete directo para la Liga Pro, pero desde que se adelantó el UCAM y marcó su primer gol el filial nazarí en La Constitución, el conjunto grana estuvo en el fondo de la tabla, metido de lleno en el fango. El empate le deja fuera de la lucha por el billete directo para la competición que sustituirá a la Segunda B, pero le permite depender de sí mismo en la última jornada ante El Ejido para quedarse en el grupo de equipos que jugarán la repesca para esta nueva competición a la que, como mínimo, debe aspirar un club como el grana.
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Explosión de murcianismo antes del derbi
Revolución azulona
Las novedades en del derbi estuvieron, en mayor parte, concentradas en el once inicial del UCAM. Salmerón le pegó un vuelco a su equipo respecto al que le ganó al Yeclano hace una semana. Una muestra de que, pese a la victoria ante el cuadro del Altiplano, los universitarios no estuvieron bien. Para empezar, Admonio, Santi Jara y Jannick fueron suplentes y sustituidos por Viti, Adrián León y Xemi, futbolistas cuya participación ha sido escasa en las últimas semanas. Loreto, sin embargo, solo introdujo un cambio respecto al equipo que logró el empate en Córdoba ya que sentó a Yeray y colocó como extremo a Segura en busca de explosividad en la banda. El técnico sevillano volvió a apostar por un equipo con dos delanteros y dos extremos a base de sacrificar un centrocampista, en una clara apuesta ofensiva. De hecho, de los dos, el Real Murcia era el equipo más necesitado.
El choque arrancó con un Real Murcia más aguerrido que su rival, buscando más la victoria que su rival. A los dos minutos una llegada de Molinero hasta la línea de fondo que fue secundada por Fuentes generó inquietud en la defensa azulona, pero Segura no acertó a rematar. El extremo demostraba desde el principio que no estaba en el partido. Pero la tendencia del choque, volcado hacia la meta de Ribas, cambió a los seis minutos, cuando Alberto Fernández se sacó de la chistera un misil desde más de treinta metros que se coló pegado al palo izquierdo de la portería de Champagne. Más que del portero argentino, el fallo fue de los centrales granas, que no encimaron al extremo universitario y le dejaron disparar.
Las buenas vibraciones iniciales se convirtieron en dudas a las primeras de cambio. Solo Verza, Luna, Molinero y Carrillo intentaban echarse el equipo a la espalda. Toril, más preocupado de pegarse con Josete que de mirar a la puerta contraria, disparó alto. El UCAM retrocedió diez metros y cedió el balón a su rival. El plan de Salmerón funcionaba al milímetro, con precisión, y además no sufría atrás. Liberto ayudaba a Viti y en la derecha Alberto Fernández hacía lo mismo con Johan. Cero problemas.
De hecho, las mejores ocasiones de la primera parte fueron azulonas. Al cuarto de hora un disparo en semifallo de Tropi acabó, tras tocar en Luna, pegando en el palo derecho de la meta de Champagne. Minutos más tarde el argentino sacó una mano providencial a un disparo de Xemi, además de dos manos prodigiosas en dos saques de esquina posteriores que pudieron haber sentenciado el choque.
El Murcia, mientras tanto, seguía espeso, no encontraba grietas en la defensa del UCAM. Carrillo no terminaba ninguna de las jugadas que se inventaba, mientras que Molinero se dejaba la piel, pero poner centros con la izquierda no era su fuerte. Además el equipo universitario, desde los veinte minutos de juego, manejó bien los tiempos del derbi; tardaba en poner el balón en juego e intentaba desesperar a su rival, que veía como el tiempo corría en su contra, y más sabiendo a esas alturas de partido que el Granada B ganaba en La Constitución al Yeclano y que el equipo grana se colaba en el descenso.
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Pero en la segunda parte, de inicio, no cambió demasiado el panorama. El Murcia seguía sin encontrar la portería rival y el UCAM continuaba sin arriesgar. No tenía necesidad, la victoria era un gran botín. Incluso Tropi, en un contragolpe, se probó con un disparo que se fue cruzado. Además, conforme pasaban los minutos los granas atacaban cada vez más colgando balones sobre el área universitaria, una táctica con la que apenas sufrían Biel Ribas y sus dos centrales.
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Empujón de la marea grana
Hasta que a la hora de partido, y viendo que su equipo comenzaba a bajar los brazos, la afición grana decidió animar a su equipo. Fue un soplo de aire fresco que permitió a los granas llegar dos veces con intención a la meta de Ribas, aunque fuera con dos disparos lejanos de Adrián Fuentes. En el otro lado, Champagne seguía salvando al Murcia de contragolpes del UCAM como el de Liberto a los sesenta y cinco minutos de partido. El duelo parecía más cerca del 2-0.
El detalle
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- El Real Murcia ha visitado en cinco ocasiones La Condomina para medirse al UCAM en partido oficial, pero solo consiguió la victoria la primera vez, en la campaña 2015-16. Un choque, también en Segunda B, que acabó 1-2 para los granas y que se decidió por un gol de Chavero en la segunda mitad. En el resto de visitas, cuatro, el equipo grana ha logrado tres empates, con Salmerón y Adrián Hernández en el banquillo grana. Y el de ayer.
A veinte minutos del final los dos entrenadores empezaron con la guerra de cambios. Mientras que Salmerón había dado entrada a Rafa de Vicente, Jannick y Aketxe, Loreto había sentado a Molinero para dar paso al canterano Melgar, demostrando que había poco en el banquillo grana que pudiera cambiar el encuentro. No cambiaron demasiado las cosas y el encuentro se encaminaba hacia la recta final con un UCAM cada vez más seguro de sí mismo y un Real Murcia al que le seguían temblando las piernas y que, como en Córdoba, carecía de pegada.
El Murcia estaba a solo un gol de empatar el partido, y también de depender de sí mismo en la última jornada para no colarse entre los cuatro de abajo y verse obligado a luchar en la segunda fase por evitar el descenso a Tercera, que la próxima campaña será como la Preferente. Y cuando peor estaba el panorama para los granas y el UCAM saboreaba una victoria que le dejaría empatado a puntos con el Linares, llegó un gol de Toril, que remató con la rodilla un balón que salva al Murcia del infierno, al menos por una semana.
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