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Olga Lorente
Murcia
Viernes, 7 de marzo 2025, 01:20
Tenemos que empezar a memorizar el nombre de Ángeles Jiménez (Miranda, Cartagena, 18 años) porque está llamada a ser una de las atletas más destacadas ... del panorama nacional en los próximos años. Acaba de colgarse la medalla de plata en el Campeonato de España de invierno sub-20 celebrado en Castellón, en la modalidad de lanzamiento de martillo –con una marca de 58,17 metros–, un torneo en el que ha vuelto a demostrar la gran proyección que atesora. Ya no solo entre las competidoras de su categoría, también a nivel absoluto donde solamente lleva participando un año pero se acaba de hacer con un séptimo puesto en dicho Nacional.
Angy, como le llama su entorno más cercano, empezó a familiarizarse con el atletismo cuando tenía 11 años, gracias a su profesora María en el colegio Santiago Apóstol de Miranda, donde residen sus padres. «Destacaba en sus clases de Educación Física, mido 1,72 m y era coordinada, así que llamó a mis padres y les dijo que me veía en unos años compitiendo en un Campeonato de España. Entre todos decidimos que iba a experimentar con este deporte y desde el primer momento me atrapó por el buen ambiente que encontré. Al principio probé varias disciplinas, hasta que me fui especializando un poco más en el lanzamiento y más concretamente en el martillo. Pasé a formar parte del Club Atletismo Elcano (actualmente es club escuela del UCAM Cartagena, se fusionaron hace un año) y allí fui desarrollándome desde la categoría infantil hasta ahora, que estoy becada en el Centro de Alto Rendimiento de Los Alcázares (CAR) y ya no he dejado de competir», explica Angy.
Su carrera prácticamente está empezando pero si algo tiene interiorizado es que sus padres han sido, son y serán un pilar fundamental para ella. José Alonso y María de los Ángeles, sin ellos quizá no sería la promesa que es en la actualidad. Desde que era una niña han tenido que cuadrar horarios para que Angy pudiese ir a entrenar cada día. «Soy consciente de que para mi familia ha sido un sacrificio y estaré siempre agradecida. Hasta que cumplí 15 años combinaba el atletismo con mi otra pasión, el baile, así que desde Miranda nos íbamos toda la tarde a Cartagena para hacer ambas cosas. Incluso era scout los fines de semana, no llegaba a todo. Al final, tomé la decisión de centrarme en el atletismo porque me llenaba mucho más», relata.
La cartagenera siempre ha tenido claro que el atletismo no iba a apartarla de sus responsabilidades académicas. El año que entró como interna en el CAR, cursaba primero de Bachillerato y obtuvo muy buenas calificaciones. Los estudios nunca han sido un problema y siempre sacómuy buenas notas. Ahora estudia Enfermería en la UCAM de Cartagena, una carrera que le apasiona.
Ella considera que la clave de todo es la organización. Suele entrenar a primera hora de la mañana, ir a clase después y termina el día estudiando cuando vuelve a la residencia. Puede haber cambios como meter doble sesión de gimnasio o viajes por alguna competición, pero tiene sus jornadas bastante estructuradas lo que le permite rendir bien. Eso sí, los fines de semana que no tiene campeonatos procura volver a Miranda para reencontrarse con la familia y las amigas.
Ser deportista de alto rendimiento requiere muchos sacrificios ya que desde bien joven se tiene un alto nivel de exigencia. Debido a sus buenos resultados en los Campeonatos de España, la cartagenera recibió su primera llamada de la selección española en 2022 para disputar el Festival Olímpico de la Juventud, donde terminó sexta de Europa (con una marca de 58m). En 2023 volvió a ser internacional en la Copa Ibérica sub-18 y desde entonces forma parte del plan de seguimiento a las jóvenes promesas de la RFEA.
A corto plazo, sus objetivos pasan por conseguir la marca mínima para el Euopeo sub-20 que se disputará en verano en Tampere (Finlandia). El registro exigido es de 58,85 metros y tiene hasta agosto para lograrlo. Ahora mismo, la mejor marca de Angy está en 58,37, le falta poco pero tiene otras dos rivales que no le van a poner las cosas fáciles: Andrea Sales y Aixa Corbacho. Están las tres muy igualadas y en cuestión de un metro podría estar esa soñada clasificación.
En el largo plazo, el sueño de esta cartagenera que empieza a brillar en el lanzamiento de martillo es poder acudir a los Juegos Olímpicos de Brisbane de 2032. Tenemos que ir memorizando su nombre porque promete dar alegrías al deporte regional.
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