Laura Gil
«Informaré del día que mi cuerpo y mi mente digan basta. De momento que siga la fiesta», dice la de Santo Ángel, la que más medallas ha ganado del baloncesto español
Laura Gil (Santo Ángel, 31 años) ha sido internacional en todas las categorías inferiores de la selección española, logrando el récord de nueve medallas en ... 6 años, entre campeonatos europeos y mundiales. Desde su debut en la selección absoluta ha ganado oro europeo y plata olímpica y mundial. El último metal que ha añadido a su brillante palmarés lo logró el pasado domingo en el Campeonato de Europa disputado en Israel y Eslovenia. España fue subcampeona. En la temporada 2022-2023, tras pasar la anterior en blanco por una grave lesión de tendón de Aquiles, fichó por el modesto equipo francés Basket Landes, con el que logró la Copa de Francia. Posteriormente llegó su anuncio de regreso a la Liga española, nuevamente al Perfumerías Avenida.
-¿Qué supone este nuevo éxito con la selección para tu carrera después de pasar tu etapa más difícil?
-Es un premio a todo lo que he vivido este último año. Una recompensa a todo el buen trabajo hecho.
-En los altibajos de toda recuperación supongo que habría momentos muy duros, mañanas en las que dirigirte a rehabilitación y poner todo en duda. ¿Cómo los miras ahora?
-Lo cierto es que nunca puse en duda ir a entrenar, o a rehabilitación. Hubo momentos duros… pero sabía de la importancia que tenía cada día. Hoy lo pienso y estoy orgullosa de no haber tirado la toalla, de haber seguido, y sobre todo de haber disfrutado del proceso, hasta el día de hoy.

-¿Y de quién te acuerdas ahora que el sacrificio ha dado paso a la alegría?
-De toda la gente que me ayudó durante esos meses, mis padres y mis amigos, Lucas Pérez (entrenador con el que trabajaba en el Palacio de los Deportes), Pablo Ortín (fisioterapeuta), Manu Sanz (preparador físico), Juanfri Abellán (médico traumatólogo) lo vivían como si fuese su proceso y eso fue muy importante para mí. Ellos fueron las patas de la mesa a las que agarrarme cuando se tambaleaba todo.
-¿Viste en Francia, más alejada del foco mediático español, una mejor oportunidad para resurgir, quizás para estar más abstraída de todo y enfocada en tu objetivo?
-Lo cierto que fue lo que más me motivó al recuperarme de la lesión. Era una oportunidad ya que siempre había querido salir de España. Era un reto difícil pero que me ha ayudado mucho a evolucionar en mi juego y conocer otra gente y forma de vivir.
-¿Qué crees que debería importar el baloncesto español del francés, sobre todo para el femenino?
-Pues lo cierto es que venden muy bien el producto. Hay una unión muy grande entres aficionados y los equipos de la ciudad. Pero a cualquier equipo que visites, los pabellones están llenos, hay charangas tocando durante todo el partido. Al final cada fin de semana es una fiesta de baloncesto y eso, la verdad, es que me ha gustado mucho.



-¿Tu nombre es ya sinónimo de medalla. ¿Por mucho tiempo más?
-Pues no lo sé. Ahora estoy disfrutando. Así que ya informaré del día que mi cuerpo y mi mente digan basta. Pero de momento que siga la fiesta.
EL DATO
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284 días tardó Laura Gil en volver a jugar un partido de baloncesto tras su lesión en el tendón de Aquiles. Lo hizo vistiendo la camiseta del Basket Landes, equipo de la liga francesa en el que fichó a finales de noviembre. Con este club ha ganado también en este final de curso la Copa en el país galo, siendo una de las jugadoras más importantes. Fue la segunda que más minutos jugó del equipo nacional y la segunda que más puntos anotó, por detrás de la mallorquina Alba Torrens.
Sea cual sea su futuro, lo que es cierto es que Laura ha recuperado su mejor tono competitivo. En el pasado Eurobasket quedó claro que la pívot murciana es una de las mejores jugadoras de baloncesto de Europa y que es una pieza imprescindible para España. Terminó siendo la segunda que más minutos jugó del equipo nacional, la segunda que más puntos anotó (solamente dos menos que la primera, la mallorquina Alba Torrens), la que más rebotes capturó y la que mejor rendimiento mostró en la cancha. Y todos estos números los ha logrado solo un año y cuatro meses después de sufrir una de las lesiones más graves que puede tener un deportista, y de incluso dudar sobre si volvería a caminar.
Laura Gil ya está de vuelta en casa y tras su vuelta a la primera línea del baloncesto al máximo nivel, ahora toca estudiar. Como ella misma ha dicho en las redes sociales, está ante el «último empujón antes de los exámenes de recuperación». La jugadora de Santo Ángel estudia Psicología en la Universidad Católica.
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