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Demasiado Madrid para un Barça con mucho trabajo por delante
Facu Campazzo dinamitó un partido en el que los de Roger Grimau evidenciaron problemas defensivos y falta de cohesión
Hasta que Campazzo y Musa quisieron. El Real Madrid entró este sábado en la final de la Supercopa sacando partido de su principal fortaleza ante ... el Barcelona, la de un bloque sólido que juega de memoria y en el que su única novedad no es una como tal, pues Facundo Campazzo volvió al equipo con el que reinó en Europa y sobre la cancha en la que se terminó de hacer jugador de élite, un Palacio de los Deportes de Murcia que vibró con la exhibición del astro argentino.
Su exhibición, y la del bosnio Dzanan Musa (MVP de la Liga Endesa 2021-22 en las filas del Breogán), fueron las que cambiaron el signo de un partido igualado hasta la conjunción de ambos jugadores a finales del tercer cuarto. Y es que, desde el que marcador del choque fue 58-58, hasta el 61-73 que supuso la primera diferencia de más de diez puntos, a siete minutos del final, 14 de los 15 puntos del Real Madrid en este tramo fueron de Campazzo y Musa.
Absolutos dominadores del juego que aportaron el colmillo que faltaba en un Barcelona que confirmó las dudas de su pretemporada, haciendo aguas en una defensa que no mejorarán sus más destacados fichajes, que tienen en la parte de atrás su mayor hándicap. Especialmente negativo, en este sentido, un Willy Hernangómez decepcionante en su estreno blaugrana, que apenas anotó dos puntos en 16 minutos, recibió dos tapones de un Tavares que dominó su duelo particular y fue el blanco que atacar por parte del Real Madrid cada vez que estaba en pista. Y con mucho éxito. Con Hernangómez en pista el Barça perdió por 17 puntos. Y su -3 de valoración, la peor de su equipo.
Barça
Laprovittola (27), Satoransky (14), Kalinic (7), Da Silva (5) y Vesely (8) -quinteto titular- Brizuela (0), Hernangómez (2), Abrines (8), Parker (4), Nnaji, Jokubaitis (2) y Parra (3).
80
-
90
Real Madrid
Campazzo (17), Abalde (2), Musa (24), Deck (14) y Poirier (7) -quinteto titular- Causeur (0), Fernández (7), Hezonja (0), Rodríguez (3), Tavares (13), Llull (2) y Yabusele (1).
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Parciales 25-22, 15-20 (40-42), 19-25 (59-67) y 21-23 (80-90).
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Árbitros Benjamín Jiménez, Rafael Serrano y Cristóbal Sánchez.
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Incidencias Palacio de los Deportes de Murcia, 7.400 espectadores. Primera semifinal de la Supercopa Endesa 2023.
Murcia vive un Clásico
Reedición de las últimas final de la Liga Endesa, semifinal de la Euroliga y final de la Supercopa. Primer partido oficial del curso. Un mercado de verano con mucho picante. Y una rivalidad que ha marcado gran parte de la historia del baloncesto español. Barça y Real Madrid estrenaban ayer la edición de la Supercopa 2023 con la primera semifinal y, de paso, también el renovado Palacio de los Deportes.
Sin una butaca libre, el partido entre los dos grandes antagonistas del baloncesto patrio arrancó con cierta frialdad hasta la primera canasta oficial del curso, un costa a costa de Óscar Da Silva que terminó en mate a dos manos después de poner un tapón en el otro lado, pero que, pese a su espectacularidad, no se llevó tantos aplausos como la primera canasta de Campazzo en su regreso a Murcia.
Campazzo y Musa anotaron 14 de los siguientes 15 puntos del Real Madrid cuando el marcador pasó del 58-58 al 61-73
Y lo que acabó siendo un claro dominio blanco empezó blaugrana, con un Nico Laprovittola suave como la seda, viendo el aro rival con una facilidad pasmosa para anotar hasta 16 puntos en solo el primer cuarto, incluidos los dos tiros libres que habrían correspondido a Darío Brizuela, que tuvo que abandonar el choque por un fuerte golpe de Tavares en la frente en una penetración que, después de la ducha, le llevó al hospital.
No tuvo intención de golpeo el gigante caboverdiano, pero sí toda la del mundo en darle la bienvenida a Willy Hernangómez en su regreso, anotando cinco puntos seguidos y colocándole un gran tapón en un intento de mate. Juego libre, muchos puntos y partido que prometía (25-22, final del primer cuarto).
Un Barça lejos de su nivel
El Barça mandaba, pero algo no parecía ir del todo bien a tenor del gesto preocupado de Grimau, el primero en saber que su equipo mandaba de manera prematura muy en parte gracias a unos minutos difícilmente perdurables de su base argentino. La vuelta de Campazzo a pista, fundamental en un parcial de 0-9 (32-34, minuto 16), ya comenzaba a teñir de blanco un partido en el que el Barça no ofrecía recursos tácticos con los que encontrar a jugadores como Hernangómez o Parker en situaciones ventajosas.
Superado un primer cuarto de tanteo para unos y otros, y el estado de gracia de Laprovittola, la evolución del partido continuó siendo la misma con que se fue al descanso. Un Madrid que iba a más conforme aparecían más actores a escena, y un Barça en el que el talento de unos u otros salía a flote (caso de, por ejemplo, Tomas Satoransky) hasta que la colectividad de su rival terminara por hacerse inabarcable.
Hernangómez decepcionó en un estreno como blaugrana que levantó mucha expectación, anotando 2 puntos para -3 de valoración
Ese momento llegó cuando a Musa, que había anotado diez puntos en el lapso de cuatro minutos, se le unió el torbellino de un Campazzo que llevó el nivel físico del partido a otro nivel, dando un ritmo que el Barça no pudo sostener. El desnivel definitivo, la participación de Hernangómez al final del tercer cuarto, en que el argentino ex del UCAM anotó ocho puntos consecutivos de penetraciones después de bloqueo y continuación con tardías apariciones del pívot rival, en este caso el internacional español.
Jabari Parker, a quien el Barça apenas encontró porque tampoco buscó, tuvo su espacio en el final de este cuarto precisamente, cuando anotó un triple y recibió una falta en intento de mate en contraataque que provocó las protestas del equipo catalán, que reclamaba antideportiva.
Unos sin fe, otros sin piedad
Con el Barça viéndose ya en diferencias de dos dígitos, la capacidad de lucha pareció quedar ahí. Y el Real Madrid, oliendo la sangre, no quiso conformarse con lo que ya tenía. Menos, un Musa que anotó sus tres triples del partido de manera casi seguida. La máxima diferencia se fue hasta los 17 puntos de diferencia (68-85, minuto 37).
Satoransky y Laprovittola, en acciones de baloncesto de salón que nadie recordará dado el marcador del momento, hicieron más pequeña la diferencia con su equipo ya totalmente rendido a un Real Madrid que, por el momento, aspira a prolongar su hegemonía en la Supercopa, donde ha ganado las últimas cinco ediciones y es el equipo con más títulos en el historial, nueve.
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Así hemos contado el partido minuto a minuto
Campazzo, Musa y Tavares, los mejores del primer partido que abre la temporada en la Liga Endesa, con más de 20 de valoración cada uno de ellos, pero solo con el primero sintiéndose local, pues el cariño del Palacio fue inquebrantable en los cuarenta minutos, haciéndose dominador del ambiente en los minutos en que el jugador que lideró al UCAM a su primer 'playoff' y su primera aparición en Europa se adueñó del choque.
Un partido, y un hueco en la final, que sirven de mensaje a su eterno rival y de revancha después de la última Liga Endesa, en la que un Barça muy diferente al visto hoy en Murcia se llevó el campeonato por tres triunfos a cero en la serie al mejor de cinco.
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