El título de la ACB no calma el agitado verano del Real Madrid
A las salidas de Dzanan Musa, Xavier Rathan-Mayes, Serge Ibaka y Hugo González y las llegadas de Theo Maledon y David Kramer pueden unírseles cambios de calado en los despachos y el banquillo
El trofeo de la Liga Endesa que alzó el miércoles en la Fuente de San Luis tras imponerse en el tercer partido de la final al Valencia Basket sirvió para que el Real Madrid salvase un curso irregular en el que fue de menos a más pero no permite descartar cambios profundos, no solo en una plantilla que ha mostrado carencias evidentes a lo largo de la campaña, sino también en los despachos e incluso en el banquillo.
Pese al segundo título consecutivo de Liga logrado por Chus Mateo, el sexto entorchado en su cuenta particular desde que tomase el relevo de Pablo Laso hace tres años, la continuidad del preparador madrileño no está asegurada, como tampoco lo está la de Juan Carlos Sánchez, arquitecto de la edad dorada que atraviesa la sección de baloncesto del Real Madrid desde que el directivo tomase las riendas de la misma en 2010 con 28 trofeos llevados a las vitrinas desde entonces, pero muy discutido por una parte de la afición desde el controvertido despido de Laso.
«Depende de ellos. Si quieren que siga, seguiré», señaló Chus Mateo después de que el Real Madrid consumase ese asalto a la Fonteta que dio a los blancos el trigésimo octavo título de Liga de su historia e impidió que el club cerrase la temporada sin títulos. Tras perder la Supercopa y la Copa del Rey ante Unicaja y quedarse fuera de la 'final four' de la Euroliga por primera vez en los cuatro últimos años, el conjunto de Chamartín encontró un bálsamo en el torneo de la regularidad, donde impuso un ritmo demoledor. Ganó 38 de los 43 partidos que constituyeron el trayecto triunfal que acabó con Sergio Llull levantando el trofeo de campeón en la Fuente de San Luis, lo que convierte al capitán del Real Madrid en el jugador español con más títulos domésticos de la historia, 25, superando los 24 que ganaron en su día los también madridistas Clifford Luyk y Rafael Rullán.
Ese paso marcial impuesto en la Liga Endesa contrasta, sin embargo, con el rostro gris que el Real Madrid exhibió en la Euroliga, una competición en la que alcanzó el mes de diciembre contra las cuerdas, tuvo que pasar por el 'play-in' para alcanzar los 'playoffs' pese a protagonizar un fulgurante tramo final de la temporada regular y acabó siendo apeado en cuartos de final por el poderoso Olympiacos. La debilidad mostrada ante los colosos del baloncesto europeo es precisamente la que alimenta la incertidumbre en torno al futuro de Chus Mateo, cuyo contrato expira en 2026 pero no es ajeno al recurrente ruido de sables que se ha generado en torno a su figura a lo largo de los últimos meses.
El madrileño manifestó en Valencia que no contempla otra opción que no sea seguir al frente del Real Madrid, pero reconoció, lo que no deja de ser una obviedad, que su destino está en manos de Florentino Pérez. Sobre la mesa de este último figuran dos nombres con mucho peso en el madridismo. El primero, Sergio Scariolo, actual seleccionador español que precisamente comparte agente con Chus Mateo y que ya fue técnico del Real Madrid entre 1999 y 2002. El segundo, Pablo Laso, cuya permanencia en el Baskonia también está en el aire.
El regreso del vitoriano, quien en sus once años al mando del Real Madrid se convirtió en el segundo técnico más exitoso del club de Chamartín con 22 trofeos, los mismos que ganó Lolo Sainz y superado solo por los 27 de Pedro Ferrándiz, estaría supeditado, en cualquier caso, a la salida de Juan Carlos Sánchez, que optó por despedirle después de que el vasco sufriese un infarto en junio de 2022 y le entregó la batuta a su hasta entonces asistente Chus Mateo.
Herida abierta
Aquel fue el episodio que más desasosiego provocó en el madridismo en relación a la gestión de Juan Carlos Sánchez, quien a sus 64 años podría estar a punto de hacer las maletas, desencadenando un terremoto en los despachos de la sección de baloncesto del Real Madrid. También podría salir su mano derecha, Alberto Herreros, lo que abriría paso a una remodelación a fondo en la dirección deportiva. Felipe Reyes, quien ha ido ganando peso en la parcela deportiva desde su retirada en 2021, tendría más voz en la gestión de una sección que se reforzaría con el regreso de Sergio Rodríguez, principal candidato a sustituir a Juan Carlos Sánchez como máximo responsable de la misma.
Por lo que respecta a la plantilla, Dzanan Musa confirmó el miércoles su salida del Real Madrid y recalará en el nuevo equipo que Dubái tendrá en la Euroliga. Se dan también por hechas las salidas de Xavier Rathan-Mayes y Serge Ibaka, cuyos fichajes el pasado verano acabaron siendo un fiasco, así como la de Hugo González, que pondrá rumbo a la NBA tras ser escogido en el 'draft' por los Boston Celtics. Resta por ver lo que ocurrirá con Bruno Fernando, cuyo buen final de temporada podría abonar su continuidad como principal guardaespaldas de Edy Tavares, y también con Mario Hezonja, que selló una suculenta renovación el pasado verano pero tiene una cláusula de salida que podría activar para regresar a la NBA.
En el apartado de incorporaciones, con los refuerzos ya atados del alero alemán David Kramer y del base-escolta francés Theo Maledon, el objetivo del Real Madrid pasa por fichar otro escolta que supla la salida de Musa y un ala-pívot que termine de cerrar la herida que abrió la marcha de Guerschon Yabusele a la NBA y que tanta incidencia tuvo en el tormentoso inicio de una campaña que ha dejado secuelas pese al subidón final.
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