«En el pasado tener piojos era lo más normal, no como ahora»
La escritora murciana lanza su primer libro de divulgación, un viaje a lo largo de la historia de la higiene y los mitos que la rodean
Yousra Takaroumt
Domingo, 14 de mayo 2023, 08:01
¿Quién no conoce el mito de la falta de higiene de Juana de Castilla, más conocida como Juana la Loca? Aunque ella no es ... la única figura de la nobleza de siglos pasados sobre la que rondan leyendas relacionadas con su aseo, también se rumorean historias sobre Felipe II de España, Cleopatra, Enrique IV de Francia, Carlos II de Inglaterra y los romanos, entre otros. Con el objetivo de desmontar y aclarar algunas de esas fábulas, la divulgadora murciana Alejandra Hernández (1990) lanza su primer libro, 'Esta historia apesta' (HarperCollins Ibérica, 2023). Un recorrido lleno de chismorreos, marranerías y anécdotas, protagonizados por conocidos personajes históricos, con los que pretende dejar al lector «con la boca abierta y, tal vez, con la nariz tapada».
La autora, graduada en Historia del Arte y Medievalista por la Universidad de Murcia, tiene un especial interés por la divulgación de una versión «más dicharachera» sobre algunas cuestiones de la historia. Así que, en su perfil en redes sociales, @tcuentounahistoria, comparte, desde 2020, de forma chistosa, relatos históricos en vídeos cortos para hacerlos llegar a un público más joven y con curiosidades no estudiadas en los libros de historia. A raíz de la gran acogida que tienen sus propuestas audiovisuales [tiene más de 70.000 seguidores en TikTok y 12.000 en Instagram], hace casi un año que decidió llevar esas historias a un formato tangible, realizando un repaso por la historia de la higiene a través de los tiempos, partiendo del Antiguo Egipto hasta el siglo XX.
El volumen está estructurado en once capítulos ordenados cronológicamente y un anecdotario final, 'Alguna marranería histórica extra en forma de anécdota', en el que recoge varios mitos de forma más breve. Para relatar estas historias, Alejandra Hernández, que reside en Madrid desde 2018, donde ejerce como profesora de Geografía e Historia en el CEIPS Santo Domingo de Algete, realiza un largo proceso de documentación, consultando documentos traducidos de otros idiomas, para acercar a los lectores a lo que se consideraba en los siglos pasados como higiene. «Puede que lo que para nosotros es una falta de higiene, para ellos, que vivían en el siglo XV o XVI, no lo era. Simplemente eran sus costumbres. Hay que verlo desde el contexto de su época y no tanto de la nuestra».
Obsesiones higiénicas
«¿Sabías que el olor de la estancia de Juana de Castilla debió de ser tan espantoso que pensaban que había sido poseída por el demonio?», pregunta Alejandra. Pero también lo aclara: «Tradicionalmente las malas lenguas han dicho de ella barbaridades. Se le ha considerado una verdadera guarra, pero no es así. En realidad ella fue una víctima de su época y de su entorno. Sobre todo de su padre y de su marido. A consecuencia de ello, sí que es verdad que abandonó su higiene personal en los últimos años. Estaba encerrada, descuidada y depresiva».
En el capítulo cinco del volumen, 'De Juana de Castilla, Enrique IV y otros alérgenos a la esponja', la historiadora señala que la representante femenina de los «marranos monarcas» podría ser Juana I de Castilla (1479-1555). Mientras que el líder masculino sería Enrique IV de Francia (1553- 1610), por sus problemas con la sudoración. Según las leyendas, este «tenía un olor de sobaquillo totalmente insoportable. Tanto chorreaba el rey, que se llegó a afirmar que la primera de sus esposas, Margarita de Valois, tenía que mandar cambiar las sábanas cada vez que la visitaba en su alcoba», relata. Pero aclara que esta leyenda se cree que fue una historia creada por una de las concubinas del rey que tenía esperanzas de casarse con él, pero no se cumplieron sus expectativas.
Las frases
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Higiene «¿Sabías que el olor de la estancia de Juana de Castilla debió de ser tan espantoso que pensaban que había sido poseída por el demonio?»
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Mito Enrique IV de Francia tenía «un olor de sobaquillo insoportable, incluso chorreaba de sudor»
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Invento «Cristina de Suecia mandó crear un cañón que lanzaba diminutas balas para matar pulgas sin descanso»
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Expectativas «Al final 'Esta historia apesta' se convertirá en un manual de nueva higiene para el siglo XXI»
El quinto capítulo también incluye referencias sobre figuras que tenían especial preocupación por la limpieza, como el caso de Cristina de Suecia (1626-1689) y su obsesión con las pulgas, a las que declaró la guerra y mandó crear un minúsculo cañón de quince centímetros de longitud que lanzaba diminutas balas con las que mataba bichos sin descanso.
'Setecientas burras al día para tener contenta a Cleopatra'
El viaje histórico que realiza la autora arranca en el Antiguo Egipto. La divulgadora murciana le concede a la civilización egipcia el Oscar, el Globo de Oro, el Goya y algún que otro premio más a la más limpia de todos los tiempos. Señala lo importante que era para ellos darse un baño por la mañana; para esto, los ciudadanos de clase alta y los faraones disponían de una estancia privada cerca de los dormitorios. Entre todos, «la más pija» es Cleopatra VII (69-30 a. C.). Cuentan que ordeñaban en torno a setecientas burras al día para poder llenar su bañera. «Una mujer inteligente, astuta, de gran valentía y presencia que algunos solo recuerdan por sus numerosos romances, su trágico suicidio o sus baños diarios», indica.
Otro ejemplo es el de Felipe II de España (1527-1598), que cuidaba su vestimenta, higiene, alimentación y salud, hasta convertirse en lo que hoy se conoce como «un hipocondríaco de mucho cuidado», considera Hernández.
Epidemia de piojos
En el noveno capítulo, 'Los piojos no entienden de clases sociales', se encuentran las leyendas sobre los sufrimientos de varios monarcas con estos insectos parasitarios. Entre las varias teorías sobre la muerte de Felipe II, de la dinastía de los Austrias, está la leyenda de que murió por una gravísima infección por los piojos. La autora menciona las varias dolencias que considera que han podido ser la verdadera causa de su muerte, como la edad, el periodo histórico en el que vivió, el asma, la artritis, las continuas y fuertes migrañas y la melancolía, así como los problemas derivados de la consanguinidad de sus padres.
'La Edad Media no fue tan asquerosa como nos han hecho creer'
Con la intención de desmontar el mito de que la Edad Media fue una época asquerosa, la autora menciona que en los siglos X y XI el mundo árabe ya se encontraba a la cabeza de los avances y estudios de Medicina y listo para expandir su conocimiento por territorio europeo. También menciona a personajes de relevancia en la historia como Maimónides, Averroes, Avicena o Arnau de Vilanova, que aportaron mucho en este ámbito. Sin dejar de lado los mitos y curiosidades, Hernández señala que había indicaciones para el mantenimiento y estilo de la barba «porque lo de afeitarse estaba complicado a causa de la falta de agua, de espejos y navajas en condiciones», anota la murciana.
Por otra parte, sobre Fernando II (1467-1496), rey de Nápoles, se rumoreaba que albergó en su cuerpo dos especies de piojos. Esto tomó más fuerza tras algunas inspecciones a sus restos, cuyos resultados se publicaron en un estudio en el año 2009. Los expertos señalaban que tenía piojos incluso en el vello de brazos y piernas, «y lo peor, en el de sus genitales», indica. Lo que llama la atención de la autora es que «en nuestro pasado histórico daba igual el grupo social al que pertenecemos, ya fueras rey, noble, del clero o un campesino, te podía tocar una epidemia gorda de piojos y lo sufrías como cualquier otro. Pero, en nuestros tiempos, solo se ve normal que de pequeños tengamos piojos en los coles. Conforme nos vamos haciendo adultos lo desechamos de nuestra mente, no nos imaginamos que fuera algo normal ir con la cabeza llena de piojos. En todos los tiempos de la historia sí que lo ha sido. Era muy normal y lo sufrían muy a menudo», señala.
Productos naturales
La historiadora considera que en nuestros días la higiene está sobrevalorada. Reconoce que tras los sucesos de la pandemia de covid-19 tener esta idea puede ser muy alarmante para algunas personas, pero cree que «deberíamos aprender un poco más sobre los antepasados y no obsesionarnos tanto», aconseja.
'Aquí huele a muerto'
En el octavo capítulo, la autora realiza un repaso sobre los métodos empleados a lo largo de varios siglos para enterrar a los muertos. Recuerda que con la llegada del cristianismo a Roma, los cementerios subterráneos fueron en un primer momento compartidos con judíos y paganos, pero más tarde, a finales del siglo II, solo tenían tumbas cristianas. Posteriormente, el emperador Constantino, en el año 313, transformó las catacumbas en lugares de peregrinación. Menciona a Alfonso X el Sabio (1221-1284), quien quería repartirlos por diferentes lugares de considerable significado religioso y político para su persona y el reino. Aunque, finalmente, no se llevaron a cabo sus deseos: su cuerpo fue enterrado en Sevilla. La Catedral de Murcia custodia su corazón y entrañas.
Ya que hay estudios que demuestran que «estamos perdiendo cualidades de nuestra piel, de las partes superficiales de la piel, de tanto lavarnos con productos que llevan químicos que ni conocemos», alerta. En relación a esto, también señala la tendencia actual de buscar productos naturales, geles de ducha con el pH neutro, es decir equivalentes a los mismos de la piel, para evitar irritaciones, o champús sin sulfatos ni silicona.
Hernández está muy agradecida a sus seguidores y lectores por la acogida que está teniendo el volumen, que se lanzó a las librerías recientemente, el pasado 3 de mayo, y tiene muy buenas expectativas. «Ya verás que al final 'Esta historia apesta' se convertirá en un manual de nueva higiene para el siglo XXI», afirma entre risas.
'Las resacas en Versalles eran una merde, literal'
«No ingerir alimento alguno antes de leer este capítulo». Con este mensaje la murciana alerta sobre el siguiente contenido. Este apartado viene a repasar las historias sobre el Palacio de Versalles, cómo empezó siendo un austero pabellón de caza durante el reinado de Luis XIII, hasta convertirse en el conjunto arquitectónico que hoy se conoce. Sobre la mala higiene de este lugar existen muchas leyendas. Entre ellas las descripciones que la princesa Elizabeth Charlotte, conocida como Madame Palatine, dejó en sus cartas tras las visitas y estancias que realizaba en la corte del rey Sol. El relato llega hasta 1738, cuando Luis XV, el monarca que decidió instalar el primer inodoro con descarga y cambiar la situación.
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