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Steve Harris, en primer plano, con Simon Dawson en la batería. I. R.

Un incansable Steve Harris engrandece a British Lion en Murcia

El bajista y líder de Iron Maiden confirma en la sala Mamba que su proyecto paralelo de hard rock melódico tiene vida propia

Domingo, 10 de agosto 2025, 12:27

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Me imagino que si yo fuera una estrella del rock que factura al año solo en camisetas más que la mayoría de músicos durante toda su carrera la única gira que haría sería desde la piscina de mi mansión a la cama y viceversa. Steve Harris no es así. La última gira europea de Iron Maiden finalizó en Varsovia el pasado 2 de agosto, después de tocar para más de un millón de personas durante tres extenuantes meses. El día siguiente, su bajista y fundador ya estaba en la ciudad británica de Dover arrancando otra gira, esta vez con su grupo paralelo de hard rock melódico, British Lion, que recaló en la sala Mamba de Murcia este sábado. Su filosofía es que ya descansará cuando se muera.

La cita contó con el interés añadido de contar con Tony Moore como artista invitado. El multiinstrumentista fue miembro fugaz de Iron Maiden a finales de los 70, antes de llegar a grabar su primer disco. Su aportación como teclista no terminó de cuajar y quedó como una nota a pie de página en la biografía de la Doncella, pero eso no le impidió mantener una amistad personal con Harris que se ha mantenido durante 50 años. Lejos de ser una mera curiosidad histórica, la actuación de Moore resultó de bastante interés. A modo de hombre orquesta, el músico presentó 'Awake', un proyecto unipersonal de rock progresivo al que dio forma durante la pandemia de covid y que narra su experiencia como cuidador de una madre con demencia.

Con el apoyo de algunas bases pregrabadas y unas proyecciones visuales que oscilaban entre la comedia y el mal rollo, Moore ejerció como cantante, guitarrista y teclista -en ocasiones acompañado por un doble virtual suyo, ante la imposibilidad de desdoblarse- para ofrecer un despliegue muy 'pinkfloydesco'. No hubo demasiada oscuridad ni autocompasión en sus canciones, a pesar de su dramático tema de fondo, y sí mucha celebración del amor, la vida y el disfrute del tiempo que se nos ha dado, con algunos inesperados momentos paródicos. Fue una elección arriesgada para abrir la noche, por su carácter más atmosférico y contemplativo, pero supo compensar la falta de garra con bastante calidad musical y una personalidad peculiar.

Tony Moore, enmascarado. I. R.

Para energía ya estuvieron los de Harris. Su actuación fue hora y media de pura tralla, sin un minuto de respiro y haciendo gala de una envidiable buena forma. «Nosotros no somos como esas bandas que fingen irse, descansan un rato y luego vuelven», advirtió el cantante Richard Taylor. Y efectivamente no hubo paripé previo a los bises. Descargaron diecisiete cañonazos directos a la yugular y se fueron de Murcia por la puerta grande, convenciendo hasta a los escépticos de la sala.

Entre los seguidores de Iron Maiden no faltan detractores de British Lion, cuya propuesta más cercana al hard rock melódico puede parecer algo descafeinada en comparación. Esto es hasta cierto punto cierto si nos ceñimos a sus dos discos editados hasta el momento, cuya producción le resta fuerza a las canciones, pero la cosa cambia bastante en el directo, el hábitat natural del quinteto y donde muestra sus garras. Quizá por eso, antes de volver al estudio para grabar su tercera entrega, Harris decidió usar la presente gira para presentar al público tres nuevas canciones bastante prometedoras y una cuarta que ya comenzó a sonar el año pasado, de modo que aproximadamente un cuarto del repertorio estuvo compuesto por material inédito. Obviamente, el desconocimiento impidió al público corearlas apropiadamente, pero es sobre el escenario donde verdaderamente se entiende la propuesta de British Lion, así que tiene sentido usar sus conciertos para terminar de darles forma.

Fue precisamente la falta de rodaje lo que provocó que al grupo le haya costado un poco asentarse. El mayor exponente de esto es su cantante, Richard Taylor, un tipo con una voz bonita y emotiva que sin embargo pecaba de un registro bastante plano. Con el paso de los años ha mejorado una barbaridad y ahora es un 'frontman' mucho más completo, tanto a nivel vocal como escénico, hasta el punto de asumir el rol de tercer guitarrista ocasionalmente. Solo su desconcertante parecido físico con el actor Pepe Viyuela restó dramatismo a los momentos más solemnes de la velada. Gracias a la buena evolución del cantante, temas de su primer disco como 'These Are the Hands', 'Us Against the World', 'Eyes of the Young' o 'Judas' sonaron muchísimo mejor que en la grabación original, donde la formación todavía no había terminado de encontrar su sonido. Con todo, brillaron aún más las representantes de su segundo trabajo, como las celebradísimas -y con razón- 'Lightning', 'The Burning' y 'Spit Fire'.

Concierto de British Lion en la sala Mamba de Murcia, este sábado. I. R.
Imagen principal - Concierto de British Lion en la sala Mamba de Murcia, este sábado.
Imagen secundaria 1 - Concierto de British Lion en la sala Mamba de Murcia, este sábado.
Imagen secundaria 2 - Concierto de British Lion en la sala Mamba de Murcia, este sábado.

Sin desmerecer la buena labor de los guitarristas Grahame Leslie y David Hawkins, la sección rítmica fue la clara protagonista de la noche, con el bajo galopante de Steve Harris a la cabeza, compenetradísimo con la batería de Simon Dawson. Se entiende, al verles trabajar juntos, que el percusionista haya sido escogido para sustituir a Nicko McBrain en los conciertos de Iron Maiden, tras su retirada a causa de las complicaciones derivadas de un derrame cerebral. En no pocas ocasiones Harris se colocó frente a la batería, de espaldas al público, para concentrarse en la simbiosis con su compañero de confianza. Por su parte, Dawson exhibió una pegada tremenda y una gran versatilidad, dos requisitos imprescindibles para el bajista, cuyo extenso legado musical va del heavy metal más puro y furioso a intrincados pasajes progresivos. Hay baterías más técnicos, por supuesto, pero aquí no se trata de virtuosismo ni de buscar el más difícil todavía. Es una cuestión de carácter. Y ahí la escuela británica no tiene rival.

Aunque British Lion comenzó como un capricho de Steve Harris, cuyo mayor interés era la oportunidad de verle sobre el escenario desde la cercanía de las salas pequeñas, la propuesta ha ido ganando solidez y adeptos con cada nueva visita, hasta encontrar un público propio que se sabe sus canciones al dedillo. Tras su sobresaliente actuación de este sábado en la sala Mamba de Murcia, queda confirmado que sus conciertos ya no son solo una reunión de viejos fans de Iron Maiden en busca de una de las preciadas muñequeras sudadas que su 'alma mater' lanza al público al finalizar. Por supuesto, la sombra de la banda principal de Harris es gigantesca y nunca faltarán asistentes cargados con sus viejos vinilos de 'Powerslave' o 'The Number of the Beast' con la esperanza de llevárselos firmados, pero por encima de eso British Lion ha logrado cristalizar una solidísima propuesta de hard rock de la vieja escuela con un valor propio y de lo más disfrutable.

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