El mundo taurino se prepara para una temporada prácticamente en blanco
Las normas de distancia social y las limitaciones de aforo elevan la incertidumbre en la celebración de festejos
FRANCISCO OJADOS
MURCIA
Sábado, 13 de junio 2020, 02:03
Las secuelas de la Covid-19 también han alcanzado también a la tauromaquia. La incertidumbre inunda a toreros, empresarios, ganaderos y subalternos. La plaza de Murcia puede que no abra en 2020, después suspender el festival a beneficio de la AECC el 29 de marzo, y se anunciara por parte del Ayuntamiento la supresión de las fiestas de septiembre, que arrastró a su feria taurina.
También Cehegín, con un cartel de campanillas, vio suspendida su corrida de primavera el 6 de abril y la del 10 de septiembre parece improbable. Asimismo, las ferias de agosto, con Cieza y Blanca como referentes, no tienen visos de celebrarse, como la corrida del día de los santos a final de julio en Calasparra.
Hay un hilo de esperanza con la Feria del Arroz, a primeros de septiembre, con las noticias surgidas desde el 'Foro de promoción, de debate y defensa de las ferias de novilladas'. A la espera de las normas que desde las Comunidades se dicten en cuanto a medidas de seguridad para evitar el contagio por coronavirus y las limitaciones de público, este Foro emitió ayer una serie de propuestas para paliar los efectos negativos de la pandemia y que, en su opinión, harían viable la celebración de estas ferias de novilladas, tales como un rediseño de la estructura de los espectáculos taurinos, especialmente desde el punto de vista laboral, fiscal y administrativo, con bajada del IVA, costes y recomendando un precio máximo de los festejos de entre 15 o 20 euros.
Mientras tanto los profesionales están a la expectativa. Ángel Bernal, como empresario, ve muy difícil la organización de los festejos mayores. Además de Murcia, gestiona la plaza de Abarán, cuya corrida de septiembre está en el aire. El diestro lorquino Paco Ureña, por su parte, tenía un año por delante para consolidar su condición de figura del toreo ganada tras su gran temporada de 2019. San Isidro y las demás ferias pasaron de largo y el torero no se ha vestido de luces, como tampoco Rafaelillo, que desde el 14 de julio pasado, cuando un toro le cogió gravemente en Pamplona, no ha podido reaparecer. Entrenando en el campo están toreros más jóvenes y llenos de ilusión como Antonio Puerta o Filiberto, sin saber cuándo ni dónde podrán demostrar su valía.
Ganaderos y banderilleros
Los ganaderos, ante la falta de corridas, están enviando toros para carne. La vacada yeclana de Nazario de Ibáñez tiene limitada su actividad a los tentaderos, sin lidiar una res en público.
Otro sector gravemente afectado es el de los banderilleros, picadores y mozos de espadas. Cobran por festejo y han pasado la mitad de año sin ingresos. José Mora, de la cuadrilla de Rafaelillo, comprobada la ruina del año taurino, aprovechó una formación profesional para encontrar empleo en el sector industrial, mientras que Pascual Mellinas, enrolado para este 2020 con Pablo Aguado, no ha visto un pitón. Queda el futuro, la ilusión de los chavales de la escuela de tauromaquia que dirige Pepín Liria. La pandemia clausuró las clases. Con las próximas normas de limitación de aforos puede que tengan cabida en algunas plazas de la Región y las clases prácticas se conviertan en el caramelo que los aficionados puedan echarse a la boca.
En este estado de incertidumbre, esta tarde, a partir de las ocho de la tarde, el toreo murciano se ha citado en la puerta grande del coso de La Condomina para realizar un paseo taurino bajo el lema 'También somos cultura', que encabezarán Ureña y Rafaelillo.