Georgia milenaria (I)
Fue uno de los primeros países cristianos, ya que en el 337 se convirtió en la religión oficial. El país era más viejo, adelantado en ... turismo, porque a través de la ruta de la seda, aventureros y comerciantes llegaron hasta ella. En estos lugares, estaba la legendaria Colquida, a la que Jasón viajo en busca del vellocino de oro. Su nombre real es Sakartvelo. Lo de Georgia es por la devoción que sienten sus gentes por San Jorge, y así la llamaban en Europa en el medievo. Su Edad de Oro, fue en los siglos XIV y XV, en tiempos del rey David IV y la reina Tamar. Ha pasado por muchas manos: romanos, el imperio de Oriente, musulmanes, mongoles, timunidas, persas... Perteneció a la Rusia imperial y a la soviética, y en 1991 alcanzó su independencia.
Las calles de sus pueblos y ciudades están cuajadas de monumentos, hermosas iglesias, frescos maravillosos..., que dan fe de un rico pasado. Recorriendo sus caminos, te encuentras con paisajes sorprendentes que pasan de bosques alpinos a la aridez de lugares semidesérticos, de los picos más altos de Europa a la grandeza del mar. Aldeas escondidas en las montañas y playas recónditas en el Mar Negro.
Tiflis, la capital, arrebujada en las montañas, se moja los pies en las orillas del río Mtkyari. La fundó en el siglo V el rey Vakhtang I Gorgasalis, en el lugar donde iba a cazar. Su halcón resulto herido, y murió abrasado al caer sobre unas aguas termales. El rey se quedó tan impresionado que quiso fundar allí su ciudad. Su nombre proviene de la palabra Ybili, que significaba cálido en georgiano. Cerca de la capital se encontraron restos de los primeros homínidos europeos.
Tiflis es una ciudad preciosa, de calles adoquinadas en forma de laberinto, salpicadas de edificios 'art nouveau' y modernistas. Desde la alta colina, entre aguas sulfurosas y el Jardín Botánico, la antigua fortaleza de Narikala vela por la ciudad. La levantaron en el siglo IV, y se llamó Sharis-tsikhe, fortaleza ingrata. La agrandaron los Omeyas, y el rey David IV y los mongoles le cambiaron el nombre por NarinKhala, fuerte pequeño. En el XVI y el XVII le añadieron nuevas construcciones, y en el XIX derribo parte un terremoto. Alberga la Iglesia de San Nicolás, que fue restaurada. Desde ella se ve un panorama impresionante, y es uno de los símbolos de Tiflis. Lo mismo que Kartlis Dada, la estatua de aluminio de la Madre de Georgia. Representa a una mujer de veinte metros, ataviada con el traje regional y lleva en la mano izquierda una vasija de vino, y en la derecha una espada.
Hablando de vinos, investigaciones arqueológicas demuestran que es cuna de la viticultura, porque hace más de 7.000 años que los elabora. Más de 500 variedades de uvas producen caldos rojos y blancos, con sabores y aromas inimitables. Si le gusta saborear una copa de buen vino, puede ir a los viñedos de Kakheti. Y a su gran fiesta, la 'supra', donde disfrutarán de los platos, de los que les contaré algo después.
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