Maher Nasser: «No pierdo la esperanza de que la paz vuelva allá donde hoy hay una guerra»
El director de la División Exterior del departamento de Comunicación Global de la ONU visita Murcia para apoyar los proyectos de la Fundación Gabarrón
La Fundación Gabarrón invitó recientemente a Murcia a Maher Nasser (Al-Bireh, Cisjordania, actual Palestina, 1962), comisario-general de las Naciones Unidas para la Exposición ... Universal de Osaka 2025 y actual director de la División Exterior del Departamento de Comunicación Global de las Naciones Unidas. Tras visitar el Palacio de Ibn Mardanís (el Castillejo de Monteagudo), donde el próximo sábado el artista Cristóbal Gabarrón pintará en directo dentro de su proyecto internacional 'Ámbito' como un homenaje a las tres grandes culturas que coexistieron en Murcia (el cristianismo, el islamismo y el judaísmo), Maher Nasser tuvo un encuentro con LA VERDAD, en su primera visita a la Región de Murcia, en el que valoró muy positivamente la apuesta por la cultura y por la creación de nuevos espacios que sirvan para fomentar la paz, la solidaridad y el respeto a cualquier tipo de pensamiento, religión o cultura. Nasser cuenta con más de 37 años de experiencia en Naciones Unidas en distintos lugares del mundo (Amán, El Cairo, Dubái, Gaza, Viena...) y vive actualmente en Nueva York, donde supervisa diversas iniciativas y campañas de comunicación del organismo, así como la librería y la biblioteca, y preside el Consejo de Publicaciones. Es una figura destacada en la promoción del papel de la ONU en el mundo.
–¿Cuál ha sido el principal propósito de esta visita a Murcia?
–Conozco a Cris Gabarrón [promotor cultural y presidente de la Fundación Gabarrón] desde hace al menos una década. Hicimos una estupenda colaboración conjunta en 2015, cuando su padre, el artista Cristóbal Gabarrón, creó una escultura que representaba los valores de la ONU, con motivo de su 70 aniversario. «Solo juntos tendremos un mundo futuro mejor y más justo», simbolizaba aquella escultura interactiva, 'Enlightened Universe' (universo de luz), que fue instalada en Central Park, en Nueva York. La ONU tiene seis órganos principales: la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social (EN), el Consejo de Administración Fiduciaria (Trusteeship Council), la Corte Internacional de Justicia –con sede en La Haya–, la Secretaría y el Secretario General. El cuartel de cuatro de estos órganos está alejado de Central Park, de modo que era este nos parecía el lugar más idóneo para su exhibición y para que lo pudiera ver mucha gente. Desde entonces, Cris siempre me ha invitado a visitar la tierra natal de su padre, Mula y la Región de Murcia, y he aprovechado una conferencia de la ONU en Madrid para venir antes y conocer tanto la Fundación Gabarrón en Mula como sus proyectos en Murcia. La pena es que no pueda estar en el festival 'Ámbito', aunque no podía dejar de apoyarlo.
El papel de la cultura
–¿Cómo pueden explicarse mejor las funciones de Naciones Unidas, y no solo desde los medios de comunicación social?
–Esta es una de las preguntas que nos hacemos desde nuestra división, desde la División Exterior del Departamento de Comunicación Global de las Naciones Unidas. Y no solo que tenga sentido lo que hacemos, sino cómo ayudar a transmitir el mensaje. Trabajamos con la cultura, con el arte, con instituciones académicas, con el deporte, con celebridades de todos los campos. El arte, la cultura en general, es un lenguaje universal, y tan importante como los propios valores humanos, y como la comida misma. Es algo que trasciende fronteras y que conecta a los pueblos del mundo. Por eso la misma idea de este evento artístico internacional que promueve la Fundación Gabarrón con 'Ámbito Gabarrón, un viaje creativo por los cinco continentes', es hermosa.
«El ejemplo es Europa: tras dos guerras mundiales, hay libertad, unión y colaboración»
–Si la cultura y el arte, en general, son tan poderosas, ¿cómo es que el mundo sigue dividido?
–Puede que muchas personas solo lean los titulares. Pero lo cierto es que esto que decimos, la unión de los pueblos a través del arte y la cultura, también existe. Y lo cierto es que si vamos más allá de las portadas de los diarios lo que vemos es la fascinación que ejerce, por ejemplo, entre la juventud de América, la música en español, o, al revés, cómo el rap que se hace en Nueva York tiene miles de seguidores en España. Una de las obras de arte más reconocidas en el mundo es el mural de 'Guernica' de Picasso, y en la entrada del Salón del Consejo de Seguridad tenemos desde 1985 un tapiz [prestado por la familia Rockefeller a las Naciones Unidas y aceptado por el Secretario General Javier Pérez de Cuéllar; Picasso supervisó en los años 50 personalmente la producción del tapiz tras su pintura original]. Es un testimonio de los horrores de la guerra, y un recuerdo para todos los pueblos del mundo de lo que un conflicto es capaz de provocar. Por desgracia, lo seguimos viendo: en Ucrania, en Sudán, en Gaza, en Líbano... Creo que, desafortunadamente, está infravalorado el rol del 'soft power', es decir, del papel que tiene el diálogo y la cultura para resolver los problemas que tenemos y para unir a la gente más y más.
–Con cada vez más desafíos, se hace necesaria la colaboración y el trabajo conjunto entre todos.
–Hay que volver a la base. En la Asamblea General de la ONU, el secretario general António Guterres dijo que nuestro mundo necesita lidiar con todos estos problemas: con la impunidad, que permite una escalada de ruptura cada vez mayor de las reglas de juego internaciones, de modo que la impunidad no debería ser la norma sino la excepción; con la desigualdad entre hombres y mujeres, que vemos cómo se ha incrementado en los últimos años, sobre todo, en puestos de representación; y con la incertidumbre, que incluye el cambio climático, y ahí vemos los efectos, con fenómenos cada vez más frecuentes e impredecibles, como huracanes, inundaciones, sequías, pero también la inteligencia artificial, con todos sus desafíos. Sobre todo ello es necesario llegar a consensos, y, en concreto, en la aprobación de documentos. Es el momento de trabajar juntos, y conseguir medidas eficaces que faciliten la gobernanza global.
–Usted ha trabajado en Gaza también, Palestina es su tierra natal. ¿Qué piensa de la guerra que se libra en su propio país?
–Lo que veo en Gaza, y he visto en Ucrania o Myanmar con el pueblo rohingya, me hace pensar en la necesidad de creer en la justicia. Siempre estoy del lado de los desvalidos. Cuando ves una película normalmente simpatizas con los débiles. Lo que sucedió el 7 de octubre de 2023 en Israel fue un 'shock' para el mundo, algo terrible, y lo que sucedió después también. Han muerto compañeros de la ONU, periodistas, mucha gente anónima... Lo que todo el mundo espera es una solución, y eso es lo que estamos procurando desde las Naciones Unidas: que vuelva la paz a esta región. No hay que perder la esperanza de que la paz llegue allá donde hoy hay una guerra. El ejemplo es España y Europa, donde tras dos guerras mundiales, hoy hay libertad, unión y colaboración,
–¿Qué veremos en Osaka 2025?
–Los países ya están trabajando, con bastante antelación. El Pabellón de España en la Expo de Dubái fue uno de mis favoritos. Nosotros ya estamos trabajando en nuestro pabellón: 'Unidos por un futuro mejor'. Representará a más de 30 agencias y organismos de Naciones Unidas, y es una oportunidad para que la gente conozca mejor cómo se diseña la sociedad del futuro para nuestras vidas. Se esperan 28 millones de visitantes.
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