Lágrimas que forman trébol
Tu aniversario ¡un año! Y apenas logro ser un folio de repetidas lágrimas. Eso no te gustaría, amigo Cantabella. Por eso las transformo en sencillos ... cristalitos de colores y en la brillante magia que les transmiten los rayos del sol.
«¿Cómo estás, cómo los tuyos, qué tal...?». Eran tus preguntas. Te cuento que la vida nos ha cambiado las costumbres. Un virus se ha hecho con la espada de Damocles... y la incertidumbre nos acecha, aunque siguen floreciendo buganvillas y las jacarandas alegran la ciudad. Que Carmen pinta a todas horas y sé que tú iluminas su camino. Aquellos que te quieren y los amigos, estamos bien; sentimos que nos miras desde tu estrella.
Aunque no lo creas, mañana una rosa amarilla terminará de abrir sus pétalos y... han nacido dos tréboles de cuatro hojas en mis macetas. Ahí el titular y el constante recuerdo de un viajero de luz. Aunque lo sepas todo, por último, te cuento que la pasada navidad recibimos de regalo, alas de ángel... El día menos pensado, nos ves a Carmen y a mí ensayando vuelos de ángel por las calles. ¡Al menos te dejo una sonrisa! Descansa amigo y sigue cuidándonos como siempre hacías.
Como pez en el agua
De pronto, mientras Chacón aleteaba dibujando círculos en el agua junto a otros peces, se acordó de que esa mañana había ido a visitar los acuarios del Museo de la Ciencia.
José Cantabella (Del libro 'Historias de Chacón'. Pág. 72)
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