Gonzalo Sicre crea el cartel del 49 Festival de Teatro de San Javier

«Yo no pinto para ser famoso, pinto porque pintar me mantiene vivo», reconoce el pintor Gonzalo Sicre (Cádiz, 1967), afincado en Cartagena desde hace décadas y cuya trayectoria artística, que ha contado con el elogio de la crítica, incluye exposiciones señeras que le han permitido mostrar su obra en espacios privilegiados como el del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS). Sicre ha sido el artista elegido por David Martínez, concejal de Cultura y director del Festival de Teatro, Música y Danza de San Javier, para crear la imagen del cartel de la 49 edición del certamen, que este año se celebrará del 1 al 24 de agosto.

Por lo que respecta al diseño de comunicación del certamen, que incluye anuncios publicitarios, carteles, programas de mano y la organización de algunos eventos que este año buscarán la sorpresa, el mismo seguirá en manos de la agencia Alta MK & Insignia MK, de la que es director creativo ejecutivo Nacho Rodríguez, cuyo trabajo ha sido reconocido en los últimos años por los premios Anuaria de diseño gráfico y comunicación. El Festival de San Javier cuenta un año más con el patrocinio de 'La Verdad'.

A finales de 2017, Sicre inauguró en el Centro Párraga de Murcia la muestra titulada 'Escenografías sin escena', una selección de óleos de diverso formato, para cuya exhibición se pintaron y acondicionaron las salas expositivas del Párraga con el fin de favorecer una atmósfera de máxima intimidad, que están atravesadas por una teatralidad desnuda y punzante, sin seres vivos retratados; un mosaico de ausencias y de historias que flotan en el aire.

Sus obras conducen al espectador a otros lugares, a las historias de otras gentes... Incluso los objetos que habitan en sus obras parecen tener el poder de comunicarse con nosotros. Por ejemplo: la escalera de acceso a la playa es la estrella del óleo 'De ningún lugar a ninguna parte'. Una escalera, la de la vida, por cuyos escalones el propio pintor da la impresión de deambular sin que parezca obsesionarle mucho que el título de su cuadro se encarne en él.