Los clásicos, bajo la mirada actual del argentino Martín La Rosa
La Fundación Pedro Cano ofrece una exposición del pintor apadrinada por el artista de Blanca
'El árbol y el bosque', una muestra del pintor argentino Martín La Rosa (Buenos Aires 1972), es la nueva propuesta que la tercera planta de la Fundación Pedro Cano ofrece a los visitantes hasta el 29 de enero próximo. Se trata de una serie de obras clásicas 'intervenidas' y 'veladas' que, a juicio del autor, «las llevan a lo contemporáneo». Por medio de materiales, velos o transparencias, Martín La Rosa 'camufla' los grandes cuadros de la pintura flamenca, principalmente de Rembrandt.
«Es algo que me gusta hacer y con lo que disfruto mucho, al tiempo que le doy un aire muy particular con el que intentó trasladarlas 500 años en el tiempo», asegura el pintor argentino. A juicio de Pedro Cano, se trata de una exposición «extraordinaria, a la que la mano de Martín hace especial».
Cuenta el blanqueño que conoció a este pintor en Italia hace bastantes años cuando todavía era muy joven. «Allí me regaló un pequeño cuadro que, desde entonces, es de los pocos que adornan las pareces de mi estudio en la capital italiana», confiesa. Cano no duda en afirmar que la obra de Martín La Rosa «ha ido creciendo poderosamente con el transcurso del tiempo, sin dejar nunca ese hondo sentido de la vida que tanto me impresionó la primera vez».
Para Pedro Cano, la creación de Martín La Rosa «se mueve en dos líneas, entre dos historias». Una, la más poética, «es la de sus hermosos bodegones donde, como en un altar laico, se mezclan las frutas, las hojas y los objetos, como a la espera de un misterioso ritual». «Parece», añade, «que el tiempo se ha detenido para que el espectador pueda introducir su mirada en ese instante mágico donde la voz dialoga con los enseres por donde resbala».
Por otro lado, están sus retratos, «a veces escuetos, esenciales, casi inundando todo el campo visual, como si fuesen a ser posados encima de una momia del Fayun, para dar fe en un futuro, de la fisonomía del hombre o la mujer que iban en su interior», detalla Cano en un texto que hace unos años le escribió.
A nivel mundial
Martín La Rosa cursó estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón de Buenos Aires y en 1998 recibe el premio Estímulo en la Bienal de Arte Sacro. Un año más tarde lo reconocen en tres grandes acontecimientos: el premio Pío Collivadino al artista Joven en el Salón Nacional de Artes Plásticas; mención en la Bienal Chandón, y el primer premio en el Salón de Pintura Fundación Mecenas, obteniendo una beca para viajar a Italia, donde reside un tiempo, recorriendo muestras y museos.
Rembrandt, Lucian Freud, Antonio López y Vermeer, entre otros, son sus grandes maestros.