'Kraven the hunter', un mal villano de Marvel
'El maestro del crimen' y 'Cuando cae el otoño' completan los estrenos
Espero que en la semana que termina estéis disfrutando de las luces navideñas y los empujones en las tiendas atestadas. Ahora podéis complementar ese placer ... con alguno de los estrenos de este viernes. Las películas replicadas de Marvel son como marcas blancas de Doctor Stranger o Vengadores, y por desgracia el resultado suele ser mejorable. Ese es el caso de 'Kraven the hunter', donde se han gastado una pasada de millones para ver si ganaban una burrada de millones (como pasa en un Mundial de fútbol), pero en la que nadie se ha parado a pensar en qué iban a meter dentro de un envoltorio tan caro.
Kraven es uno de los villanos más carismáticos de Marvel, antagonista de Spiderman, interpretado por el (ahora) hipertrofiado y hormonado Aaron Taylor-Johnson. Este personaje es un hijo de un mafioso interpretado (por decir algo) por Russell Crowe, y la historia que nos cuentan es cómo se convirtió en la máquina de matar que conocemos. La película es un buñuelo relleno de aire, con imágenes que buscan el impacto con violencia a lo 'John Wick' (2014), pero con personajes tan planos como el encefalograma de su guionista. Spiderman merece malvados más completos. Está película desmiente a los que pensábamos que la peor película de Crowe de 2024 era 'El exorcismo en Georgetown'.
Christoph Waltz y Lucy Liu se ponen a las órdenes del especialista en cine adrenalitico (y responsable del largometraje más malo de 1997, 'Con Air'), Simon West. El cheque a cobrar por estos actores tiene que justificar participar en este artefacto hecho para el lucimiento de los dobles y de los efectos especiales. Un viejo asesino a sueldo debe enseñar a un sucesor sus tareas de liquidador. Pero olvidaros de la inteligencia de 'El verdugo' (1963), la gracia de 'Leon, el profesional' (1994), ni siquiera recordará a la paródica 'Red' (2010). Tiene más que ver con el disparate de disparos y violencia indiscriminada, sin casi excusa argumental, de 'Los mercenarios' (2010).
Por suerte ahora pasamos al remanso de paz del más decente de los trabajos de esta hornada, no podía ser de otra forma si lo firma el elegante Francois Ozon. 'Cuando cae el otoño' parece una simple cinta costumbrista, en un simpático pueblecito francés, donde unas amigas entradas en años conviven como buenos vecinos. O no (que diría Rajoy). Unas setas pueden cambiarlo todo. Es como si a la gastronómica 'Chocolat' (2000) le invadieran las dudas criminales de 'Anatomía de una caída' (2023). Para que luego digan que la micología es aburrida.
Decir que te vas a embarcar en el transatlántico más embrujado de la historia no creo que sea la mejor publicidad para vender pasajes, pero sí para colocar entradas para ver 'La maldición del Queen Mary' (aunque para mí la única maldición es no tener dinero para poder embarcarme). Es un clásico largometraje de terror claustrofóbico cuyo título es el mejor resumen de su argumento. Los incondicionales del género disfrutarán más que Macron en Notre Dame.
Acabamos con una película de animación finlandesa (justo lo que estabais deseando). Son las aventuras de un reno que busca su oportunidad para ser el rookie del trineo de Santa Claus. Al parecer es toda una saga de exitosos films, algo de lo que tienen a bien informarnos en el tráiler. Si los niños dan mucho el follón, ya sabéis lo que podéis hacer.
Nadie es perfecto y la lengua española tampoco. Por eso la RAE insiste en meter palabras nuevas como «serum» (el que usa a lo bestia Demi Moore en 'La sustancia'), como «teletrabajo» (así le gustaría currar al Quim Gutiérrez de 'Al otro barrio'), como «dana» (descripción perfecta de la brutal borrasca emocional de 'Emilia Perez'), como «tabulé» (el que hacen las cocineras caseras de 'Cuando cae el otoño'), o como «espóiler» (algo que trata de evitar por todos los medios el protagonista de 'Jurado Nº2').
Que tengáis una semana de cine.
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