Ana Bernal Belda, talento joven en favor del asociacionismo

9.30 horas. Mi hermano y yo formamos la segunda generación de la empresa familiar. Ahora estamos haciendo equipo, transformando y modernizando la empresa para crecer sólidamente. Trabajar unidos es algo que hemos mamado en casa. No hay equipo mejor -que yo conozca- que el formado por mis padres. El mayor legado que nos han dejado no es la empresa, sino sus valores. Mi hermano y yo somos también un equipo increíble. No es solo mi hermano; es mi socio y mi compañero de proyecto profesional.

12.00 horas. Conciliar es posible porque tengo mucha ayuda de cuatro maravillosos abuelos disponibles, aunque soy bastante organizada. Hasta hace nada era de las de agenda en papel, pero no está bien que en mi vida profesional fomente la digitalización y no dé ejemplo. Ya la llevo en el móvil.

13.30 horas. El metal es un sector muy masculinizado, y me he encontrado alguna que otra traba por ser mujer, por ser joven o por ambas cosas. Me he enfrentado a situaciones en las que he tenido que demostrar mi valía o dar un golpe encima de la mesa. Al ir a negociar con un director de banca la póliza de la empresa, me he encontrado con la pregunta de «¿tienes que consultar esta decisión con alguien?», o han llamado a mi padre para preguntarle. Él siempre da la misma respuesta: «Este tema lo lleva mi hija, lo que diga va a misa». Tomando decisiones sola he aprendido a valorar mi capacidad.

19.00 horas. Desde bien pequeña compaginé estudios académicos con danza y piano, algo que me ha dado el equilibrio necesario para mi desarrollo personal y profesional. Desde que fui mamá por primera vez echo de menos bailar. Volveré a esa pasión. Es un amor que quiero transmitirle a mis hijos.

21.00 horas. Cuando los niños están en la cama, me gusta coger un libro o ver una peli con mi marido… aunque tardo dos días en verla. Me encantan las series históricas, sobre todo las ambientadas en la época de los Reyes Católicos.

17.30 horas. Estoy muy implicada en el asociacionismo empresarial. Formar parte de la ejecutiva de Fremm y de la directiva de Croem me está viniendo muy bien de manera personal, para relacionarme más y vencer mi timidez. Me siento muy orgullosa de pertenecer al metal, y me siento muy identificada con este sector fundamental que aporta servicios muy necesarios a todas las industrias, incluida la agroalimentaria, tan importante para la Región. Me hace sentir que estoy trabajando para la sociedad de una manera transformadora. Ahora que acabo de aterrizar en la Croem, es momento de reflexionar, de empaparme y aportar para mejorar. Intentaré elevar el nivel maravilloso que ya tienen las empresas murcianas.

16.00 horas. Mis mejores amigas lo son desde la infancia. Intento sacar tiempo para todo, también para ellas. Nuestra última escapada ha sido a Mallorca. Me gustan los ambientes tranquilos, las cenas románticas, tener una conversación agradable con un café o una tapa y una cerveza.

12.30 horas. Tengo debilidad por los castillos y los pueblos medievales con encanto. No hemos dejado de viajar, aunque adaptamos los viajes a los niños. Este verano hemos ido los cuatro en una cámper a los Pirineos. Hemos hecho senderismo, con una desconexión de pantallas total. Uso las redes en mi vida profesional, pero soy bastante celosa de mi intimidad.

14.00 horas. Mi familia es mi hogar. Los fines de semana hacemos comidas familiares. El tema de la empresa sale inevitablemente, pero intentamos hablar solo de cosas positivas. También me relaja cocinar. Hago menús mensuales, aunque suene algo friki. Le dedico diez minutos a un Excel que tengo para organizar las comidas y cenas. Hago súper compra cada dos semanas y, como tengo una máquina de envasar al vacío, empaqueto todo, congelo y voy sacando. También cae algún táper de mi madre. A eso no digo nunca que no.