La guerra contra las plagas de oruga cuenta con soluciones biotecnológicas

Las plagas de lepidópteros son un problema típico de primavera. Estas atacan a cultivos de hortalizas y frutales arbustivos como las bayas y fresas, creando problemas millonarios. Los aumentos en las temperaturas de las últimas décadas han ampliado el periodo de acción y la capacidad de reproductiva de polillas y mariposas, y sus orugas, amenazando con acabar con hasta el 50% de las cosechas anuales, si contamos con el resto de plagas de insectos.

En ese ámbito es dónde entra la biotecnología, una rama a caballo entre la ingeniería y la biología que ofrece nuevas herramientas para afrontar retos complejos. Entre dichas herramientas, fruto de décadas de investigación, se encuentran soluciones biotecnológicas como Belthirul, un insecticida biológico de precisión, que solo afecta a los lepidópteros plaga y que resulta totalmente seguro para el consumo de animales y humanos.

En primavera casi todos los lepidópteros plaga aumentan el ritmo al que destruyen los tejidos. El calor y el buen tiempo los animan a nutrirse y crecer. Una vez que han comido lo suficiente formarán un capullo y se metamorfosearán en el adulto que volverá a poner huevos, comenzando el ciclo otra vez. Algunos de estos tienen etapas cortas, de apenas unas semanas, por lo que dependiendo de la especie, la actividad puede catalogarse según los meses, pero todas coinciden en lo mismo: la oruga es la principal razón de que la planta quede herida.

Todos estos lepidópteros comparten un mismo punto débil, la oruga. Al detener su actividad, se detiene la plaga y el daño que está ocasionando, así como futuros daños al no permitir que alcance su etapa adulta y se reproduzca. Sin embargo, lo que parece sencillo puede encontrarse con verdaderas dificultades si tenemos en cuenta que afecta a vegetales de consumo directo humano.

Para contraatacar a los lepidópteros de frutas y hortícolas, en concreto, la respuesta está en una bacteria llamada Bacillus thuringiensis. Este microorganismo ha evolucionado para formar unos cristales parasporales formados por toxinas que resultan letales para los insectos que los comen. Más allá de eso, estas toxinas son totalmente inocuas para otros tipos de insectos y cualquier otro mamífero, incluyendo los seres humanos.

Productos como Belthirul, surgidos de los laboratorios de Probelte, ofrecen opciones sin precedentes en eficacia e integración. El reto se encuentra, concretamente, en entender cómo producir las toxinas y aislarlas en un producto estable y fácilmente aplicable. Este producto, en concreto, debido a su naturaleza, está registrado como producto ecológico, de fácil aplicación.

Las toxinas aisladas se presentan en un polvo mojable que puede aplicarse en casi cualquier tipo de forma de aplicación general en el entorno agrícola, lo que facilita su uso y lo hace económico y rentable. A diferencia de los insecticidas convencionales, Belthirul sirve no solo como tratamiento sino también como preventivo.

Belthirul se ha mostrado eficaz para combatir a las Heliotis, Plusia y Plutella, sino también a plagas como Anarsia lineatella, Cacoecia, Pieris todo tipo de Prays y Spodoptera, lo que significa que no solo ofrece protección para primavera. Una protección que es igual de eficaz durante todo el año, bajo el frío y el calor, ecológica y precisa.

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