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Bibliofilia desde Cartagena
El emprendedor Miguel Huguet establece en la Región la sede de una empresa cultural que, en colaboración con el CSIC, lanzará libros de lujo como 'Corona Castellae', con reproducciones de 51 documentos históricos, de los que 11 son todavía inéditos
En Cartagena está sucediendo algo extraordinario. Un enclave estratégico para la promoción cultural, en general, y para la divulgación de documentos históricos antiguos, en particular, ... desde que la empresa HUGUEBLA SL decidió establecer aquí su base de operaciones. Miguel Blaya y su hija María descubrieron que en este ámbito había un nicho de negocio y están explorándolo con ayuda de la tecnología más puntera y con los mejores especialistas propiciando libros de reproducciones facsímil que alcanzan precios verdaderamente asombrosos en el mercado. Libros para coleccionistas que están dispuestos a pagar por ellos varios miles de euros. Un equipo de historiadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) colabora en la selección de los documentos. El último libro en el que están trabajando, 'Corona Castellae' (https://coronacastellae.com/), desarrolla la trazabilidad histórica de la Corona de Castilla y recogerá réplicas de documentos medievales de 20 archivos diferentes, muchos de ellos todavía inéditos para el gran público e indistinguibles de los originales.
Una de las primeras dificultades para llevar a cabo este último proyecto ha sido la selección de los documentos a incluir. «Lo que más apasiona a la gente es el libro de estudios que acompaña cada ejemplar y que nos dice qué es cada documento y qué hacen los historiadores a partir del estudio. Ahí figura la matrícula de cada uno de ellos; la transcripción literal, y un comentario realizado por un historiador en el que se recoge cuál es la importancia del documento en el contexto histórico y social», comenta Miguel Huguet. Antes de 'Corona Castellae' ha lanzado volúmenes sobre Armenia, Cataluña, Andorra y un Kama Sutra persa. En el de Cataluña participaron 23 historiadores. En 'Corona Castellae' intervienen cuatro, coordinados por Cristina Jular Pérez-Alfaro, científica del Instituto de Historia-Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC), una de las investigadoras que ha diseñado la arquitectura del proyecto. Hay muchos documentos de esta época conocidos por los bibliófilos, pero Huguet, empresario del sector de la biotecnología, emprendedor e inversor, profesor en el máster de psicocreatividad de la UAB y autor de 'Fundraising', pidió a Jular aquellos que fueran inéditos. «Innovar no es mejorar lo que hacen los demás, ni muchísimo menos. Innovar es generar novedad», afirma Huguet, «un friki de los libros».
Sobre esta base, los historiadores realizaron la propuesta de selección de los documentos interesantes para ser digitalizados, «que es la parte más laboriosa, y la que precisa de un conocimiento experto, y donde más equipo hace falta», señala Cristina Jular, directora del departamento de estudios medievales del CSIC, quien, junto a Ana María Rodríguez López y Julio Escalona, ha propuesto la selección documental. Agurtzane Paz Moro, investigadora y doctora en Historia por la UPV/EHU, especialista en Historia Medieval y en Paleografía, asesora en las transcripciones.
Con esta clase de trabajos, según la historiadora del CSIC Cristina Jular, todo lector «entrará en la historia con pasión»
La selección, asegura Jular, es lo más novedoso del proyecto 'Corona Castellae', ya que sí que se han reproducido códices para realizar piezas únicas, «pero esto es una empresa de envergadura porque hay muy distintas pieles, también hay papel, códices ricos iluminados, otros son súper ricos iluminados con pan de oro, y hay objetos físicos, como son los hilos de seda, de colores distintos; sellos de plomo y de otros materiales. Jugar con esa heterogeneidad de la documentación medieval para mí es lo más interesante, porque es enorme, trabajamos sobre muchos siglos».
El objetivo, remarca Jular, es acceder a una sensación global de lo que pudiera ser la producción libraria y documental de un periodo tan complejo y tan vasto como el medieval, con piezas desde el siglo VIII al siglo XVI.
'Corona Castellae' ofrecerá un recorrido cronológico por algunos de los documentos y códices más significativos producidos por los reyes, los eclesiásticos y la nobleza del reino. Desde el diploma del rey Silo del año 775, el documento del reino asturleonés original más antiguo conservado, hasta el Tratado de Tordesillas de 1494 establecido entre los Reyes Católicos y el rey Juan II de Portugal, donde se repartieron las futuras conquistas en América. También aparecen documentos y fragmentos de códices únicos tanto por su valor histórico como artístico. Por ejemplo, el Beato de Tábara, fechado en 970; el Antifonario mozárabe de León del siglo XI, el Codex Calixtinus de 1160, las Cantigas de Alfonso X el Sabio del siglo XIII o el Libro de las Coronaciones de Castilla del XIV. Encontraremos también documentos mozárabes de la Catedral de Toledo escritos en latín y árabe, el primer censo de juderías en Castilla, la fundación de la Universidad de Salamanca o las Capitulaciones de Santa Fe de 1492 entre Cristóbal Colón y los Reyes Católicos. «Testimonios fundamentales que permiten explicar el devenir político y cultural de Castilla», inciden los promotores.
«Es una parte del juego mostrar lo excepcional, pero en los mal llamados 'papeles feos' hay una belleza que hay que sacar a la ciudadanía. De ahí que hayamos querido sacar tanto papel inédito»
«Trabajamos con pergaminata –detalla María Huguet, sobre el proceso de edición–, un papel que se parece mucho al pergamino, que viene en piezas muy grandes y hay que encajarlo todo bien para aprovechar al máximo. Es como un Tetris. Una vez que está hecho lo enviamos a impresión, y ya se reparten a diferentes talleres: los que van a estampación de oro, por ejemplo, requieren de un trabajo manual. Todos los documentos que llevan oro se hacen uno a uno. También hay documentos que van al taller de láser. Tenemos un programa que enmarca el perfil externo e interno, porque hay muchos documentos que de la carcoma y de los bichos tienen muchos agujeros. Y esos agujeros los hacemos exactamente iguales a los del documento original y con el láser hacemos el perfil».
Una de las «joyitas» que se podrán encontrar en la documentación es «un trozo de papel de 1520-1521, del Archivo Histórico de la Nobleza, en el que el Condestable de Castilla reclama préstamos de dinero que ha utilizado para atender a las guerras de las Comunidades, y es interesante porque está en un papel que no es de los más lujosos, por ejemplo. Este juego de contrastes es de lo más interesante». Las procedencias de los documentos también es de sumo interés, no solo por donde están custodiados, sino por la procedencia originaria histórica. Hablamos de documentos o códices que proceden de la Cancillería Regia, pero también los hay de talleres monásticos, y de cancillerías señoriales de la nobleza laica, o incluso de los concejos municipales de las antiguas villas, «algo que da un criterio diverso y de calidad en este panorama tan complejo». Hay textos narrativos, crónicas, frente a algunos diplomas que apuntan a un acontecimiento concreto, a un suceso, «por eso también indica otra manera de entrar en la historia», sostiene Jular, muy contenta de participar, «porque con este tipo de trabajos yo entro en pasión».
Una rica diversidad
«Estamos apasionados con este proyecto –reconoce Jular–. Hay un elemento emocional, un científico no está alejado del sentir pasión por sus objetos de estudio. Pero este proyecto nos hace recuperar algo que no es nuestro trabajo habitual de todos los días. No siempre tienes esta diversidad tan rica como nos ofrece esta propuesta. Yo me emociono con cada papel, de páginas bellas están llenas los museos, porque es una parte del juego mostrar las piezas más excepcionales, pero lo que yo llamo 'papeles feos', son tan representativos o más, y hay ahí una belleza que hay que sacar a la ciudadanía. De ahí sacar tanto inédito».
De los 51 documentos incluidos en 'Corona Castellae', 11 son inéditos como el Privilegio rodado de asiento y capitulaciones para la entrega de la ciudad de Granada a los Reyes Católicos, de 30 de diciembre de 1491, que confirma la escritura de capitulación hecha el 25 de noviembre de 1491 entre los Reyes Católicos y los alcaides Yusef ibn Comixa y Abu-Casim al Muley, en nombre de Boadbil, rey de Granada. De la Región de Murcia encontramos solo un exponente: el Códice del Repartimento de Murcia, fechado en 1257-1271, y custodiado por el Archivo Municipal de Murcia, un documento bien estudiado por uno de los medievalistas más prestigiosos, Juan Torres Fontes. «Es un reparto de bienes y de tierras del siglo XIII de nuevas poblaciones para la repoblación. Es semejante al Patrón de Huete, que es el primer censo de comunidades judías que se conoce en la península, del Archivo Histórico Nacional y fechado en 1290», apunta Jular. De Alfonso X figuran varios documentos, como la Cantiga número 1, Códice Rico, de la Biblioteca de El Escorial, y el que hace referencia a la Batalla de las Navas de Tolosa.
Equipos de excelencia
Este libro es un ejemplo de colaboración entre equipos transversales de empresas privadas e instituciones públicas, «equipos que trabajamos en la excelencia y con calidad y rigor científico, y aquí no nos cabe ninguna duda de que estamos creando ideas nuevas si vemos lo que hay en el entorno, porque estamos cocreando», incide Jular. La empresa de Miguel Huguet ha recibido un aval sin garantías adicionales de CREA, sociedad de garantía recíproca del Ministerio de Cultura. «Nosotros lo que hacemos –incide Huguet– es vehiculizar distintas administraciones en un proyecto cultural común. Ahí están esos 76.000 del Ministerio de Cultura, que cree que lo que hacemos merece la pena». El apoyo del CSIC refuerza en este sentido esta apuesta.
Huguet, catalán casado con cartagenera, establecerá este mismo mes su nueva sede en un edificio que está rehabilitando en la plaza de San Francisco de Cartagena, «una ciudad que encaja perfectamente en el posicionamiento de nuestra empresa, precisamente por su pasado histórico y por ser destino turístico cultural debido a sus innumerables yacimientos arqueológicos, con nuestro proyecto ampliaremos la oferta cultural a los visitantes». HUGUEBLA SL ha firmado un contrato de desarrollo tecnológico con la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) para ampliar su oferta al segmento digital mediante un sistema pay-per-view blindado y en entorno blockchain certificando los orígenes, los contenidos y los textos de los historiadores.
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