La música que suena al fondo

Cierto: «Hay situaciones que hasta que no te ves en ellas no puedes decir de esta agua no beberé». Lo dice uno de los personajes ... de la novela. Porque aquí nadie está a salvo del todo. Y los tipos que se pasean por estas páginas parecen vivir en un mundo nuevo y feliz, como si estuvieran coreando la canción de Karina. Pero nada es lo que parece y la felicidad siempre es pasajera. La novela de Laura Pérez Martín (San Sebastián, 1977) con la que se estrena en el mundo de la literatura explora esos mundos artificiales y caprichosos en los que vive un selecto grupo de gente, con viajes caros, vacaciones de ensueño, fiestas glamurosas, buen vino y excelente jamón para mantener el tipo y poder seguir de fiesta hasta las tantas. En la obra no hay un protagonista concreto, aunque cada uno de los ahí presentes lleva a cuestas su propio drama. Quizá por eso, lo que aquí manda, lo más destacado, es el ambiente, la música que suena al fondo, y las disputas entre quienes juegan a ser felices sin saber lo que les aguarda. De ningún modo podían faltar las alusiones a la corrupción política. Un buen inicio para esta escritora recién llegada, que exhibe un lenguaje, vivo y ligero, adecuado para la ocasión.