Productos óptimos, analizados en el campo

A la hora de conseguir resultados óptimos de producción en el campo, los agricultores deben tener en consideración las necesidades agronómicas de cada tipo de cultivo. Cabe destacar que no solo es importante de cara a obtener una mayor y mejor cantidad de productos, sino que, además, deben tener unas características nutricionales determinadas, de cara al consumidor.

En todo ello juega un papel importante la fertilización y, con el objetivo de conocer cuál es el estado de las plantas en cada momento, estas se monitorizan. Francisco García, investigador del grupo de Nutrición Vegetal del CEBAS-CSIC, explica que, normalmente, para monitorizar el estado nutricional de los cultivos se realiza un análisis foliar, lo que implica recoger muestras de las hojas en campo y trasladarlas hasta un laboratorio, donde se procesan y analizan.

Con el objetivo de poder monitorizar el estado nutricional de los cultivos de una forma fácil y barata, su equipo está desarrollando un sistema de soporte a la decisión para gestionar de forma eficiente la fertirrigación en cultivos hortícolas, gracias al apoyo de la Fundación Séneca-Agencia Regional de Ciencia y Tecnología, en el marco de su convocatoria Prueba de Concepto.

«Con nuestro sistema es posible analizarlas 'in situ' a partir de un electrodo de ion selectivo. Se recogen las hojas, se extrae la savia y se analiza con un electrodo portátil, el cual indica parámetros como la concentración de nitratos, potasio, calcio, conductividad eléctrica, pH y sulfatos», según García.

Y añade: «Después, de una manera muy sencilla se incluyen esos datos en un sistema de soporte que estamos desarrollando y que se instalará como una app en todo tipo de dispositivos (móviles, tablets...), donde indica el estado nutricional del cultivo en los rangos de óptimos, deficiencias y toxicidades, dando recomendaciones para que los agricultores sepan cómo fertilizar de la forma más adecuada, con el objetivo de para aportar los nutrientes precisos a la planta, evitando así que se produzca un exceso innecesario de fertilizantes que pueda llegar a contaminar el suelo».

Este trabajo está siendo desarrollado de la mano de FECOAM (Federación de Cooperativas Agrarias de la Región de Murcia), la empresa lorquina Hoyamar y Think Tank Innotech, encargada del desarrollo de la aplicación tecnológica.

Por ahora se han centrado en cultivo de lechuga y brócoli; pero están ampliando a otros como patata o sandía. Y es que cada cultivo tiene sus exigencias nutricionales, por lo que es necesaria ajustar esta metodología a cada tipo de cultivo. «La idea no es solo usar electrodos de ion selectivo sino que en un futuro se incorporarán herramientas de teledetección, la cual permite recabar información de los satélites en las parcelas de forma global», indica Francisco García.

Asegura que uno de los factores más importantes de la contaminación del suelo es el hecho de que se aplique exceso de fertilizantes, de ahí que se hayan centrado en optimizar su uso. De ahí que también trabajen otra línea con bioestimulantes. «Se trata de productos agronómicos no convencionales, que no tienen los nutrientes esenciales pero que ayudan a la planta a absorberlos más eficazmente de tal manera que se puede añadir una menor cantidad de fertilizantes NPK sin que el desarrollo vegetativo y la producción se vean perjudicadas».