Sanar a base de pincel
María Sal expone en la Sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Murcia 'En canal', un trabajo de investigación pictórica sobre las heridas
Cada uno de sus cuadros es una herida real. Una cicatriz que antes estuvo abierta y que ahora subsiste sobre una piel viva. Habita y ... perdura. Pero su presencia no es un signo de derrota, al contrario: alberga «esperanza». 'En canal' es la exposición que la artista ciezana María Sal (1996) exhibe desde el pasado día 18 en la Sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Murcia. Es su primer proyecto expositivo a nivel individual, pero no el primer contacto de su obra con el público. Seleccionada por el Plan Espacios Expositivos del Instituto de las Industrias Culturales y de las Artes (ICA) de la Consejería de Cultura, su propuesta ya se pudo ver en la Casa de la Cultura de Yecla el pasado 2019, y tras su paso por la Sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés se podrá visitar en el interior de las casas árabes del Museo Siyâsa de Cieza –en diciembre– y en la Biblioteca General María Moliner de la Universidad de Murcia (UMU) –en enero–.
«El arte es la manifestación más íntima del artista para tratar de expresar sus ideas, valores, sentimientos... todos ellos permeables hasta las raíces de su ser, de su vida, a través de la expresión artística y de su procedimiento conductual», cuenta, a propósito de esta exposición su comisaria, María José Cárceles. Para ella, la propuesta de Sal es un trayecto reflexivo y emocionante que consigue sanar heridas.
«Quería reivindicar que no tenemos que hacer como si lo que nos sucede no hubiera pasado»
Mensaje visual y conceptual
Compuesta por ocho obras, cuatro de ellas de gran formato, 'En canal', describe la comisaria, muestra piezas «minimalistas, creadas con técnica mixta, utilizando varios materiales adaptados a su proceso creativo y sin optar por el perfilado». Todas parten de una emoción que se convierte en mancha, y en ellas viajan «un mensaje visual» y otro «conceptual», «ambos opuestos y a la vez unidos, irremediablemente».
La pintura de María Sal, describe su propia autora, se arma a partir de una «abstracción de procesos de sanación reales»: «Quería representar las heridas emocionales y reivindicar que no tenemos que hacer como si lo que nos sucede no hubiera pasado, sino que debemos aprender de ello», dice.
Inició el proyecto tras enfrentarse, explica, a una caja de madera. Fue en la Universidad de Granada –allí cursó Bellas Artes–, donde le propusieron elegir un material con el que emprender un nuevo trabajo. Optó entonces por la madera: «Recogí una caja que estaba estropeada y empecé a repararla. La lijé y la pinté, pero había partes que no podía reparar, así que la desmonté y también yo seguí rompiéndola para crear otras piezas a partir de su estructura. Ahí descubrí el concepto kintsugi, que es una técnica japonesa para reparar cerámicas con la que se ven las fracturas». Con ella, añade Sal, «se reivindican las cicatrices». La idea le empujó a investigar sobre procesos de curación.
Más
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Dónde Sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés. Gran Vía Salzillo, Murcia (primera planta)
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Cuándo De lunes a sábado, de 10.00 a 22.00 horas. Hasta el 15 de diciembre
«Las heridas –escribe María José Cárceles– son laceraciones quirúrgicas pintadas con pinceles afilados». Aquí, «la artista nos muestra el camino hasta lo profundo de la herida, de forma sosegada, reflexiva, poética y con un mensaje final esperanzador, la cura. Ese es el mensaje que nos proporciona a través de su arte, un mensaje de dolor y a la vez de esperanza», agrega la comisaria, para quien «el trabajo de María Sal –describe– muestra un ajuste de colores en la composición y a la vez acentúa los contrastes tonales, dando así una sensación mayor de relieve. Las pinceladas trazadas con colores puros se difuminan a la vez que nos alejamos del cuadro, dando una serie de matices con carácter y calidad pictórica a la obra. Su cromatismo y la mezcolanza de tonalidades en equilibrio hace que el actor visione, enfoque, se aleje y se deje llevar por el vórtice central, separándose el resto de la herida».
Para Sal la pintura es algo «que no he pensado, simplemente me ha salido». Le gusta, dice, «la mancha» y pegar en ella cualquier objeto. La investigación y la exploración de nuevas técnicas pictóricas es lo que ocupa hoy su tiempo. Echa en falta no poder, por la pandemia, «compartir con el público las reacciones a su obra».
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