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Marqués, en marzo de 2009, tras su detención y posterior puesta en libertad con cargos. :: ISRAEL SÁNCHEZ
REGIÓN MURCIA

Marqués metió en sus cuentas 270.000 euros cuyo origen no está justificado

Los agentes de la UDEF cifran en 2,4 millones el patrimonio acumulado por el exconsejero y no encuentran explicación legal a muchos ingresos

RICARDO FERNÁNDEZ rfernandez@laverdad.es

Viernes, 1 de julio 2011, 11:24

En el inabarcable y proceloso océano en que se ha convertido el 'caso Zerrichera', Francisco Marqués parece seguir siendo la pieza más codiciada. El reciente levantamiento parcial del secreto de sumario, que ha permitido sacar a la luz el contenido de doce tomos (con un total de unos 7.000 folios, que están en poder de 'La Verdad') desvela que el exconsejero de Medio Ambiente del Gobierno Regional está en el punto de mira de la mayor parte de las pesquisas policiales, que tienen como hipótesis principal que el exalto cargo tuvo que recibir dinero por impulsar desde su departamento la aprobación de una gran urbanización en una finca de Águilas: La Zerrichera, la misma que da nombre al asunto.

«Todos los indicios que han sido introducidos en el presente informe conducen a la necesidad de inferir que Francisco Marqués cometió un presunto delito de cohecho y blanqueo de capitales», sostienen los especialistas de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal, Brigada de Blanqueo de Capitales (UDEF-BLA), de fecha 25 de febrero de 2009, que sirvió de base a la detención de Francisco Marqués unos días más tarde.

Respecto de ese presunto cohecho, los investigadores dejan constancia de que «quien habría entregado la dádiva por obtener una resolución administrativa injusta habría sido Trinitario Casanova (el promotor de la urbanización de 4.000 viviendas, hotel de lujo y campo de golf)», lo cual concordaría, según la Policía, «con los resultados materiales analizados en el abanico patrimonial-financiero de Marqués y con la conversación interceptada a quien era uno de sus subordinados, Antonio Alvarado, que le atribuía haber ganado mucho dinero gracias a Trinitario Casanova».

Mucho dinero en metálico

Desfase de 300.000 euros

Las cuentas de Marqués han sido examinadas por los agentes de la UDEF y por inspectores de la Agencia Tributaria desde todos los ángulos posibles. Y sostienen que no cuadran. Así, ponen de manifiesto que los únicos ingresos justificables de la unidad familiar, entre los años 2001 y 2005, ascenderían a unos 70.000 euros anuales, toda vez que era el entonces consejero el único que tenía una nómina (su mujer, María Jesús G.M., no trabaja). Ese dinero se incrementó sustancialmente a partir de 2006, que fue cuando pasó a ser contratado por la Hermandad Farmacéutica (Hefame) como director gerente; un puesto que aún ocupa.

Todos esos ingresos no servirían para justificar el ritmo de vida de la familia y las adquisiciones de bienes que habría acometido, hasta el punto de que el desfase entre ingresos y gastos calculado por la Agencia Tributaria se estima en 304.793 euros en cinco años. Un hecho que no le impidió «haber emprendido nuevas operaciones inmobiliarias en el año 2007).

La mayor parte de ese desfase se concentró en el año 2005, con 159.344 euros.

Entre las viviendas adquiridas por Marqués en ese periodo destacan un dúplex en Campoamor, que le habría costado oficialmente 162.253 euros, aunque la Policía sostiene que ese precio no es real y que fueron abonados hasta 265.000 euros con dinero negro; otro piso en Valencia que en apariencia costó 230.000 euros (se lo vendió Hansa Urbana, la promotora de Novo Carthago) y que los agentes tasan en 462.033 euros; una vivienda en Águilas por la que habría abonado unos 111.000 euros, aunque el dueño había pagado unos 152.000 euros, y otra en Madrid, donde reside una de sus hijas.

Todo ello además de abonar 206.000 euros a una agrupación de farmacéuticos, conocida como Grupo Trébol, con el fin de conseguirle una farmacia a su hija, que cursaba esos estudios universitarios.

Del mismo modo, el entonces consejero manejaba gran cantidad de dinero en metálico, siempre según estos informes oficiales, que en el plazo de esos cinco años le habrían permitido ingresar en sus cuentas, mediante abonos en efectivo, un total de 273.500 euros, «sin que en principio exista una actividad que justifique esas operaciones».

El manejo de dinero negro en grandes cantidades pasó de ser un hipótesis a un hecho probado cuando, tras detenerlo, los funcionarios de la UDEF registraron sus viviendas y encontraron 42.000 euros en metálico escondidos en el trastero, además de anotaciones que indicarían que había tenido hasta 450.000 euros ocultos de esa forma (en bolsillos de las chaquetas, entre los libros, bajo los armarios...). En su declaración, Marqués sólo admitió haber llegado a tener escondidos unos 280.00 euros.

Las explicaciones en el juzgado

Compraventa de bienes

Las explicaciones que ofreció Marqués en el juzgado, en marzo de 2009, consistieron en admitir que llegó a manejar en esos años hasta 550.000 euros en dinero negro, resultado de no haber declarado a Hacienda la totalidad de los beneficios de algunas operaciones de compraventa de inmuebles que habría acometido. Además indicó que su suegro le había dado a su mujer unos 240.00 euros, para compensar que hubiera dejado el negocio familiar a otros dos hermanos.

Pese a esos argumentos, y los que más tarde aportó su esposa al declarar como imputada en el juzgado, los agentes de la UDEF siguen sin creerlo. Así, cuando María Jesús G.C., su mujer, estima el patrimonio familiar en unos 227 millones de pesetas (alrededor de 1,3 millones de euros), la Policía señala que el valor mínimo asciende a 2,4 millones, y ello basando el cálculo en los valores de tasación y de subasta de esas propiedades a efectos de préstamos hipotecarios.

Respecto de los ingresos en efectivo, «carece de sentido asociar los mismos a las compraventas (de propiedades inmobiliarias), cuando las mismas ocurrieron, bien con mucha anterioridad a los ingresos, estando sólo una finca de La Alcayna circunscrita a ese periodo y de la que se cobró en negro 60.000 euros perfectamente identificados, además de que los ingresos se distribuyen demasiado en el tiempo y en diferentes posiciones bancarias».

Igualmente, aunque la mujer manifestó que la familia no llevaba un ritmo de vida elevado y que parte de los gastos los abonaba su suegra y la madrina de su hijo menor, los investigadores acreditaron que los gastos en el mes de noviembre de 2005, «por servicios accesorios no básicos», se elevaban a unos 2.300 euros y que la mayor parte se reproducían en los meses circundantes.

La conclusión de los investigadores, después de los argumentos que ya había ofrecido Marqués en el juzgado y que más tarde fueron ratificados en su mayor parte por su esposa, es que se trata de «explicaciones todas ellas sin fundamento».

Más aún, «no ha sido posible hallar actividad económica o profesional, relacionada con Marqués o su mujer, que pudiera haber generado réditos suficientes que otorgaran cobertura a todos los flujos de los que ha participado», concluyen.

¿Sacó dinero a paraísos fiscales?

La pista de Panamá y Suiza

Los agentes que desde el año 2007 siguen el rastro de Marqués consideran que no todo acaba aquí. Su hipótesis de trabajo se completa con la teoría de que parte del dinero que Marqués habría recibido de Trinitario Casanova, siempre según la UDEF, por permitir la recalificación de una finca que gozaba de protección medioambiental, podría haberlo ingresado en paraísos fiscales. Y van mucho más allá al reseñar el hecho de que Trinitario Casanova era propietario de la compañía Jetnova de Aviación Ejecutiva SA, que contaba con al menos un jet privado. «Se ha tenido conocimiento de que éste ha efectuado diversos vuelos con escala en Suiza, siendo una de las personas que pudieran haber viajado, haciendo uso de este transporte, Francisco Marqués, quien habría aprovechado para llevar consigo las dádivas recibidas de Casanova y posteriormente ingresarlas en diversas posiciones de activo en entidades bancarias suizas».

No menos relevante para los investigadores fue conocer que Marqués y su esposa figuraban como propietarios de una mercantil, Watercrest Investmen Inc., en la República de Panamá. Aunque el exconsejero aseguró que la había creado con el fin de dedicarla a la exportación e importación de perfumes, la investigación policial «no le concedería veracidad a sus afirmaciones, por no ser un canal habitual para realizar dichas operaciones». Por lo que apuestan es porque podría haberla utilizado para ocultar dinero en ese paraíso fiscal, y ello es lo que está investigando el juez de Instrucción número 3 de Murcia, que ha enviado varias comisiones rogatorias a Panamá y a Suiza.

La solución a esas pesquisas debe esta en la parte que aún permanece secreta del 'caso Zerrichera'. Un asunto casi tan inabarcable y proceloso como un lejano océano.

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Marqués metió en sus cuentas 270.000 euros cuyo origen no está justificado