Tráfico mete la tijera
La Región contará en 2014 con 43 nuevos equipos fijos, que se sumarán a los 16 que ya están funcionando La crisis económica retrasará dos años el proyecto de triplicar los radares de las carreteras murcianas
A. NEGRE
Lunes, 1 de marzo 2010, 18:27
El proyecto de la Jefatura Provincial de Tráfico de triplicar el número de radares fijos en las carreteras murcianas tendrá que esperar dos años más de lo previsto, concretamente hasta 2014. El motivo es evidente. La crisis económica no entiende de seguridad vial. En los últimos tiempos ha caído la venta de coches y el número de personas matriculadas en autoescuelas y, con ello, desciende también la recaudación de la Dirección General de Tráfico (DGT). Ante esta realidad, la única solución posible es apretarse el cinturón.
«En línea con las políticas de austeridad del Gobierno estamos tratando de reducir nuestro presupuesto un 10%», explica Francisco Jiménez, jefe provincial de Tráfico. «Actualmente no es un momento de alegría económica y tratamos de adecuar los ingresos a los gastos». Esta situación no echará por tierra, sin embargo, el proyecto de ubicar 43 nuevos cinemómetros -radares o cabinas de control, algunas de ellas vacías- sobre el asfalto de la Región. Sólo dilatará su instalación. En lugar de 2012, Tráfico apunta ahora a 2014 como nuevo horizonte para este ambicioso proyecto. Pere Navarro, director de Tráfico, ya desveló la pasada semana la idea de echar el freno en la instalación de cinemómetros. No más de 200 radares anuales y nunca en carreteras secundarias con una intensidad de menos de 6.000 coches al día. Navarro había planeado acabar la actual legislatura con más de 2.000 radares sobre el asfalto, pero alcanzar este objetivo, con sus nuevas limitaciones, le llevará ahora cerca de ocho años. «No puede haber un crecimiento infinito», señaló a los medios de comunicación en el trancurso de un desayuno informativo.
«El proyecto sigue adelante»
Ante las declaraciones del director de Tráfico, Jiménez reconoce que las circunstancias aprietan y ha asumido este cambio de estrategia con mucha calma. «El proyecto sigue adelante», asegura, «pero quizás se retrase un par de años».
La decisión de no colocar cinemómetros en carreteras con poco tráfico, lanzada también por Navarro la pasada semana, tampoco le resulta preocupante. «Los puntos negros que pueda haber en carreteras secundarias de la Región se controlarán con la vigilancia de la Guardia Civil de Tráfico o con radares móviles», sostiene. «La población no debe preocuparse porque no vamos a bajar la guardia en el control de la seguridad de los conductores».
Actualmente hay 16 radares fijos en las carreteras de la Región y algunos de ellos son especialmente activos en el control de los 'fitipaldis'. Es el caso del que está ubicado en la RM15, la autovía hacia Caravaca, a la altura del kilómetro 13,002 -entre la salida de Albudeite y la de la pedanía de Baños de Mula- y que ha llegado a fotografiar a cerca de 6.000 vehículos en un mes. Una comisión territorial de expertos estudia ya la implantación de otros tantos radares fijos en las carreteras murcianas pero, por el momento, no hay ni una fecha ni una ubicación concreta.
Lo que sí tienen claro, desde la Jefatura Provincial de Tráfico, es que en un plazo de cuatro años la Región habrá triplicado el número actual de dispositivos fijos. Un objetivo que, avanza Jiménez, equiparará a la Comunidad Autónoma con la media europea. «Después ya nos quedaremos más tranquilos», reconoce.
Uno de estos equipos, sin embargo, podría ser de tramo. La última 'chuchería' de la DGT. Un cinemómetro, dotado de dos paneles, capaz de captar la velocidad media a la que un vehículo circula en un tramo determinado y que ya se ha instalado, a modo de prueba, en uno de los túneles de la sierra madrileña de Guadarrama.
«Desde la Jefatura Provincial hemos solicitado uno para la Región», reconoce Jiménez. La ubicación aún está por determinar, en el caso de que Tráfico decida colocar uno de estos nuevos radares en una carretera murciana, pero Jiménez ya cavila sobre ello y apunta al Puerto de la Cadena como una posibilidad. «Habría que estudiarlo», reconoce.
Estos aparatos ya funcionan en Francia, Alemania o Gran Bretaña y son capaces de fotografíar las matrículas de los automóviles a lo largo de toda la calzada. De nada servirá ya cambiarse de carril para evitar ser 'cazado'. Su avanzada tecnología permite, además, que funcionen día y noche, gracias a un sistema de iluminación láser-red, invisible al ojo humano, y no podrán, según la DGT, ser neutralizados por los sistemas antirradar.
Las multas por exceso de velocidad en las carreteras murcianas aumentaron un 12,4% durante el pasado año. 20.731 conductores fueron 'pillados' por la Guardia Civil de Tráfico pisando de más el acelerador -en 2008 fueron 18.047- y 48.329 fueron fotografiados por un radar sobrepasando el límite de velocidad -el año anterior se registraron 43.362-. El 2009 dejó, por tanto, 7.651 multas más por exceder la velocidad que el año anterior. Unas cifras que Jiménez achaca al aumento de radares, concretamente seis nuevos cinemómetros durante el pasado año.
«En general se percibe que la gente conduce mejor que antes, pero aún nos queda mucho trabajo por delante», recalca Jiménez. Lograr que los murcianos echen el freno es uno de los principales objetivos que el jefe provincial de Tráfico se ha planteado durante su mandato. Y no es baladí. De las 80 muertes que el asfalto se cobró durante el pasado año, un tercio (22) se debieron a una velocidad inadecuada. Ya es la primera causa de accidente en el país.
«Es crucial que la gente adapte su velocidad a cada situación», explica Jiménez. «Si hay lluvia, por ejemplo, habrá que extremar la precaución, independientemente de lo que dicte la señal de tráfico». La velocidad, recuerda, no sólo aumenta el riesgo de tener un accidente, sino de que éste sea de gravedad. Hay mucho en juego.