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José Antonio G. Valera. Nacho García / AGM
«¿Qué pasaría si ahora nos llamasen a formar filas?»

«¿Qué pasaría si ahora nos llamasen a formar filas?»

José Antonio G. Valera, director audiovisual y escénico, presenta sus cortometrajes en la Filmoteca Regional este sábado

Minerva Piñero

Jueves, 3 de mayo 2018, 08:37

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De situaciones corrientes y conversaciones ordinarias, como las que escucha de manera involuntaria en D'Lola, el bar en el que trabaja, José Antonio G. Valera es capaz de crear personajes, ambientes, historias y guiones. Le inspiran las realidades que le rodean. Y apunta en una de las cuatro libretas que atesora, en modestas servilletas o en cualquier soporte con el que se encuentre, las ideas que, más tarde, recoge con su cámara. Diversas reflexiones que este sábado presenta en la Filmoteca Regional Francisco Rabal, donde estrena 'Artículo 30' e 'Intenso', y proyecta 'Despertar bizarro del siglo XXV', el primer cortometraje que lanzó hace un año, a las 20.15 horas.

-¿Se ve reflejado en sus personajes?

-Por supuesto. En 'Intenso', por ejemplo, me descubro a mí mismo en el protagonista en varias ocasiones, y en otros personajes encuentro mis rabias y frustraciones. Creo que en los guiones suelo incluir a las personas que me rodean, como a mis mejores amigos y a mis familiares. Incluso mezclo varias personalidades en un mismo papel. A la hora de escribir, me baso en personas reales.

-¿Cuál es el mensaje de 'Despertar bizarro del siglo XXV', su primer corto?

-Es una crítica al arte contemporáneo, una historia en la que aparecen dos artistas: el clásico y el experimental. El segundo, juega con la baza de que las mismas personas que no entienden el arte contemporáneo son las que tienden a comprar cuadros para mostrar lo interesantes y cultas que son. En el corto, el pintor extravagante, que es sobrino de un concejal, no sabe justificar su obra. También aparece una mujer aficionada a comprar cuadros, que está casada con un señor adinerado.

-¿Cómo definiría sus cortos?

-Irónicos, como 'Despertar Bizarro del siglo XXV', personales, como 'Intenso', y críticos, como es el caso de 'Artículo 30'.

-¿Qué debate plantea en 'Artículo 30'?

-Sugiero qué pasaría si se restableciese el servicio militar obligatorio en España. En el corto, se instaura una amenaza de guerra, una situación inestable. Cuando veo a la gente comentar la actualidad, lo que está pasando en Estados Unidos con Donald Trump, en Corea o Cataluña, por ejemplo, empiezo a reflexionar. Creo que se genera cierto miedo en las personas. Los ciudadanos, al final, pagan las consecuencias de los políticos. ¿Qué pasaría si ahora nos llamasen a formar filas?

- 'Confesión de amor teatralizada' es el subtítulo de 'Intenso', uno de los cortos que proyecta. ¿Qué elementos del teatro utiliza?

-La tramoya, los focos, el lenguaje teatral combinado con el audiovisual, las formas narrativas, paneles, varas con poleas, cambios de ropa en escena... De los tres que he dirigido, 'Intenso' es el más raro, pues experimento mucho con su forma. Trata sobre un joven que se enamora de una mujer que es bastante más mayor que él.

-De los dos cortos que estrena este sábado, ¿cuál continuaría?

- 'Artículo 30'. Se desarrolla en cinco minutos, pero no grabaría una segunda parte por su corta duración, sino por el contenido. 'Intenso' presenta un final más contundente.

-¿Qué emociones le mueven?

-Los dos primeros, 'Despertar Bizarro del siglo XXV' y 'Artículo 30', nacen, en cierto modo, del humor. Creo que es necesario reírse de los problemas que podamos tener. 'Intenso', en cambio, surge del romanticismo. Quería darle un toque diferente a los otros.

-¿Qué opina del cine español?

-Que ha mejorado mucho. Siempre he pensado que tiende a copiar el americano y que no tiene identidad propia, como el cine francés, pero, por suerte, creo que ha empezado a forjarse sus propias características.

-¿Y del independiente?

-Que es más mimado. Presenta lenguajes complejos y su resultado suele ser muy pulido.

-¿Qué le aporta el séptimo arte que no encuentre en el teatro?

-Me encanta el teatro y no me planteo alejarme del arte dramático, pero supongo que estoy más cómodo trabajando con el lenguaje audiovisual. Además, el teatro es más real, más efímero. Después de una obra, desaparece. En los cortos, al crearlos, me gusta poder verlos las veces que quiera. En cierto modo, la 'falsedad' del cine, que me permite repetir y combinar las escenas, me atrae.

-¿Cuál será su próximo rodaje?

-Si consigo los medios, me gustaría realizar un corto este verano en Bullas, donde he crecido. Sería sobre el descubrimiento de la sexualidad, los tabúes que puede tener un pueblo... Aún tengo que pensármelo.

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