A dentellada limpia en Pulpí

A mordiscos salió el Mar Menor en su partido jugado en el campo municipal de Pulpí, uno de los encuentros más importantes de la jornada en Tercera por lo que ambos se jugaban y que acabó 0-1. Transcurría el minuto 66 cuando, en una acción que defendía el Mar Menor, hubo una pequeña discusión cerca del banquillo de los marmenorenses. De repente Perico se fue hacia Pichi y terminó dándole un bocado. El jugador se lo quitó de encima y el colegiado sancionó a ambos con tarjeta amarilla. Un poco después, en una falta en el centro del campo, se produjo una discusión y fue Kiko, del Pulpileño, quien terminó mordiendo a José Isidoro. Ambos jugadores han denunciado los hechos y no pudieron entrenar ayer con su equipo. El Mar Menor, pese a la victoria, se siente maltratado por la situación que se vivió; además, en ningún momento los jugadores locales mostraron arrepentimiento.

Es por esto que el Mar Menor amenaza con llegar hasta las últimas consecuencias. Juan Antonio Lillo, entrenador de los de San Javier, explicó ayer que «es intolerable que pase esto, y es más intolerable aún que los jugadores se lo tomen a risa y nadie les reprenda por lo que hicieron. En toda mi vida deportiva jamás vi esto». Por parte del Pulpileño nadie se ha manifestado, aunque en el club son conscientes de que el comportamiento de algunos jugadores el domingo no fue precisamente el más correcto. El club almeriense espera ahora a ver en qué acaba el ruido de sables.