Del refugio del Bar Ramón al bombardeo de las cuatro horas
PPLL
Domingo, 8 de marzo 2015, 01:17
En el Mar Menor, podría haber bombas ocultas en las afueras de los pueblos y en la carretera que une Los Alcázares con La Ribera, que fueron objetivos bélicos. «A los alemanes les preocupaba que hubiera tantas bases aéreas en el Mar Menor», afirma el historiador. Refugios como el que había donde se encuentra el Bar Ramón salvaron muchas vidas, aunque el mayor de todos se encontraba en Cartagena, para 5.500 personas de capacidad. Otra posible zona con proyectiles silenciosos, la rambla del Beal. «Allí iban los traperos de La Unión a recoger la munición para fundirla», explica Puchol.
Son el rastro letal, difícil de olvidar, de un conflicto fraticida que tuvo uno de sus capítulos más negros en el bombardeo de las 4 horas, el 25 de noviembre de 1936, cuando los Junkers alemanes de la Legión Cóndor dejaron sobre Cartagena una lluvia destructora. Según Puchol, «fue el primero de España con el propósito de causar terror».