Ofrecen a Zapatero y Rajoy un decálogo para un pacto del agua
El documento del Comité de Crisis no menciona el trasvase del Ebro, aunque sí reivindica el mantenimiento del acueducto Tajo-Segura
M. BUITRAGO
Viernes, 4 de julio 2008, 12:33
Los empresarios, sindicatos y regantes de Murcia, Alicante y Almería dispararon ayer un nuevo cartucho con el objetivo de que José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy dialoguen para alcanzar un Pacto de Estado sobre agua. Representantes de una docena de asociaciones de las tres provincias del Sureste suscribieron un decálogo en el que piden la interconexión de cuencas y el mantenimiento del Trasvase Tajo-Segura.
Su primer objetivo es que todos los partidos políticos de dichos territorios suscriban este documento de mínimos, como paso previo para llegar hasta el Congreso de los Diputados con un consenso territorial sólido. Entre los firmantes se encuentran los empresarios, las cooperativas y organizaciones agrarias, los sindicatos y los exportadores.
El documento considera que las transferencias de agua entre cuencas es la asignatura pendiente de la planificación hidrológica nacional. Propone esta fórmula como una alternativa más para superar los déficits de agua, si bien no apuesta por ningún trasvase en particular. El presidente del Comité de Crisis de la Sequía, Francisco del Amor, subrayó que les da igual de dónde proceda el agua, pero no así la urgencia para alcanzar una solución definitiva. En aras al consenso, ha desaparecido cualquier alusión al derogado trasvase del Ebro.
Pegas a la desalinización
En lo que afecta al acueducto Tajo-Segura, sin embargo, todos los firmantes consideran que se trata de una obra «vital» para las tres provincias, porque «es imprescindible para el abastecimiento humano y sobre todo para el regadío». El mantenimiento de este trasvase es un objetivo irrenunciable para dicho Comité. Recuerda que la cuenca del Segura es la única de España que tiene reconocido un déficit estructural que se cifra en 460 hectómetros cúbicos anuales, siempre que se dispongan de los 600 hectómetros máximos de la cabecera del Tajo. En caso contrario, dicho déficit se dispararía.
El decálogo parte de la base de que «la politización territorial del agua está dando lugar a graves tensiones que generan problemas de insolidaridad. Resulta imprescindible un Pacto de Estado que establezca las líneas maestras de su utilización y permita un aprovechamiento racional y consensuado de todos los recursos hídricos en el conjunto del Estado».
Al abordar la desalinización, se muestran de acuerdo con que constituye una tecnología de gran importancia para obtener nuevos recursos hídricos que cubran la demanda urbana, industrial y del sector servicios, pero creen que no sirve para la agricultura debido a su elevado precio. Sólo en el caso de que se mezcle con aguas continentales y se moderen los precios, la desalinización puede ser útil para los cultivos.
Los regantes están pendientes de que el Consejo de Ministros autorice hoy el desembalse de 36 hectómetros de la cabecera del Tajo para los cultivos de la cuenca del Segura, junto a otros 4 hectómetros para los abastecimientos. Al margen de desembalsarán otros 35 hectómetros que fueron comprados a los regantes de Aranjuez.