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Central hidroeléctrica de Almadenes, donde comienza la excursión.
Almadenes: donde el río es salvaje

Almadenes: donde el río es salvaje

Cieza ·

Excursión circular entre Cieza y Calasparra para conocer la espectacular garganta del río Segura

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Jueves, 14 de diciembre 2017, 14:00

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Si me lo permiten, ahí va –gratis total– un consejo: recorran el Cañón de Almadenes. Contemplando el río desde el filo de los cortados. Notando en la cara el aire helado mientras escuchan cómo el agua se abre paso entre los peñascos corriente abajo. Disfrutando del placer que supone caminar en silencio por un espacio natural tan puro. Y sintiéndose empequeñecidos –y felices, claro– ante tanta belleza.

A lo largo de los dos márgenes del Segura, entre Cieza y Calasparra, discurre una ruta circular que nos permite transitar cómodamente por este lugar único, el último tramo del río donde las aguas aún bajan furiosas.

Once kilómetros y medio para contemplar el río desde las alturas pero también mojándonos la cara cuando la senda nos acerque hasta La Mulata. Para contemplar el vuelo de águilas y garzas reales y adivinar la presencia de la nutria. Una excursión casi obligatoria para conocer una maravilla natural de cuya conservación todos somos responsables.

Nuestro recorrido se inicia en la central hidroeléctrica de Almadenes, siguiendo en un principio las marcas rojas y blancas que señalizan el sendero de gran recorrido GR 127, una autopista verde que permite recorrer el cauce del río sin perdernos desde su nacimiento en Pontones (Jaén, Sierra de Segura) hasta su desembocadura en Guardamar (Alicante).

Un senderista se asoma al cauce del río sobre la zona conocida como La Badina, el río encajonado desde La Mulata y un cartel informativo.
Imagen principal - Un senderista se asoma al cauce del río sobre la zona conocida como La Badina, el río encajonado desde La Mulata y un cartel informativo.
Imagen secundaria 1 - Un senderista se asoma al cauce del río sobre la zona conocida como La Badina, el río encajonado desde La Mulata y un cartel informativo.
Imagen secundaria 2 - Un senderista se asoma al cauce del río sobre la zona conocida como La Badina, el río encajonado desde La Mulata y un cartel informativo.

Las marcas del GR 127

Comenzamos a subir por la zona conocida como Los Losares y cruzamos una zona perforada de pozas donde bañarse en verano es un lujo asiático. Seguimos ascendiendo por la senda, con la ayuda de las marcas del GR, hasta encaramarnos en un alto donde obtenemos las primeras vistas espectaculares.

Tendremos a nuestros pies la zona del río conocida como La Badina, donde las aguas comienzan a serenarse, y, si levantamos la cabeza y miramos corriente arriba, al fondo nos saluda el monte de La Serreta.

Afrontamos ahora un tramo en el que vamos a ir por el filo del cañón, en ocasiones a más de 100 metros sobre el río, hasta que la senda comienza a descender suavemente para introducirnos en el valioso bosque de galería; a partir de este momento nos veremos rodeados de álamos, baladres, tarays, olmos y sauces. Y pasaremos junto a un aprisco, a nuestra izquierda, que nos ofrecerá refugio en caso de tormenta. Este entorno casi selvático es uno de los rincones más valiosos de este espacio natural.

Enseguida llegamos a la presa de La Mulata, punto intermedio de la ruta, donde podemos hacer un descanso mientras buscamos indicios de la presencia de nutrias –excrementos o huellas–.

Es muy difícil verlas, pero en ocasiones se ha sorprendido a algún ejemplar corriendo por el muro.

Este refugio es útil en caso de tormenta.
Este refugio es útil en caso de tormenta.

En este punto hay que salir del cauce del río para buscar la otra vertiente y continuar la marcha: ascendemos por la rampa de cemento hasta una zona de aparcamiento y rodeamos el alto de Almadenes por una pista que sale a la derecha desde la carretera.

Con un mínimo de sentido de la orientación, y después de caminar un rato, estaremos de nuevo en la senda que bordea la garganta. En una hora llegaremos hasta la entrada de la Cueva de la Serreta, que se abre al abismo del cañón. El acceso estará tapado porque sólo se puede entrar mediante la visita guiada –ver ficha–.

Nuestros pasos nos conducen hasta el punto de partida acompañando el descenso del río, que oiremos rugir cada vez con mayor intensidad según vayamos acercándonos a la central hidroeléctrica. Cuando lleguemos al coche nos parecerá increíble que este mismo río –limpio, hermoso y salvaje– sea también el Segura que muere, casi como una cloaca, entre las dunas de Guardamar.

La excursión

  • Dónde: Cañón de Almadenes (Cieza).

  • Dificultad: Media (ruta circular de 11,5 kilómetros. De 4 a 5 horas a buen ritmo. Una jornada completa en plan tranquilo y si hacemos un descanso para comer en la presa de La Mulata).

  • Cómo llegar: Desde el Puente de Hierro de Cieza, por la carretera de la derecha, pasando por la Venta El Jinete. Más adelante, un desvío a la derecha nos conduce hasta la central eléctrica de Almadenes, donde comienza la ruta.

  • Cartografía: Mapa 890-IV de Almadenes en 1:25.000 (IGN).

  • Cobertura de móvil: Escasa.

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