Un congresista roba un vaso de agua usado por el Papa Francisco
Rob Brady tiene planeado devolver el vaso, pero ha guardado el agua que contenía en una botella para poder bendecir a sus nietos
la verdad
Lunes, 28 de septiembre 2015, 11:51
Todos sabemos que 'no robarás' es uno de los mandamientos más importantes de la Biblia. Pero parece que al congresista Bob Brady no ha podido resistir la tentación de apropiarse del vaso de agua que tocaron los labios del Papa Francisco en su última visita a los Estados Unidos.
Sí, el jueves pasado, mientras otros legisladores estuvieron distraídos con la salida del Sumo Pontífice de la cámara de la Casa Blanca, Brady se coló a hurtadillas hasta el atril y se lo llevó el vaso de agua usado por su Santidad, según informó el local Philadelphia Daily News.
Robó cuidadosamente el vaso, que todavía estaba medio lleno, y se lo llevó hasta su oficina donde bebió a sorbos el agua y le dio de beber a su esposa y a dos de sus trabajadores. Más tarde, invitó al senador Bob Casey a su despacho, quien acompañado de su esposa y su madre, sumergieron los dedos en el agua.
Al parecer no es la primera vez que Brady roba un vaso de agua. También cogió el que uso el Presidente Obama el día de su primera investidura.
Tras salir esto a la luz, Washington Post habló con Bob Brady para que aclarara algunas cosas. Entre ellas, que tiene planeado pagar por el vaso robado que pertenecía al Capitol Hill. Pero el agua la ha vaciado en una botella, y cuenta que pretende usarla para bendecir a sus nietos.
Sin embargo, si el Papa no bendice el agua, este líquido no es técnicamente agua santa, pero a este ladrón de vasos no le importa. «Todo lo que el Papa toca se convierte en sagrado», dice a Washington Post, y asegura que nadie le hará cambiar de parecer.
Además, la historia no termina aquí. Llevó el vaso a la policía para que verificase que era de verdad del Papa, no le bastó con ver que el Santo Pontífice bebía hasta tres veces del recipiente para hidratarse.
El vaso del Papa Francico lo tendrá guardado junto al de Obama. Aunque cuenta que el del presidente no es tan espiritual, sino «puramente político». ¿Seguirá este congresista norteamericano coleccionando vasos usados por gente poderosa?